Me quede toda la tarde en su oficina como una tarada, necesitaba que las vacaciones de la universidad terminaran rapido, porque necesita pensar en otra cosa que no fueran estas cuatro paredes o iba a enloquecerme.
Una gran idea estaba pasando por mi cabeza,pero no sabia que tan buena era, podia poner como loco al neardenthal de mi jefe, pero valdría la pena, me fascinaba verlo enojado.
Tomo el teléfono y marco al lugar en el que conseguiré todo lo que busco, despues de media hora escogiendo todo, la puerta se abre y el entra por ella con una cara de amargado aun más grande de la que siempre tiene.
—¿Mala junta? —digo meciend a Azul en mis brazos.
—Eso no es de tu incumbencia —. Ruedo los ojos para no mandarlo a la porra como se lo merece. —Toma tus cosas y regresa a casa, tengo un asunto pendiente del que ocuparme y n quiero que esten aqui.
—Bueno, yo tampoco quiero, gracias a Dios que podemos irnos — insisto dejando a Azul en su corral para arreglar sus cosas en el maletín y tambien las mías para luego de estar todo listo tomarlas y caminar hasta la puerta.
—No haga ningún locura mientras no estoy, ¿que claro? —asiento haciendo un saludo militar.
—Si señor.
Cierro detras de mi y camino hasta el asensor para subirme a el y tocar el botón de la el primer piso para encontrarme con el hombre que ese hombre puso para vigilarme.
—Imagino que ya sabe que debe llevarme a casa, ¿cierto? —digo, haciendo que asienta con él semblante serio, pobre hombre,tiene que tener una vida tan aburrida que no se rie jamas.
No digo nada más y subo a el auto, estaba entusiasmada,sabia que cuando llegara todo estaria en su lugar y podria ponerme manos a la obra, Azul necesitaba un hogar y eso le daría.
Cuando llegamos toodo estaba afuera esperando por mi, me acerco al repartidos y firmo el papel que me alcanza.
—Si esta pensando hacer lo que yo creo, le recomiendo que no lo haga, el señor se volverá loco —exclama el guadaespaldas grandotote detras de mi.
—No pasara nada, me lo agradecera, esta casa necesita un poco de luz, hay un bebé y esto no tiene cara de hogar por ningun lado.
—-La decoración la escogio su esposa, hágame caso, no toque nada.
Sigo adelante si decirle nada porque no creo que sea para tanto, solo cambiare algunas cosas, no pude comprar mucho porque mis ahorros no me lo permitían, ademas tambien tenia que pagar lo que había comprado para Azul, algo absurdo.
—Mejor ayúdeme,necesitamos colocar esto adentro —le digo señalando los muebles y demás cosas.
—Le voy a ayudar, pero coste que yo no tengo nada que ver con esto.
—Si, si, yo me hago cargo de todo.
Despues de esa discusión con el grandote, fui a buscar el coche de la bebé para dejarla en él mientras me hacía cargo de todo, no creia que algo tan grande pasara, solo eran un par de muebles y nada más.
Pasamos el resto de la tarde organizando todo, cuando cayo la noche me acerque ala cocina para poder hacer la comida, las chicas tenian el dia libre y no tenia ningun problema en hacerlo yo.
Estaba cortando la cebolla cuando escucho un fuerte puertazo que hace que Azul se despierte llorando. Me acerco a ella para tomarla en brazos y justo en ese momento un hombre furioso conocido como mi jefe aparece por el lugar.
—¡¿Que rayos paso afuera?! —suspiro acariciando a Azul para que deje de llorar.
—Solo compre un par de cosas, no es para tanto.
—¡¿No es para tanto?, ¡esta es mi casa!, ¡Usted solo es una aparecida que está cuidando de esa niña!, n tiene ningun derecho a meter las narices donde no la llaman —aprieto los labios con fuerza porque la bebé no deja de llorar y estoy a anda de mandarlo a volar.
—Bien, mañana mismo lo cambio todo, solo queria darle un hogar a su hija, eso era todo.
—Pues deje de pensar, ella no es su hija, usted solo es su niñera, asi que deje de soñar con un imposible, ¡Y cállela! —exclama alejandose de la cocina, dejandome con un mal sabor de boca.
El no tiene ni idea de lo mucho que esas palabtas me lastimaron, el no sabe nada y es por eso que me enoja que me restriegue que no soy la mamá de Azul cuando lo tengo más que claro, pero me es imposible, alejar el amor que le tengo.
Termine de hacer la cena y luego de cena subi a darme una ducha y estar con Azul. Eran pasadas las doce de la noche cuando baje por un vaso de agua, me detuve en la mitad del camino cuando escuche alaridos viniendo de la sala de la casa, con cuidado camine hasta alla encontrandome con Will sentado en el piso habalndo ssolo al lado de una botella de whisky.
—¿Tambien eres fisgona? —pregunta con la mirada en el vaso de vidrio que tiene en la mano.
—No, en realidad venia por un vaso de agua y escuche ruido, ¿porqe no esta durmiendo? —sonrie negando.
—Porque una entrometida cambio la cosas de mi casa que eran muy importantes para mi, y estoy enfurecido —ruedo los ojos acercandome a el de nuevo.
—¿Va a seguir con lo mismo? —digo cruzandome de brazos —. Ya dije que lo sentía, mañana vendrán por ellos y regresaran los de antes.
—Eso no cambia lo que usted hizo, ¿porque tenia que llevárselos?, es lo único que me hace sentir cerca de ella.