Aura

Mágico Embrujo

HACE 9 AÑOS

Daniel

—Tim, te he extrañado tanto -mi hermana habla en un tono un poco infantil, se acerca y me abraza.

—Solo han pasado dos horas desde la última vez que te vi pequeña bruja -se separa de mi cuando escucha mi apelativo.

—Odio que me digas así “Tim-Tom”

Al parecer no importa cuantos años se tenga para olvidar o dejar de usar nuestros apodos de niños.

—¿Y cómo te ha tratado la universidad?

No puedo evitar preguntar cómo se encuentra Katherin en sus primeros meses en la universidad, al principio de pareció algo desagradable que estudiáramos en el mismo lugar, pero cuando se enteró que su novio también estudiaría aquí no dudo ni un segundo en empacar las maletas y buscar una residencia de universitarios para compartir con algunas amigas y por supuesto, con su noviecito.

—A sido cool.

—¿Cool? -realmente no me esperaba esa respuesta tan explicativa, nóteseme el sarcasmo.

—Fresca y agradable, aunque… -algo me decía que no todo era felicidad.

—¿Aunque?

—No puedo estar con Joss -Katherin parece muy dolida al decirlo- ya sabes el estudia artes y yo economía.

Creo que este personaje me está aburriendo, todo en la vida de mi hermana gira entorno a ese, Joss aquello, Joss esto; llegara un momento es que me canse de todo lo que haga referencia a ese hombre. 

—Eres un estúpido – inquirió mi hermana de voz cortante y seca.

Miro a mi hermana, no sé a qué vino eso, en un momento puede ser un sol, pero después de puede quemar.

—Se puede saber, ¿por qué dijiste eso? -le pregunto- si mal no recuerdo no he dicho nada que te pueda ofender.

—Sabes, sé que Joss no es de tu completo agrado, pero al menos deber disimular -sus manos señalan su rostro, al parecer mis gestos hacia mi cuñado son muy obvios- cuando estoy frente a ti.

—Lo siento.

Me acerco a mi hermana y la abrazo, esta quieta y no me mira, parece que el suelo es más interesante que yo. Soy consciente que la he embarrado, cuando Kath está enojada es muy difícil hacer que vuelva a ser la chica carismática y feliz, odio pensar que Joss es su punto débil.

—No me odies -trato de hablarle de forma cariñosa, hacerme ver como un pequeño niño que necesita ser perdonado por una pilatuna.                                                                              

—No te odio, solo quiero que comprendas, como lo hicieron nuestros padres, que yo amo a Joss y el me ama de igual manera -finalmente me mira y me abraza.

—Supongo que todavía no me acostumbro a ver como mi pequeña hermana ama a otro hombre que no sea yo.

—Primero que todo -levanta su dedo índice- no soy pequeña y segundo -su abrazo se hace aún más fuerte- yo te amo y te quiero, pero no puedes comparar esos dos tipos de amor.

—Odio cuando tienes algo de razón -le dijo mientras beso su cabeza y aliso su cabello.

Katherin sale de mi abrazo y se ríe, me agrada ver esta versión de mi brujita.

—Disculpa, pero -se señala- tengo toda la razón.

Me acerco a mi hermana y la abrazo de nuevo y ella sin dudarlo me devuelve el gesto es una sensación muy agradable. Mientras llevamos unos minutos así logro ver en la lejanía al culpable de mi discusión anterior con Katherin, pero este no está solo.

—Parece que tu caballero de brillante armadura está bien acompañado -no puedo evitar que mis palabras suenen un poco sugerentes, pero quiero llamar la atención de mi hermana.

Katherin se gira para poder verlos, al principio no logra dar con ellos así que le señalo el lugar -como buen hermano que soy- y enseguida mi hermana da un enorme grito haciendo que todas las personas a nuestro alrededor nos volteen a mirar. La pareja a la distancia no ve y se acercan a nosotros, quería que Kath se asombrara al ver que Joss estaba acompañado, pero el sorprendido fui yo.

Cuando llegaron y la vi me impacto de inmediato, talvez eran sus ojos o su tímida sonrisa, no lo sé. Y en el momento en que la tuve cerca no pude dejar de mirarla.

—Oye vas a asustarla -la voz de Katherin sonó a una disculpa, pero no me importo.

Al parecer la nueva chica estaba asustada y el único culpable había sido yo, su rostro lucía un hermoso color rosa y sus ojos evitaban a toda costa mirarme.

—Disculpa a mi hermano, suele ser un poco molesto cuando se lo propone, pero no es un loco, descuida -sentí un leve golpe a mi costado seguido de otros dos.

—Parece que lo embrujaste -mi cuñado nos mira de una manera pícara. 

Talvez Joss tenía razón, esta pequeña jovencita me había dado un embrujo del cual esta mas que encantando de padecer.

—Chicos tengo que irme -la apenada chica habla por primera vez y se dirige a Joss- te hable sobre mi posible oferta de trabajo y no quiero decepcionar.




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