¿aún hay esperanza?

Capítulo 2

Unas elegantes y calmadas princesas se encontraban esperando la llegada de su tío y un acompañante, ellas estaban muy limpias y serenas como para que alguien las reconociera. El navío llegó y las trompetas sonaron, dos hombres bajaron del barco, el rey Adelphos era un hombre alto de cabello oscuro al igual que sus ojos, su apariencia era tan intimidante que podía quitarte la sonrisa en menos de un segundo y eso fue lo que les pasó a las princesas al verlo, mientras que su acompañante era un joven de una apariencia agradable a los ojos, de cabello negro y ojos azules opacos, estos caminaron con decisión hasta la familia real.

  • Hace años que no te veo querido hermano y usted reina tan esplendorosa y enérgica como siempre ¿sigue viviendo en la copa de los árboles?
  • Adelphos como si no me conocieras, es un gusto tenerlos aquí, ellas son tus sobrinas Damalis, Acacia y Marilee - el rey se aproximó a ellas y las examinó con una seriedad impresionante, pero de repente suelta una carcajada.
  • Niñas soy su tío no se asusten, no les voy a hacer nada, cálmense un poco - Las jóvenes ya calmadas recibieron a su tío muy gustosamente como si lo hubieran conocido de toda su vida - veo que sus hijas salieron tan enérgicas como la madre, perdón de tan hermoso reencuentro me había olvidado lo más importante este joven es Evan, futuro rey de una gran parte de Grecia, ustedes niñas deberán saber el motivo de mi visita y estoy muy feliz…
  • Hermano será mejor que dejemos esto para después los caballos esperan.

Adelphos confundido obedeció, los reyes junto con la reina fueron a la delantera mientras que el príncipe y las princesas estaban en la parte posterior, la situación se estaba tornando incómoda para ellas pues no estaban acostumbradas al silencio.

  • ¿El viaje fue muy cansado? - Evan miró a Damalis para luego ignorarla por completo - ¿Le están gustando los paisajes? Le encantará el pueblo, todos los habitantes son muy amables - La reacción del joven fue la misma a diferencia que esta vez fue acompañada de un suspiro cargado de arrogancia y tedio.
  • Lo que has dicho querida hermana es muy cierto que lástima que no todas las personas posean esa educación - Acacia miró al príncipe, ella era una muchacha muy amena hasta que la hacías enojar, en momentos como esos era cuando su pésimo carácter salía a la luz, su hermana le lanzó una mirada intensa - ¿Por qué me miras así? acaso ahora no puedo decir la verdad, que hay gente que les cuesta tanto pensar en alguien que no sea ellos mismos, sabes ese tipo de personas en vez de inspirar respeto dan lástima, su vacuidad es digna de pena - terminó de decir la joven con una sonrisa sin sacar a la luz lo molesta que se encontraba en aquel momento, el joven dirigió su mirada hacia las jóvenes.
  • Y a eso le llaman princesa - exclamó con socarronería, lo que encendió la furia de Acacia quien estaba a punto de responderle, pero Damalis pateó con fuerza el caballo de su imprudente hermana el cual salió corriendo por el bosque.
  • Marilee por favor ve y tranquiliza al caballo que estaba muy alterado, no deseo que nada malo le suceda a nuestra hermana, mucho menos si están a mi cargo.
  • Pero si tu… - La hermana mayor la miró con severidad - en este mismo instante.
  • Perdón por el comportamiento de mi hermana, es agradable cuando la conoces bien - Evan sonrió aliviando así a la princesa quien ya estaba pensando lo peor.
  • No se preocupe antes yo le pido disculpas a usted, no fui muy amable, digamos que es algo estresante pensar que al volver a Grecia seré nombrado rey.
  • Tranquilícese, está perdonado y olvidado, todo quedo atrás… ¡Como nosotros ¡
  • ¿Qué? - El príncipe se sorprendió ante la confusa exclamación de la princesa.
  • No se alarme, hablaba de que nos quedamos atrás, pero de los demás, ya no diviso a nadie - lo miró - ¿Una carrera? Marilee nunca ha podido vencerme.
  • Sería un placer, pero no desearía ensuciarle con polvo su hermoso vestido.
  • Eso lo veremos - Ya solo quedaban las huellas del caballo cuando Evan se dio cuenta de que Damalis había ya partido tomando la ventaja en la carrera.

El resto del día pasó sin altercados, Evan quien se desenvolvía muy bien con Damalis, pasó toda la noche hablando con ella mientras que Acacia estaba sumergida en sus libros, un par de veces Marilee esperaba las burlas de su hermana quien no se perdía una sola oportunidad para molestarla, pero no recibió ninguna. En un apartado rincón los reyes y la reina estaban conversando, estaban tan misteriosos que Acacia comenzó a sospechar sobre todo cuando se acercó para dar las buenas noches, la conversación paró de repente con mucho nerviosismo, pero ella no le tomó importancia.

Los niños corrían por las calles, las señoritas decoraban rápidamente la gran plaza mientras las señoras preparaban un gran banquete, los hombres más fuertes sacaban agua de los pozos y reunían leña para las fogatas y antorchas, todos los pueblerinos estaban tan atareados que hasta los jóvenes más haraganes ayudaron, el recibimiento de la familia real en el pueblo era un gran acontecimiento que todos celebraban, era acostumbrado ver a las princesas rondar por el pueblo sobre todo a Damalis y a Acacia, pero era todo un honor tener a la familia completa aún más cuando iban acompañados del rey Adelphos y el príncipe Evan, eso llenó al pueblo de alegría, emoción y nerviosismo. La tarde pasó y los preparativos ya estaban terminados, las puertas del palacio se abrieron dejando ver a la radiante realeza, los guardias del palacio los escoltaron hasta la plaza donde un gran banquete los esperaba, la música inundó las calles, los jóvenes danzaban, el ambiente era tan cómodo y agradable que no se podía evitar sonreír, los reyes estaban compartiendo sus historias y experiencia con los hombres mientras que la reina Caroline y Marilee conversaban animadamente con las señoras del pueblo, Damalis daba un paseo en los alrededores junto con las señoritas y Acacia jugaba con los niños quienes estaban felices de verla de nuevo.

  • …8, 9 y 10 preparados o no allá voy - exclamó Acacia girando bruscamente y chocándose posteriormente con Evan quien al verla sonrió de forma burlona.
  • Veo que al fin logró encontrar a los acompañantes perfectos, usted al igual que ellos es caprichosa e infantil, por eso han establecido tan buena relación.
  • Entiendo que usted ya sea viejo y amargado y que será el rey poderoso y glorioso que todos respetan - Evan sonrió - pero tiene el corazón vacío y la palabra amor no aparece en su vocabulario a menos que se trate de sí mismo, claro que sus súbditos le serían leales pero no por afecto ni admiración sino más bien por el horror de pensar lo que sería capaz de hacerles su despiadado rey, príncipe con todo el respeto, pero no cree que está siendo muy estereotipado - Acacia salió corriendo rápidamente dejando al príncipe sin palabra alguna y con una rabia inmensa, nadie jamás lo había tratado de esa manera, todos debían respetar a un futuro rey, pero a Acacia no le importaba en lo más mínimo, pues él ante sus ojos solo era un joven engreído y grosero.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.