Aileen
— ¿Quien chuchas llama a esta hora? —cuestiono al escuchar el nightcore que tengo por tono de llamada.
Medio abro los ojos y con una pereza en la mano empiezo a tocar lo que pueda hasta encontrar mi coso. Una vez lo diviso y tomo me cega la luz de este, ese brillo esta como al 1000 % , miope. me voy a quedar que ni Dios lo quiera. Soy muy joven para usar lentes, aunque pensándolo bien me vería bien. Esque todo me queda bien.
¿Ya ven como soy cuando agarro confianza? Ahora me aguantan por qué de mi no se libran.
Un número desconocido me está llamando a las 3 de la mañana un viernes, ni siquiera estamos en octubre para que me salgan con esta clase de bromas de muy mal gusto. Deslizó el icono de recibir y cuando me llevo el teléfono a la oreja un grito de los mil demonios me rompe el timpano.
— ¡¿Donde estas mentirosa hija de la madre que te parió?! —grita un voz que aún histérica se escucha sensual.
—¿Quien habla? —a mi nadie me va a importunar mi sueño, mucho menos sacarme de mis casillas tan de mañana y mucho menos el.
— Jodida madre, no te hagas la que no sabes quién soy, dime dónde mierda andas. —ordena con lo que parecen ser celos y descontrol, un cóctel vengativo no me vendría mal.
— Uno, saluda lobo salvaje — lo tacho de incivilizado— dos, no me éstoy haciendo nada, y tres, en la camita de mi casa ¿Dónde más podría estar?
— ¿Por qué me dijeron que no vas a venir a trabajar hoy? —pregunta con visible molestia.
— Por qué estoy de vuelta en Lebs —confieso medio adormilada.
— Y no me dijiste —reprocha.
— Yo no —el me corta.
— Tenías que, tenemos un trato Aileen, no me mientes e ignoras y yo te doy tus génerosos bonos, así es la cosa, y te diré yo que con esa información ya te baje como 500 dólares de tu bono de navidad.
— ¡No! —bramo
— ¡Si! —grita
— Te lo dije mentirosa, no juegues limpio y voy a tener que jugar igual, advertída ya estás, Buenos días.
— ¡No espera no seas un Jefe carreta! — cuelga y me quedo como tonta con las palabras en la boca.
Lanzó mi teléfono y me pongo a patalear y aguitarme como si fuera una niña haciendo rabietas, no me puede hacer eso no, no a mí, que le pasa, como me hace eso, no mi dinero, mi dinero, me duele mi dinero, ¡Jefe de mierda! Mi dinero, tanto que me cuesta hacerlo.
.................
— Y bien, ¿Ya acabaste el banner públicitario para las pasantías? —me pregunta el lobo por llamada.
— En eso estoy tirano, que diga señor Blake. —me corrijo antes de que me quiten más dinero.
— Más te vale, eso debe estar terminado para mañana hora Ceibs, recuerda ser eficiente Torrez, no querrás perder otros 500 dolares ¿O si? —Charles se ríe y no hace más que alimentar mi enojo por el.
<<Me vale una hectárea de mierda lo que quieras hijo de tu puta madre que te parió, mejor agradece que no te hice una venganza estilo Marry My husband o The glory, por qué ahí te dejo sin un solo centavo. >>
Quisiera decirle todo eso y más pero me abstengo de hacerlo por que seamos honestos, por mi carácter pasivo agresivo por veces me puedo meter en problemas y más cuando es en un trabajo y mi jefe es mi ex celoso, traiciónero, infantil, guapo, adinerado, inteligente, caballeroso......
Pellizquenme cada vez que lo halage o algo por el estilo por qué yo no debo, no voy a dejarme enamorar es más debo pensar en cosas horribles para no fijarme en lo guapo y sensual que es, malditos pensamientos pecaminosos salgan de mi, mejor véngase cuándo esté leyendo Dark Románce o viendo a un papucho como Teru Minamoto.
¡QUIERO UNO! ¿Por qué no existen hombres como el? En lugar de más pendejos deberían existir exorcistas guapos y nobles, no lobos descarriados, explotadores y soberbios. Mis fantasias bizarras se ven abruptamente interrumpidas por el aullido de un intento de licántropo de Crepúsculo de temu el cual solo sabe burlarse del prójimo nada más por tener billullo.
— ¿Qué clase de fantasía erótica tienes que estás mordiendote el labio y sonriendo así? —quede mínimo común multiplo, verbo to be, no me escucharon pero si me están juzgando.
— Nada nada —tartamudeo un poco sorprendida.
— Mientes —dice firme— ¿A quien te estás comiendo con la mente? —gruñe.
— A alguien que si vale pena —me descontroló a lo que Charles ríe maquiavélicamente y me asusta.
— Pues será un personaje ficticio, por qué para ti nadie vale pena —dice con sarcasmo.
— Tu expectro del infier......
— ¿1,000 dólares menos? —pregunta.
— Como decía, usted es un gran jefe señor Blake, es noble y resiliente. —me trago el orgullo por mi dinero.
<< Aja ¿No que no le darías el gusto de nada?>>
Pregunta la voz de mi cabeza a la cual le saco el dedo medio internamente, ese jodido dinero me tiene así de controlada, te falle Paquita la del barrio, me estoy dejando de una rata de dos patas que me explota laboralmente y encima aún siento algo por el.
— Así me gusta Torrez —felicita— que reconozca las cosas como son.
<< Si, aunque pareciera que me tienen más vigilada que un preso. >>
Continúo editando los banners para la temporada de pasantías, durante esta temporada los estudiantes que van a finalizar sus estudios pueden ir probando distintos trabajos que les llamen la atención en lugares conocidos, cuando yo hice mi pasantia la vine a hacer aquí en Lebs y si bien estaba alegre de estar junto a mis amigos y hermano, me sentí triste y sola en algunos.... aspectos.
El banner que estoy desarrollando específicamente es con temática de novelas juvenil, lo primero que se me viene a la mente son tonos fríos pasteles y dibujos abstractos pero que puedan mantener la idea principal. Cuando dibujo, escribo o decoro al inicio no tiene forma ni sentído pero al final termino amando el resultado. Siempre que me cuestionan en ese aspecto lo que digo es: