A pesar de desconocer su valor funcional, la autoestima cumple la función subjetiva de monitorear hasta qué punto un individuo es valorado como un miembro deseable en grupos y relaciones interpersonales. De tal forma, en casos de autoestima baja, un incremento de la misma está orientado a aumentar o restaurar la inclusión social.
"Las personas con baja autoestima son más vulnerables a desarrollar depresión a través de vías tanto interpersonales como intrapersonales. Desde la perspectiva interpersonal, buscan excesivamente la aprobación de los otros, lo que puede conducir a problemas en la interacción, aumentando en consecuencia los síntomas depresivos", explicó Fernando Torrente, director del Departamento de Psicoterapia Cognitiva de INECO.
Quienes tienen baja autoestima, suelen buscar un mal feedback como forma de verificar su propio autoconcepto negativo, lo que genera rechazo por parte de personas cercanas y podría socavar el apoyo social y aumentar el riesgo de depresión.
"Desde un punto de vista intrapersonal, la baja autoestima genera un aumento en la presencia de pensamientos negativos sobre uno mismo, lo que resulta en sí mismo en un aumento en los síntomas depresivos", agrega Torrente, que también ocupa el cargo de Director de la Carrera de Psicología de la Universidad Favaloro.
Ya sea por una búsqueda excesiva de aprobación, por una búsqueda de feedback negativo o por un aumento en la presencia de pensamientos malos sobre uno mismo, la baja autoestima parece influir en los síntomas depresivos de la persona aumentando la vulnerabilidad de desarrollar depresión.
Quienes viven en sociedad tienden a identificarse con grupos y valores culturales, ya que eso les permite perpetuar su supervivencia y, en consecuencia, reducir el miedo a la muerte. "Una autoestima elevada funciona como un efecto amortizador frente al miedo a morir y, en consecuencia, genera un descenso en la ansiedad que la idea de finitud genera", sostuvo Liliana Traiber de la Clínica de Ansiedad y Estrés de INECO, "Desde la presente perspectiva, la autoestima es el sentimiento que uno mismo es un objeto de valor primario en un universo significativo, funcionando como una defensa primaria ante la ansiedad que genera la conciencia de vulnerabilidad y muerte."
Al momento del tratamiento de los trastornos asociados a la ansiedad y a la depresión es fundamental mantener niveles elevados de autoestima. En tal sentido, Emilio Compte –un especialista de esa misma clínica- sostuvo que de esta manera "se reduce notablemente el riesgo de desarrollar depresión y se disminuye la ansiedad, ya que estos síntomas afectan distintas áreas del desarrollo personal como el trabajo, relaciones interpersonales y la salud." Un buen nivel de autoestima permite un mejor desarrollo personal, a la vez que previene el desarrollo de trastornos psicológicos