Azul Violeta (cuarto Libro)

XIV.- Cómo llegar a sentirse inútil III

— Ahhh eres tu niña malagradecida....no sabes cuantos problemas hemos atravesado por tu culpa solo porque te fuiste de casa... ¿Tienes 5 años?... no sé cómo eres tan valiente para llamarme después de todos los problemas que causaste... ¿Acaso eres una ladrona? incluso ramera... no te crie para que te hayas convertido en eso pero vaya amiguitas que te cargas....y ¿Cuándo volverás? la casa no se puede mantener sola y debes cuidar de tu hermano....

Fue la primera y última llamada que hizo hermana a mamá.

Estábamos en casa cenando, mamá tenía su teléfono en el volumen máximo. Han sido dos años desde la última vez que la vi. Por los gritos me enteré que se había casado y tenía sentimientos encontrados.

No sabía si debía desearle felicidad o maldecirla por ser feliz a nuestra costa. Papá, cuando se enteró, no dijo nada. Era una de esas reuniones familiares extrañas. Incluso hermano menor no recordaba que tenía una hermana mayor. Ni siquiera yo sé si en algún momento se encontraron.

Madre dijo que solo tenía dos hijos y no menciono más el asunto.

Resulta que casi no había fotos de Christine salvo algunas de cuando era bebé o estaba en algún evento. Padre se mudó de estado y me enviaba dinero para la escuela.

Madre regreso a vivir con el abuelo. En sus pláticas decía que hermana siempre tuvo malas influencias pero el abuelo la corregía diciéndole que eso era imposible porque crío a una niña solitaria, incapaz de confiar en alguien y demostrar cariño.

Después de eso, yo vivía solo en casa.

Poco a poco la imagen de hermana sonriente fue lo único que recordaba de ella. En algunos trabajos parciales que tuve, algunas personas reaccionaban al apellido "Riels" pues hermana también era bastante asocial, sin embargo, llamaba la atención por su ideología y manera de comportarse.

Finalmente me decidí por ir a la universidad. No aspiraba a la gran cosa y menos algo que comprometiera la vida humana así que me decidí por administración. Por favor, hermana mayor era famosa incluso aquí. Me encontré con una de sus viejas amigas de preparatoria que la tenía en sus redes sociales y me permitió sacar el nombre.

Le envié solicitud de amistad pero jamás me aceptó.

Un compañero de salón era fanático del arte y seguía a una tal "Silueta sensual de la Reina" por lo que yo también comencé a seguir es página. Su trabajo contenía fuertes combinaciones de rojo, negro, morado además de que no había protagonista, solo eran siluetas de un cuerpo sin género. Pensé que parecía un poco erótico. Me gustaba.

A decir verdad estaba un poco verde en mis relaciones porque no quería lastimar a nadie. Por lo que en mi vida no tuve novia al menos en ese momento.

Por casualidad, la amiga de hermana me dejó ver algunas fotos que subía hermana.

Esa no era la persona que yo recordaba.

En su cuenta subía fotos de ella paseando, rodeada de personas, probando comida, riéndose, cambiando de imagen, recibiendo regalos. Había una foto tomando la mano de otra persona con anillos de matrimonio. Otras fotos en collage mostrando su embarazo o proceso creativo. Esa no era la hermana que conocí. No era la hermana de mis recuerdos. Mentían al decirme que esa persona estaba emparentada conmigo.

Le quería decir a mamá lo que encontré pero no me atreví. Quizás mi hermana siempre fue de esa manera, un imán para personas pero no lo sabía porque siempre la vi rabiosa.

Mi cabeza estaba llena de cosas que no entendía.

Deje pasar el tiempo y madre asistió a mi graduación. Padre me enviaba dinero pero no sé aparecía casi nunca. Durante nuestra comida de festejo, le pregunté:

— Madre, ¿Sabías que hermana mayor es muy talentosa para el dibujo y pintura?

— No es como si lo hubiera mencionado. Era una niña extraña. No hablaba ni jugaba con nadie — contesto — Era obvio que sus pasatiempos serian solitarios.

— Madre, entonces ¿Tampoco sabías que tiene facilidad para los idiomas? 

— No los necesitaba. Siempre fue mala en matemáticas e inglés, es lo que debió mejorar — contesto — se molestó en memorizar cosas estúpidas como cualquier persona.

— Entonces ¿Tampoco sabías que ese día que llegó con el brazo vendado estuvo a punto de perder la movilidad del brazo? ¿Ese día que la corriste?

— Escucha. Eras muy joven entonces. Tu hermana se aprovechó de que éramos buenas personas, ¿Cómo podría saber lo que tú dices si jamás lo menciono? No soy adivina. Ella se comportó de la peor manera posible y no dejo que escogiera un camino adecuado para ella. Si fracasa es porque nunca me hizo caso... mi deber era convertirla en una persona exitosa que nos diera una buena vida pero las malas influencias pudieron más con ella al grado de abandonarnos — replicó y continuo comiendo.

Días más tarde apenas me comunicaba con madre. Apenas podía entender el dolor que sufrió hermana mayor solo para convertir sus sueños en realidad. Una vez más entre a su habitación. Había estado cerrada por un largo tiempo.

¿Cuántas noches habrá llorado aquí? ¿Cuáles habrían sido sus pensamientos? ¿Cuántas horas estudio aquí? ¿Habrá venido algunos de sus novios? ¿Habrá escuchado palabras bonitas en algún momento?

Llore por culparla de algo tan injusto. Comencé a sentirme inútil, no pude apoyarla y elegí un lugar cómodo para ver cómo se desmoronaba.

Pensé en pedirle disculpas y fui a un lugar donde ella solía trabajar. Me recibió una recepcionista muy grosera que no me dio ninguna información. Me encontré con el dueño del lugar en hice una cita para conocerlo. Se llama King.

El día en que nos vimos, las palabras no salían de mi boca. Bebimos café en silencio. Tan difícil fue preguntarle "¿Cómo está Christine?" pero él sabía lo que quería decir.




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