Autores Anónimos & Mentirosos

¡No puede estar pasando!

Aileen

¡Es hoy, es hoy! La premiación es hoy, y quiero salir corriendo lejos de aquí, ¿Puedo? No ¿Quiero hacerlo? Si ¿Qué me limita? Mi pie. Bufo ante eso por qué voy con el pie vendado, las vendas que utilizo son del mismo tono de mi piel y en parte es bueno por qué no se echan de ver demasiado. Lo malo es que no puedo usar cualquier clase de zapatos.

Decidí usar unos zapatos cómodos, son escolares pero no me aprietan tanto. Me gusta mi vestido azul marino profundo, es ajustado al torso, decorado con aplicaciones de encaje y estilo off-the-shoulder con una malla transparente en el escote. El cinturón a juego define mi cintura y acentúa mi silueta de ensueño.

La falda es de corte high-low, más corta al frente y larga en la parte posterior, confeccionada en capas de tul, Brayan me ayudó a elegir este vestido, fue linda la manera en que me describió usándolo, según el sería una especie de ninfa del agua que salió de su sueño para calmar la marea tormentosa de su vida, sigo sonrojandome de solo pensar en el, Brayan me ha estado demostrando cuánto le interesó y lo que está dispuesto a hacer y respetar por mi.

Debo admitir que si bien yo eh estado pensando en darle una oportunidad aún hay algo que me limita, mi mente me dice que tenga cuidado y mi corazón no quiere aceptarlo como algo más que amigo, pero aquí no hay lugar para el corazón cuando de amor a otros se trata por mi parte. No todo es maravilloso en el amor, y eso lo se.

Alguien toca la puerta de la habitación, me veo en el espejo y en parte me gusta lo que veo, veo a una mujer fuerte, empática, y que sabe lo que quiere hacer, y por quienes quiere hacerlo. Una mujer decidida y agradecida con todos los que la levantaron para estar aquí.

— ¡Ya voy! —grito, cuando ya estoy por abrir la puerta, respiro hondo y después de alentarme a mi misma, la abro. Detrás está Brayan, en un traje de tres piezas azul marino, profundo y sobrio a juego con mi vestido, aunque la diferencia es que el usa una corbata color beige claro y yo solo llevo mi bolso de ese color.

— Wow, Aileen, te ves de infarto —el se queda boquiabierto al verme, como ya he dicho antes soy consciente del buen estado de mi físico y eso me hace sentir más segura sobre mi misma, y más ahora que estoy empeñada en mostrarle al Lobo que estoy mejor sin el.

Esto es un paso pequeño para mí corazón y uno grande para mí orgullo.

— Gracias, ti también Brayan, debo admitir que te ves, guapo. — la manera en la que lo digo es tierna pero con un poco de sensualidad, les diré algo, el juego de seducir me lo se por que de vez en cuando lo utilizaba para que cierta persona se le bajara el enojo que yo le generaba.

Brayan se estremece ante mi tono, ya tenemos más confianza pero aún así el sigue respetando mis desiciones y no hace nada que yo no quiera —lo cual me encanta— me toma en cuenta y me apoya, ¿Que más puedo pedir? Tomo mi bolso, mi teléfono, y un par de zapatos extra, ya saben, por si me cansan estos y quiero quitarmelos.

— ¿Me cargas hasta la salida? —le pregunto a Brayan en broma.

— ¿Por qué no? —sin más el me carga como una princesa y toma el ascensor conmigo en brazos.

Yo me quedo estupefacta y encantada, no se por que pensé que no lo haría, es Brayan por dios, el obviamente me tomaría en cuenta y se lo pidiera o no siento que lo hubiera hecho de todos modos.

— Sabes pensé que no lo harías. —digo mientras aprecio su rostro.

— Pensaste muy mal —el ríe y eso me agrada.

Otra cualidad de el es que sabe lo que quiere y es seguro con respecto a sus decisiones, se hace cargo de sus acciones y es alguien bondadoso y ¿Ya dije que me gusta? Bueno, ya están conociendo a la Aileen enamorada, o bueno, la que se hace la difícil. Cuando salimos del hotel, Brayan me baja cuando ya estamos en el estacionamiento y seguido de eso me abre la puerta de su auto, yo entro y luego el en el asiento del piloto, cuando arranca el auto bajo un poco la ventana para sentir el aire frío de la noche.

— ¿Te gusta sentir la brisa fría? —pregunta a lo que yo asiento.

— Si, y mucho, Lukas suele decir que soy como los perros cuando les bajas la ventana en un viaje. —suelto a lo que Brayan se carcajea a más no poder.

— No te recordaba tan boca floja y que lo dijeras con inocencia, que yo recuerde tu eras tremenda contestona. —dice a lo que yo me averguenzo y esque Dios, si lo era, solía responderle a todo lo que me rozara con una rabia que parecía que se me subía el azúcar.

— ¡Oye! No soy tan boca floja —finjo estar indignada— y para que los sepas yo te recordaba más cacahuate. Ni tomar el volante podías. —Brayan para el auto de golpe a lo que yo me asusto.

— ¡Mierda! ¡¿Piensas matarnos?! —exclamo asustada y enojada.

— Ah, ¿No que el cacahuate era yo? —Brayan me ve con burla y yo lo fulminó con la mirada, voy a matarlo. ¡Agarrenme que lo hago!

— Tsk —blanqueo los ojos— mejor date prisa que ya deben estar premiando.

¿No les dije? Tal vez se me olvidó mencionarles que vamos a llegar un poco tarde a la gala, solo vamos a estar el rato de la premiación a mi categoría y después nos iremos, se que se escucha mal pero por más que quisiera quedarme no puedo por dos razónes, la primera es que mi pie no me lo va a permitir, y la segunda, es que por ahí puede a andar el lobo feroz.

<<Con traje y todo>>

Ya volvió esa fastidiosa voz en mi cabeza que no sabe más que admirar al enemigo, la odio por eso. Veo mi teléfono y entro a los mensajes con Lukas el cual está más emocionado que yo:

— 📩 ¿Ganaste? ¿Cómo te va? ¿Me vas a traer mi recuerdito?

Sonrió al ver que ni por mensaje deja de ser un adulto niño.

— ✉️ Aún no hemos llegado, y me está llendo bien, no genial ni asombróso pero es agradable, Brayan es buena compañía. Qué si pesado, si te voy a comprar recuerdito 🙄.

Lo envío y en milésimas de segúndos ya estoy leyendo la respuesta del adulto niño de mi hermano.




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