¿aún hay esperanza?

Capítulo 5

Mientras ellas dormían se desató una pelea muy lejos de allí, pero a la vez tan peligrosamente cerca, la desobediencia junto con la ira, la amargura y la idolatría reclamaban justicia, gritaban por la muerte de las jóvenes, solo deseaban su fin. De la nada una voz irrumpió como estruendo de muchas aguas, una voz que hacía estremecer toda la tierra, una voz tan indescriptible que enmudecía todo a su paso y provocaba que sus enemigos tiemblen, el silencio predominó sabían que era inútil, mientras Él no lo decidiera nadie podía hacer nada, ellos no se podían acercar así que  lo mejor que pudieron hacer fue callarse y huir, ya habían perdido y Él ya había ganado, pero lamentablemente la desobediencia había sembrado ya hace tiempo duda y desesperanza, echando raíces en una de las tres hermanas, contaminando su ser.

 Si ya ganaste ¿puedes perder? Creo que eso depende de uno, porque comprendiendo que triunfaste ¿renunciarías?, pensarán que estoy loca por creer que algo así pueda pasar, algunos me dirán no nos interesa mejor sigue narrando la historia, pero, aunque no lo crean eso sucede y justo el trío de hermanas estaba experimentando la misma sensación de derrota, la pregunta sería ¿vencedor ya renunciaste? Espero que no y las tres jóvenes bueno… será mejor que ellas les demuestren si son vencedoras derrotadas o victoriosas, pero no con palabras, no funciona así, sino que sus acciones hablaran por ellas y ustedes descifrarán cual es cual, inclusive podrán saber cuál eres tú si prestas atención.

El sol quemaba los rostros de los jóvenes obligándolos a despertar, las quejas y bufidos no se hicieron esperar, todos desayunaron lo sobrante a la noche anterior.

  • Princesas pienso que necesitaremos más ayuda y si a ustedes no les incomoda yo tengo dos amigos muy confiables que pueden hacerlo gustosamente.
  • Si ya no queda de otra - refunfuña Marilee rodando los ojos.
  • No seas descortés Marilee, claro que nos encantaría un poco más de ayuda, presiento que la necesitaremos mucho - Damalis dice y todos miran a Acacia.
  • Por mi lado no hay inconveniente, creo que nos vendría bien manos extras.

Los muchachos iniciaron su viaje desviándose un poco del sendero para llegar más rápido a su destino, mientras caminaban Lysander les describía el paisaje del pueblo vecino donde habitaban sus amigos, era fácil de encontrar ya que la división de un pueblo y otro era un hermoso río con enormes pinos a su alrededor, solo una casa abandonada se encontraba a la orilla de este pues para hallar el resto de casas debían caminar aproximadamente veinte metros adentrándose en el bosque, las princesas con nuevas fuerzas comenzaron a tratar de descifrar el acertijo sin éxito alguno.

  • No entiendo - Marilee se rasca la cabeza mientras hace un puchero.
  • Que novedad - dice Acacia mordazmente ganándose una mirada de reproche de parte de la ninfa quien ya comenzaba a impacientarse.
  • Repasemos el plan, llegamos al puerto tomamos un barco para Hetlandensis y le pediremos al tío Bemus refugio, una vez allí sin la presión de los guardias, le preguntaremos a los consejeros donde podemos encontrar a Ghillie Dhu.
  • Aun no estoy muy convencida con buscar al espíritu de los árboles, ¿En qué podría ayudarnos él? - Acacia pregunta sin estar convencida.
  • Según mi madre es muy amigable y él podría conocer a alguien que nos pueda ayudar – alega Damalis – además quizás también conozca algunas sirenas, hadas o ninfas por si… ya saben no lo logramos – una lágrima abandona sus ojos ámbar, pero sin hallar alguien que la acompañe, la ninfa la desapareció hábilmente sin que nadie la notara, o eso creyó.
  • No se preocupen princesas ya estamos arribando - Lysander apartó la rama del pino y detrás de esta se podía observar el cristalino río y se oía el chocar de las piedrecitas que eran llevadas por la corriente - permanezcan aquí yo no tardaré - toma en sus brazos a Acacia haciendo que esta se sobresáltate - descuida - sonríe y la deja cuidadosamente en el interior río.

Los ojos de la sirena denotaban alegría y sorpresa, el agua helada recorría su cuerpo quitando todo malestar, finalmente logró extender su cola completamente, la cual avergonzaba a las piedras que la rodeaban, feliz comenzó a nadar para adaptarse al nuevo entorno, “muchas gracias” le susurró Acacia a Lysander, este le sonrió para luego dirigirse a Damalis y darle las indicaciones de seguridad ante cualquier accidente.

  • No se preocupe princesa, regresaré pronto - dijo desapareciendo entre los pinos, dejando a Damalis muy inquieta y ligeramente desesperada.

Cada una se sumergió en su mundo, Damalis comenzó a convertirse en árbol y volver a su forma habitual, tornándose cada vez más rápida, mientras que Marilee volaba de un lado a otro chocándose con todos los pinos que tenía en su camino y Acacia nadaba a lo largo del río y para que su cola tomara la fuerza necesaria, alrededor del mediodía se escucharon unas voces que intranquilizó a las muchachas, siguieron las indicaciones de Lysander paso a paso, y desde su escondite observaron como dos personas se acercaban al río, un joven de cabello rubio se acercó peligrosamente a Acacia.

  • La van a descubrir, Marilee has algo - le dice histérica Damalis.
  • ¿qué quieres que haga? - responde aún más intranquila.
  • No sé, usa tus poderes mágicos, eres un hada, tú sabes que hacer.




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