Aileen
— ¿No piensas ayudar? —pregunta Lukas con sarcasmo al verme acostada en el sofá.
— Mmm...no, así estás bien esperanzito pero te falta aquí. —dejo caer una de las papas que estoy comiendo.
— El palo de la escoba te voy a quebrar en el lomo quija de la madre. —se endereza y le da vuelta a la escoba.
— Intentalo. —lo reto, hoy ando desatada.
Lukas empieza a corretearme por toda la casa, yo salto y esquivo muebles aunque también le lanzó alguna que otra cosa, cuando éstoy acorralada frente al televisor, Lukas se acerca amenazante y con las ganas de quebrarme esa escoba en la espalda.
— ¡Perate! Podemos negociar esto.—sugiero aterrada.
— Haber pensado en eso antes de molestar, gata mala. —me ofende cosa que hace que ahora sea yo la que lo corretea.
— ¡No soy una gata! —grito furiosa tratando de pegarle.
Estoy tan afanada en hacer eso que ni cuenta me doy de que tocan la jodida puerta y Lukas aprovecha el momento para librarse de mi furia. Asomo la cabeza para ver quién es y mi instinto asesino se disipa al ver a Brayan al cual Lukas usa como escudo humano, se ven patéticos y adorables.
— Pero miren quién es, mi cuñado favorito, ¿Te trata bien? —cuestiona Lukas viéndome fijamente, yo aún tengo la maceta que iba a lanzarle.
— Si —bufo molesta.
— No era a ti que te preguntaba, era a Brayan. —dice acariciandole la cabeza a este último, yo me sorprendo, mi hermano ya me cambio, mi hipótesis de que es gay está siendo confirmada.
— Pues a mí me gusta como me trata. —confieza un alegre y carismático Brayan.
— Solo ten cuidado, ella come, duerme, pega y molesta mucho, no me la devuelvas al día siguiente.—dice mencionando demás Lukas, al cual voy a asesinar sin dudar.
— ¡Lukas Alberto te mato! —exclamo furiosa volviendo a corretearlo.
— Brayan controla tu fiera. —le ordena Lukas avivando más mi vergüenza y enojo hacia el.
— ¿Aileen podrías calmarte, por fa? —pregunta Brayan con ingenuidad y ternura, quisiera apretarle los cachetes y algo más.
<< Espera, espera, controla a esa loba salvaje descarilada que tienes dentro, ¿Que no ves que nos van a censurar? >>
Te friegas voz de mi cabeza, si no te gusta ponle flores, así soy y así me quedo, mentira voy a tratar de cambiar pero no prometo nada. Bajo la maceta y Lukas va a abrazar a Brayan aferrándose a el como el dramatico que es, yo solo puedo enrojecer más mis ojos del coraje que me da, Brayan está defendiendo a mi hermano.
Como lo oyen, MI HERMANO se está saliendo con la suya y nadie le dice o hace nada, quiero ahorcarlo de todas las maneras posibles. Una vez rectifican que ya no tengo intenciones asesinas, Lukas se despega de Brayan y yo procedo a acercarme a este último.
— ¿Que te trae por aquí Brayan? —pregunto con una dulzura que vaya a saber yo de dónde mierda salió.
— Gaby me mandó, dijo que debíamos irnos a probar los trajes y vestidos para la boda —el se pasa la mano por el cabello— bueno, creo que llegué en el momento menos indicado.
— No digas eso Bray —dice Lukas con un diminutivo patético y horrible, ¿Bray? ¿Qué clase de apodo es eso? Para eso mejor que el diga Bra de brasier— de no haber sido por ti tal vez yo ya estaría muerto por el cuervo sangríento que crié.
Lukas empieza a bajar la voz y a sonarse la nariz con un pañuelo que se lo a de haber sacado del culo por qué no hay explicación lógica, yo sin embargo, me acerco a Brayan y me dejó abrazar por el, Lukas si lo fulmina una que otra vez con la mirada pero no quita su expresión dramática y victimizada.
— Si nos disculpa, nos vamos. —abrazo el brazo de Brayan y empiezo a dirigirnos a la salida.
— Esperen, voy con ustedes. —dice Lukas llendo a su habitación para ponerse otros zapatos.
Yo tomo mis llaves con suma rápidez y saco a Brayan el cual se me queda viendo y después levanta la vista a la puerta, no tengo tiempo que perder y tomo su mano para que vayamos al ascensor.
— ¿Que acabas de hacer? —pregunta ingenuo.
— Deje a mi hermano botado, ¿No es obvio? —inquiero con sarcasmo.
— Eres mala. —murmura.
— ¿Hasta ahorita te das cuenta? —pregunto alzando la ceja.
— Me gustas más así. —me abraza por detrás y me hace cosquillas.
— ¡No, para! —digo entre carcajadas.
Brayan para de hacerme cosquillas y el ascensor se abre.
— Señorita Aileen —saluda Frank, el portero de turno.
— Frank —saludo.
Brayan también lo hace y después nos vamos en su auto, admito que no se conducir y podría aprender, tiempo tengo, auto no. Una vez llegamos a la tienda de Sandra somos recibídos por el grupo quienes están divididos en hombres y mujeres, ya se a dónde va esto, nos vamos a separar y cada quien con su grupo van a entrar a el opuesto de tienda.
Perdón por no decirles que frente a la tienda de Sandra está otra que vende trajes para hombre, nos acercamos al grupo y somos bien recibidos.
— Te tardaste Brayan. —recrimina David, el soltero del grupo.
— No me miren a mi. —dice Brayan viéndome.
— A mi tampoco —recalco— Lukas es el culpable.
— En vez de ser su hermana pareces su hater. —dice Eliza la cual esta vestida extraña, como si no quisiera que la vieran hoy.
— Bueno, ushkenle. —dice Gaby guiandonos a nosotras dentro de la tienda.
La tienda de Sandra es grande de dos pisos, en el piso de abajo está parte de los vestidos y en el segundo están los probadores y la otra parte de los vestidos, sin mencionar lo grande que es la bodega. Después de subir arriba las escaleras infernales, Eliza y yo nos sentamos en los sillónes mientras Sandra trae los vestidos que Gaby aparto para probarse.
Siempre creí que la primera en casarse iba a ser Eliza pero ahora veo que es Gaby, no puedo evitar pensar en que la primera pude haber sido yo, de no ser por qué el lobo tirano me traicionó y eso no se perdona ni en pedo. Éstoy segura que ni borracha lo perdonaría, ni aunque me hiciera ojitos o me abrazar fuerte y me besara como la última vez, bueno, ni que quiero.