Prologo

Charles

Hace un día

— Dime qué es lo que ella está haciendo que no me contesta —le ordenó por teléfono a mi informante.

— Charles, Aileen está en San's Emporium, está acompañandonos, Gabriela se casa mañana y quería que la ayudaramos a elegir su vestido como por quinta vez, y también los nuestros—me cuenta a lo que yo aprieto el puño.

Desde que Aileen volvió a mi vida en aquel pasillo me jure que la recuperaria cueste lo que cueste aún eso signifique obstigarla a ella y a otros. No me agrada la idea de que ella este tan cerca y lejos de mi, pero por algo se empieza, he tratado de ser bueno con ella, de hacerlo a las buenas pero solamente no accede, estoy harto de que solo me dirija la palabra y me conteste por mi dinero.

Se que por ella soy capaz de hacerlo todo y eso se extiende al punto en que ahora la estoy vigilando por qué no confío en que se mantenga a raya, me encargue de que regresarán a Brayan cuento antes, verlo cerca de mi mujer me hierve las venas y la sangre, el no debería tocarla o siquiera atreverse a mirarla.

Si matar fuera legal yo ya lo habría hecho y el sería mi primera víctima, la furia en mi es tan fuerte que parece terminar, no hay noche o día en todos estos años que no haya pensado, soñado, o añorado estar junto a ella, su risa, sus insultos, y su amor. Llámenme enfermo por pensar así pero se los repito, cuando se trata de ella soy capaz de hacerlo todo.

— Eso ya lo se, lo que quiero saber es con quién irá —solicito a lo que me dice que irá con Lukas.

Menos mal, no tendré que asesinar a nadie por acompañar a lo que es mío a la boda de alguien más, lo que si me remueve el corazón es pensar en que ella verá a otros casarse pero por su obstinado y terco carácter no lo hará, bueno, si arreglamos las cosas mi oferta de casarme con ella sigue en pie, tendría que conseguir otro anillo y un lugar decente pero mejor me sigo centrando en mi misión principal:

Abrirle los ojos para que vea que aún me ama

Eso es algo que tengo muy claro, ella aun siente algo por mi pero lo reprime, lo presencié cuando estábamos sentados en el sendero, habían momentos en los que ella se reía y se dejaba tocar de la mano, si, ella al darse cuenta obvio que me alejaba pero cuando no lo hacía en el momento me hizo ver que la Aileen que conozco y amo sigue ahí.

Puede tratar de ocultarlo pero para mí no hay vuelta atrás, ella me sigue amando y yo le voy a hacer ver eso.

— Charles por favor, deberías tratar de reconsiderar todo esto, ¿No te has puesto a pensar en que ella.....

— ¿En qué ella que? Te recuerdo que soy uno de tus mayores patrocinadores, así que si no quieres que tú carrera acabe más te vale no meterte entre ella y yo, ¿Me oíste?

— Si charles. —afirma ella.

Me eh convertído en la clase de persona que siempre negué querer ser pero tengo mis razones y se que aún tengo salvación, se que puedo cambiar pero para ello lo que más necesito es tenerla a ella a mi lado, estoy loco, loco de amor y enojo por la mentirosa más importante y perfecta de mi vida.

— Más te vale, no le quites el ojo de encima ni para ir a su casa, de eso dependes. —sentencio y cuelgo la llamada.

Aileen me va a matar cuando se entere de todo lo que hago por tenerla de nuevo pero no me importa, no me importa nada más que ella y nosotros. Ella en algún momento va a querer que la escuche y lo voy a hacer para que vea que eso fue lo que tuvo que haber hecho desde el inicio y así ahorrarse todo lo que desató en mi.

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— Vaya, que hermosa comunidad está. —dice Caín extasiado por las mujeres que mira en lugar de el paisaje.

Esto es pasarse de la raya pero me vale hacerlo, Aileen no tendra de otra mas que hablar conmigo, después de abofetearme, claro está, no me preocupo por el resto de gente que haya total, dándoles una indemnización se les va el susto.

— Mantente frío, ojo alegre, recuerda por qué te traje. —le digo sonriendo.

— Das miedo cuando sonríes, pero si, lo recuerdo, me trajiste para...

— No me recuerdes el plan, tonto, con saber que te quedó claro me basta, date prisa que me dijeron que ninguno de los dos está.

— Como órdenes, hermano.

Caín y yo entramos al edificio que rente para quedarnos el tiempo que sea necesario aquí, le pagué un dineral a los inquilinos anteriores de este departamento para que se fueran, crei que seria más difícil pero ellos se fueron feliz con el dinero. Una vez estamos frente a la puerta del lugar donde nos quedaremos por mucho tiempo me doy la vuelta para ver el que está al lado.

Lukas Torrez López

Aileen Torrez López

Paso mi mano por el nombre de ella que está grabado en la placa con sus nombres, siempre me gustó su apellido pero siento que se escucha mejor con el mío. De todos modos mi corazón sabe que aún tenemos oportunidad, y si la obtengo voy a ser más cuidadoso esta vez.

— Que pequeño. —se queja Caín el cual está acostumbrado a que los departamentos sean grandes y espaciosos.

— Síguete quejando y juro que te arranco la lengua para que te calles. —amenazo a lo que Caín se tensa.

— No gracias, la necesito para esta noche. — ruedo los ojos asqueado por eso.

— Tu solo piensas con el pe —Cain me corta, el se avergüenza por eso.

— Ya entendí, no tienes que avergonzarme.

Cuando entramos voy directo a la que de ahora en adelante será mi habitación, está al lado de la suya y puedo sentir su adictivo y dulce aroma, pego la frente a la pared inhalando aún más su aroma embriagador.

— Por favor Aileen, está vez escúchame, por favor amor.

Se que ya llegué a mi límite, ahora estoy pasandome de ellos pero se que valdrán la pena, si algo vuelve a cruzarse en tu vida es por qué algo debes terminar, o en mi caso, recuperar.

Y Aileen Torres es lo que estoy recuperando.

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