Azul Violeta (cuarto Libro)

XII.- Cómo llegar a sentirse inútil I

Hmmm hoy se cumple un año más desde que vi a mi hermana. Pareciera que fue ayer pero, mentiría descaradamente; fue hace 10 años. Decir que ella se fue de la casa es exagerado. Fue madre quien la echó.

En mis recuerdos ella es una persona sonriente. Siempre estaba trabajando pero había días en que su cara parecía el mismísimo demonio. No tengo muchos recuerdos de ella pero siempre peleaba con madre. No había día en que la casa no se inundara de gritos porque no podían estar de acuerdo entre ellas.

Lo más lejos que llegan mis memorias es que ella le pedía cosas a mamá pero ella se las negaba diciendo que no había dinero. La vi estudiando mucho pero, también tenía unos ataques extraños de violencia. Años después descubriría que ella es bastante temperamental.

Desde que se fue, las cosas han cambiado pero no sé si mejoraron o empeoraron. La hermana que recuerdo de ese entonces siempre está gritando, estaba molesta, enojada... estaba furiosa con el mundo.

La quise culpar por arruinar nuestra familia pero no era así. Quién arruinó nuestra familia fue mamá y papá. Tarde muchos años en darme cuenta pero lo admito, era joven y necesitaba culpar a alguien.

 

Nos llevamos alrededor de 8 años.

Hermana siempre cuidaba de mí aunque ella tenía sus propias obligaciones. Mamá siempre le decía que debía estudiar mucho para llegar a ser alguien exitoso en la vida. Mi infancia probablemente fue feliz gracias a ella pero no podría asegurarlo.

Mamá siempre hablaba bien de hermana frente a sus amigas, sin embargo, dentro de casa ejercía un poder absoluto sobre ella: estudiar, estudiar, estudiar y no salir a jugar con los vecinos. Recuerdo que hermana no lloraba ni se quejaba por eso: su mirada ya no mostraba una sonrisa, solo se limitaba a obedecer como si sus demás opciones se hubieran esfumado.

Cuando ella entro a la secundaria, le pedía a mamá muchas cosas.

 

— Mami, quiero aprender francés. 

— No lo necesitas. — respondió sin dar derecho a réplica.

 

— Mamá, quiero aprender pintura.

— Dibujas feo, no me hagas perder el dinero a lo loco — reprocho

 

— Mamá, entre a clases de baile...fíjate que...

— Te me sales de esas clases de inmediato. No puedes interrumpir tus estudios solo por estupideces. ¿Baile? Apenas puedes caminar sin caerte. Piensa en algo más serio ni siquiera tienes talento para moverte.

 

— Mamá, habrá un concurso y seré representante, ¿Puedes firmar mi permiso? Lo necesito para salir de la escuela.

— No, vete a estudiar, yo hablaré con tu maestro sobre ese asunto. No puedes perder el tiempo con pequeñeces. Estas destinada a mejores competencias que algo tan pequeño y desconocido como esto.

 

Mi hermana comenzaba a gritarle cuando le negaba algo. Había tantas cosas que quería hacer pero madre se las negaba bajo un argumento hueco. Madre la llevo a clases de inglés y matemáticas pues era fundamental que las domine. Mi hermana rompió sus apuntes y se los arrojó en la cara al profesor. Mamá estaba furiosa.

Hermana estaba harta de tanto control. Se cansó de jugar a ser una niña obediente y empezó a hacer lo que quería para divertirse u olvidar lo que era vivir bajo nuestro techo. Siento que fue distinto a la rebeldía pues ella no faltaba a clases y hacia tareas. Era una buena alumna y la admiraba mucho pero me limitaba a no hacer lo que ella hacía. Odiaba ver a mi mama enojada.

Cuando mamá y papá comenzaron a pelear más seguido siempre le terminaban gritando a ella. La enviaban a su habitación sin comer y no le permitían salir hasta que se disculpara; la mayoría de sus discusiones eran por su causa. Cuando íbamos a hacer algún mandado, hermana siempre estaba sonriendo y saludando a los vecinos que encontrábamos. Una sonrisa fría, sus ojos no participaban ahora puedo decir que no era una sonrisa genuina.

Algunas veces su novio iba con nosotros. Ellos no se tomaban de la mano. Cada vez que él intentaba tocarla ella lo rechazaba. A mí me parecía raro pero ellos parecían incómodos. Claro que me parecería raro si era pequeño para entenderlo.

En casa, hermana no hablaba mucho. Pasaba mucho tiempo estudiando. Intento aprender por su cuenta todo lo que se le ocurría pero cada vez que madre la descubría, rompía todo lo relacionado al tema o lo confiscaba. Más de una vez me pareció escuchar el sonido de un golpe pero no estoy seguro.

Hermana termino con su novio. Aunque no entendía lo que ocurría, pensé que quizás hermana estaría triste por no ver a esa persona diario en casa. Le pregunté a mamá pero ella dijo que los novios son malos y que cuando creciera lo entendería además, no debía hacer preguntas innecesarias.

Miraba a mi hermana como no decía nada. Podría estar llorando por dentro y nadie se daría cuenta.

Una noche me despertaron unos gritos. Mamá y hermana se estaban peleando a golpes. No sabría porque, mamá lloraba pero cuando nadie la miraba le lanzaba uno que otro golpe a hermana creyendo que estaba distraída. Ella se defendía pero el tipo que la sujetaba decía que sería castigada por levantar su mano contra su progenitor.

Hermana estaba furiosa y golpeo al sujeto hasta que quedó inconsciente. No recuerdo mucho pero creo que lo llevaron al hospital. Mucho tiempo después me enteraría que hermana fue atrapada por mamá haciendo cosas indecorosas pero papá dijo que hermana solo se "saltó" algunas clases. No sabré cuál fue la verdad.

Mamá decía que hermana estaba incontrolable. Cada vez que mamá le ordenaba algo, hermana se quejaba de dolor de cabeza. Mamá creía que solo era un pretexto así que no le permitían tomar ninguna medicina. Algunas noches podía escuchar como hermana se retorcía de dolor. Mamá me decía diario "no seas como tu hermana, ella no agradece todo lo que hice por ella. Ella tiene todo lo que yo no tuve, no sé porque se comporta así. No entiendo que hice mal, solo me preocupo por ella… no quiero que vaya en malos pasos"




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