Aura

Viaje Inesperado

Aura

—En muchos años es lo mejor que he escuchado.

Me encuentro con Yessica mirando algunos vestidos en un lugar reconocido. No me gustó la idea de estar acá, pero no voy a negar que los atuendos que he visto me han maravillado, aunque sus precios también me han dejado sin habla.

Escucho lo que Yess me dice y lo repaso en mi cabeza. Después de salir de casa me dirigí -casi sin pensarlo- al hospital, pensé que alli me encontraría con Julián apenas llegara y afortunadamente no fue así; Daniel es su amigo y de seguro el estaría al tanto de todo lo que mi esposo, pero todo indica que a él también le oculta cosas. Siento que lo he juzgado mal durante años, él es muy diferente al hombre que dice ser su amigo.

Miro de nuevo a mi amiga quien no dudo ni un segundo en acompañarme, a pesar del tiempo que llevamos distanciadas ha estado ahí para ayudarme.

—Recuerdo haber visto una pieza que de seguro te dejara sin habla, es muy bello -comenta Yessica entre pensativa y sonriente.

Solo puedo sonreír a todo lo que escucho, gracias a ella tengo unos minutos de felicidad. La dependienta habla sobre unos diseños recién llegados, pero según sus descripciones, no me agradan. Yessica me mira para saber si quiero verlos y hago una seña con mi cara indicándole que no.

Según había escuchado uno de ellos tenía ciertas transparencias que de seguro llamaría mucho la atención y eso es lo último que quiero.

—Mi amiga necesita un vestido que sea discreto, pero elegante -habla Yessica muy segura- es para asistir a la inauguración de un centro médico. Creo haber visto un vestido que encaja con esos requisitos.

Empiezo a cansarme de tanto caminar ¡en una tienda! en busca de algo que no sabemos si existió. Veo un pequeño mueble y decido sentarme alli, mientras las dos mujeres siguen buscando.

Miro la hora, falta poco para que sean las tres de la tarde.

—Aura debes ver esto -grita Yessica desde un mostrador.

Me dirijo hacia ella y Yessica sale de detrás de unos estantes y en sus manos trae, lo que a mi parecer es, lo que tanto busco. El vestido es realmente hermoso. Dorados con algunos brillos, tirantes finos y nada escotado, aunque no es largo -como me hubiese gustado- de seguro me llegaría hasta las rodillas.

—¿Estás segura? ¿No es muy corto? -pregunto dudosa.

—Es un hermoso vestido corto -cometa la dependienta- como logramos ver sus tirantes son delgados, su escote no es muy pronunciado, este es de estilo en U; el tejido se encuentra bordado con delicados estilos florares hechos a base de cuencas y lentejuelas.

—Debes probártelo -asegura Yess- cuando lo vi la primera vez pensé en ti.

Las dos mujeres no dejan de mirarme, respiro resignada; tomo la prenda en mis manos y me dirijo al vestier, inclusive el lugar donde procedo a cambiarme es lujoso, no me alcanzaría la vida para lograr tener este espacio en mi casa. La tela es suave y eso solo indica lo costoso que puede llegar a ser; siento que se amolda perfectamente a mi cuerpo, como si se hubiera hecho para mí. Doy unos pasos, salgo de vestidor y me encuentro detrás de Yessica, quien se encuentra de pie hablando por teléfono.

—¿Qué te parece? -le pregunto algo nerviosa, mientras aliso el vestido por los costados.

La escucho despedirse de su llamada y al verme su rostro cambia rápidamente y ahora luce asombrada, se acerca a mí, da vueltas a mi alrededor y sonríe.

—Te dije que te encantaría el vestido, es perfecto para ti -señala.

—Concuerdo contigo -digo sin pretender sonar algo vanidosa- pero ¿ya viste el precio? no puedo comprarme algo así -hablo muy bajo- no tengo suficiente dinero y…

—El dinero es lo de menos –me interrumpe, restándole importancia a mis palabras- tómalo como un regalo, tú te lo mereces.

No puedo dar crédito a lo que escucho, me encuentro paralizada y muy asombrada, Yessica lo nota y me abraza, recibo su gesto con gran emoción y las lágrimas bajan rápidamente por mis mejillas.

—Te lo obsequio con una única condición -susurra a mi oído- diviértete y demuéstrale a tu jodido marido lo valiosa que eres y lo que se está perdiendo.

Rio un poco incomoda por su comentario, pero no puedo evitar pensar que puedo llamar la atención en la reunión, sentirme atractiva para cualquier hombre. Alejo aquellos pensamientos mientras me dirijo de nuevo al vestidor, regreso la costosa -no puedo dejar de pensar en eso- y delicada prenda a la dependienta para que sea empacada en una bonita bolsa y la veo de nuevo al salir de la tienda.

—Creo que ya tenemos la pieza principal del traje -la voz de Yessica está llena de energía, parece que es ella quien va a estrenar todo- solo hacen falta los zapatos, conozco un sitio…

—Por favor, no lo hagas -creo que mi voz salió mezclada con sorpresa, nervios y con total negación- en casa tengo varios tacones que de seguro me van a ayudar.

—¿Estas segura? -Yess me pregunta seriamente cree que le estoy mintiendo.

—Demasiado.

Veo que mi amiga lo piensa un poco y al final acepta; gastó mucho dinero en mí y no quiero que lo haga de nuevo. Suelta un suspiro de resignación y nos dirigimos hacia la zona de parqueo.




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