Autores Anónimos & Mentirosos

¡¿Qué te pasa Gabriela?!

Aileen

— Ya te dije que estoy bien. —respondi distante, hace menos de dos minutos me reencontre con el lobo feroz de mi cuento y no se que me pasa.

La cabeza no me ha funcionado, mi cuerpo no responde, pareciera que mi corazón quisiera ser arrancado de tan rápido que late. Yo me considero una persona resiliente, calculadora, lista y aveces difícil de tratar, pero, cuando veo a un hombre guapo, fuerte, con liderazgo y positivo no puedo evitar sentirme atráida y más cuando son atentos, no se que me duele más en este momento, si el tobillo que me palpita y está rojo e inchado, o el corazón después de ver a quien ame con todo mi ser y quien me apoyo para después tirar todo por la borda.

— Tu tobillo está hinchado y rojo Aileen, así que no me digas que estás bien cuando no es así. —refuta Charles el cual no acepta replica alguna de mi parte.

Estoy molesta, furiosa, enojada, consternada, alterada y un sin fin de emociónes más, ¿Y saben por qué las siento? Por qué mi corazón está traicionando a mi orgullo. Mi cabeza me repite una y otra y otra vez que ya lo superamos, que ya no es nada para nosotras y podemos curarnos nosotras mismas, no necesito su ayuda, pero mi corazón como si tuviera pensamiento propio quiere aceptar la ayuda de Charles, y eso no voy a permitirlo.

— ¿Disculpa? ¿Y tú qué sabes de mi como para inferir eso?

—Dios dame paciencia por qué si me das más fuerza... —murmura algo al final que se me dificulta oír.

Charles se pasa las manos por la cara y suspira, yo quien a estado apoyada en la pared desde que me levanté siento como de un momento a otro sus brazos me sostienen con una agilidad inexplicable, como quien ya lo ha hecho antes y está familiarizado con la sensación. Yo me quedo atónita ante eso, por qué no expecte que lo hiciera, mi calor corporal aumenta, viendolo así el se ve más demacrada, tiene más ojeras y su cabello está un poco más largo que antes.

<<Acepta su ayuda, la necesitas Aileen. ¿O quieres caminar como un pato?>>

Esa no es la voz de mi cabeza, lo juro, ¿Y esque ahora estoy tan loca que escucho más voces? Sea quien sea no la escuchare. Trato de liberarme pero en mi afán de hacerlo tropiezo y no caigo por qué me están sosteniendo.

— Quieta, ¿O quieres besar el suelo otra vez? Te tomaré fotos si lo haces. — Amenaza, que bajo a caido, ¿amenazar a la gente con vergüenza?

La verdad es que fácilmente sería yo, cuando se trata de pasar vergüenzas, Aileen Rosa Torres es una experta.

— Ah, con que esas nos tenemos, que bajo has caído, poco hombre. —escupo sin remordimiento, no se que me está pasando, creo que todo mi despecho y dolor me están haciendo actuar así, me siento como una adolescente rebelde de 17 peleada con su.... No, nada.

— Ja. ¿Disculpa? Mínimo yo no soy alguien terco, obstinado, orgulloso, vanidoso, ¿Quieres que siga?

Rechino los dientes, te odio te odio te odio, ¿Qué te pasa maldito mequetrefe? Eso es pasarse más de la raya, el karma por lo que les hago a mis personajes ya me llego.

— ¿Así? Pues..... —Charles levanta la mano en un gesto de callar.

— Suficiente —dice firme— vas a quédarte quieta si no quieres que-

— ¿El que?—interrumpo— ¿Qué me stalken el pasado? ¡Paso! —replico.

—¡¿Bueno y esque no puedes quedarte callada por un instante y dejarme hablar?! Qué maña la tuya de no escuchar.

Charles aprieta su agarre en mi cintura y me pega más a el, seguido de eso murmura algo que no escucho y ni que quería.

— Quietecita te ves más bonita Aileen, así que será mejor que te quedes así y me dejes ver tu tobillo. —la forma en la que lo dice hace que mi corazón se sienta más atraído, lo dice con una preocupación que parece genuina.

Y por alguna razón que desconozco estoy tentada a hacerle caso, cuando el ya estaba agachado para ver mejor mi tobillo en un tris muevo el pie y lo escondo detrás de mi otra pierna. ¿Creías que te daría el lujo? No mi vida. Pero rápidamente siento un dolor punzante que hace que grite, me tapo la boca para ahogar mis gritos de dolor, ¡Duele maldición! ¡Duele!

— ¡¿Ya ves lo que te pasa por terca?! Maldición Aileen, apuesto a que un pollito de feria dura más que tu.

—Tsk. Cómo si fuera a- ¡Auch! ¡Duele! —grito.

— No quería recurrir a esto pero no me dejas de otra, mujer terca. —dos segúndos después de decir eso Charles me alza en brazos estilo princesa mezclado con villana.

Mi calor corporal aumenta más, fiebre me va a dar a este punto, no necesito ver un espejo para saber que estoy toda roja de la vergüenza y el coraje que me da, trato de mover las piernas pero Charles refuerza aun más el agarre de su otra mano en ellas para que no lo haga.

— ¡¿Que haces?! ¡Bájame que puedo caminar! —le grito, a lo que el solo me ignora y eso me frustra más.

Charles no me habla ni dice algo durante el trayecto a o que parece ser ¿La enfermería del lugar? No lo sé, pero huele a desinfectante y tiene una camilla, unos estantes con libros, medicinas y decoraciónes. En cuanto el entra una señora nos recibe. Creo que es la enfermera por su vestimenta.

— ¿Qué sucede señor Blake? —pregunta la mujer mientras se desinfecta las manos.

— Se torció en tobillo—dice y me alza un poco, más enojada no podría estar, trágame tierra y escupeme lejos como el cargador que me desapareciste y jamás volví a ver.

— ¿Podría dejarla en la camilla? Debo examinar su pie.

No sé a quien prestarle más atención, si a la señora que me ve como si fuera algúna especie de bicho raro de lo roja que estoy o si a Charles el cual tiene una expresión un tanto sombría, sin mencionar que su agarre en mi está lejos de aflojarse. Al final el suspira y siento su majestuoso calor en mi cuello, una sensación de placer y alegría se cuela por mi mente, sacudo la cabeza ante la idea de disfrutar de eso. ¡No! ¡Nunca pasará! Charles me deja sobre la camilla, cualquier otra persona me habría dejado y se habría ido pero este, este hombre no lo hace, se va a un rincón de la oficina y se queda ahí apoyado en la pared.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.