Autores Anónimos & Mentirosos

¿Aileen? ¿Brayan?

Aileen

El teléfono sonó como si fuera una alarma equivocada, me desperté de golpe, con el corazón latiendo como si hubiera corrido desde Ceibs hasta Lebs, la habitación esta oscura, silenciosa, y yo hecha un desastre durmiente. Miré la pantalla, un número desconocido, otra vez. De veras ¿Quien llama a las 2 de la mañana un Lunes? Contesté con la voz atrapada entre la almohada, el sueño y el miedo que me genera contestar esta clase de llamadas.

-¿Hola? -mi voz es suave y un poco tensa por no decir mucho.

-¿Señorita Williams? -dijo una voz femenina, rápida, nasal, con un acento que no lograba ubicar. ¿Francés? ¿Canadiense? ¿Una mezcla extraña de ambos?

No es la misma que me llamo cuando estaba en Lily eso lo tengo claro.

-Sí -respondí, incorporándome de una maestra lenta- soy yo.

-Le llamamos del comité de los LIT, necesitamos que este puntual en el centro de registro a las 6 en punto.Sin el registro, no podemos activar la fase de votación del público. Es obligatorio para todos los finalistas.

-¿A las seis? -repetí, aún procesando- ¿Hoy?

-Sí, hoy, en unas 4 horas. Le enviaremos la dirección por correo y por favor, confirme que recibió el mensaje.

-Lo haré -dije, frotándome los ojos- gracias por avisar, mi asistente irá en mi lugar.

- De acuerdo-dijo- y dígale que traiga una identificación, necesitamos verificar su presencia por parte del protocolo.

-Entendido, yo sé lo diré.

Sin más la mujer colgó, y yo me quedé con los nervios mirando el techo. El acento era gracioso eso no lo niego, imagínense estar cantando cada palabra sin querer, bueno así la escuche. Pero volviendo al tema el mensaje es claro:

Hoy empieza todo.

Con pesar me levanté de la cómoda cama, fui al baño y me miré en el espejo. Parezco un labubu -ese muñeco popular entre los niños-con cabello negro y platinado despeinado. Apoye mis manos en el lavamanos y respiré hondo. Cuatro horas y una identidad que no debe revelarse, puedo con eso ¿Verdad?

-Vamos, Rose -murmuré al reflejo- es hora de registrarte.

El reloj marcaba las 4:12 a.m. y la ciudad aún dormía, por más que yo si quiero hacerlo no puedo por algo llamado trabajo y necesidad. La luz del baño es suave, amarilla, como si supiera que no debe molestarme más de lo necesario. Me miré en el espejo, ojeras controladas, piel tersa, boca cerrada, parezco tranquila y no lo estoy.

Abrí el estuche de skincare que siempre llevo conmigo y saqué lo de siempre: Limpiador, tónico, suero, crema hidratante, protector solar, aunque aún no ha salido el sol aún. Cada paso es una forma de decirme a mi misma: estás aquí, estás viva, estás lista. Me lavé la cara con movimientos lentos, como si pudiera borrar el miedo que siento, el suero es de lavanda que me recordó a casa y a Lukas. A las noches en pijama donde el mundo no pedía nada.

Me puse la crema con cuidado y la hidrate con paciencia Cuando terminé, me senté en la cama y abrí el bolso el cual no es grande y no necesita serlo para lo que normalmente llevo.Metí lo esencial: mi identificación, tarjeta de crédito y dinero en efectivo, la tarjeta del hotel, mi cuaderno de notas por si me inspiro, un bolígrafo negro por qué entonces ¿con que voy a escribir? ¿Con las uñas? Gafas de sol, un labial discreto, auriculares para cuando no quiera escuchar más y chocolates.

Me levanté y me puse la chaqueta gris que Gaby eligió. Me miré en el espejo una última vez antes de salir. Todo esta en su lugar menos yo. No es Lake ni Rose la que éstoy viendo ahí, no, es Aileen vestida y lista para ser parte de algo que no puede nombrar.

Tomé el bolso, respiré hondo y con el corazón en la mano salí. El taxi ya venía y yo más o menos recuerdo Ceibs, después de todo aquí viví por más de 15 años. El trayecto hacia el comité de los LIT fue como una eternidad de 6 minutos sobre ruedas. Al llegar observé distintas personas con diferentes idiomas o vestimentas, ellos destacan más que yo así que no debo preocuparme por eso. Al llegar a la administración escuché un anuncio en los altavoces:

📢 - Bienvenidos a todos escritores, esperamos que estén disfrutando de esta oportunidad para impulsar más su carrera, felicitaciones especialmente a los finalistas de las distintas categorías, sus obras están aquí por una razón en común, todos llegaron al corazón y mente de la comunidad y la sociedad, esperamos que se sientan cómodos el miércoles por la tarde habla una charla y una cena con los jueces que tomaron la difícil descicion de elegir entre tantas obras de arte.

Apenas terminó el anuncio por los altavoces y yo de registrarme me levanté de la silla con la urgencia de alma que se lleva el diablo, llevo demasiado tiempo en terreno enemigo me dirigía hacia la salida con pasos rápidos, esquivando maletas, credenciales colgando y conversaciones en voz alta pensando en una sola cosa.

<< Debes irte Aileen>>

Y entonces en la penumbra de mis pensamientos, claro, tuve que choquar con alguien random como en las novelas que escribo.

<< Te llegó el karma por lo que les haces a tus personajes>>

El golpe fue firme, hombro contra pecho, yo retrocedí un paso y el también. Mi corazón se detuvo al ver la silueta frente a mi, traje oscuro, altura familiar y perfume caro.

<< No, no puede ser el aquí y ahora>>

-Perdón -dije, sin levantar la vista tartamudeando de los nervios.

- No pasa na...¿Aileen?

Respire al escuchar la voz, no es la del lobo pero aún así se que la eh escuchado antes pero ¿En dónde? Levanté la mirada y ahí estaba alguien familiar, era Brayan, con su sonrisa intacta, su barba más definida, y sus ojos marrones que aún parecen saber demasiado sin decir nada.

-¿Brayan? -pregunté, como si mi cerebro necesitara confirmación visual.

-¡No puede ser! -dijo él, abriendo los brazos como si el comité entero debiera celebrar el reencuentro- ¡Eres tu! ¿Dónde te habías metido?




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