Azul Violeta (cuarto Libro)

XV.- Cómo llegar a sentirse inútil IV

Seguí a ese chico de nuevo a la Galería de King. Me condujo a una oficina que supuse él solía utilizar.

— Habla y convénceme de enviarle tu mensaje.

— Soy el hermano menor de Christine, me llamo...

— Apúrate que no tengo todo el día. — contesto.

Le expliqué brevemente que quería contactarla pero no respondía mis mensajes. Quería darle unas fotos familiares que ella no había tenido oportunidad de ver. Él se comenzó a reír de manera extraña.

— ¿Qué sucede? ¿Mi historia es graciosa?

— No, es que eres gracioso. Tu cara parece un chiste así como las tonterías que salen de tu boca... — respondió

Continúe diciéndole que como ella es parte de la familia me gustaría verla. Extrañaba a mi hermana.

— ¿Qué es lo que más extrañas?

— ¿Perdón?

— Hablas como si fueran muy unidos pero nunca la escuché mencionar a sus hermanos. Solo trabajaba.

— ¿Puedes ayudarme o no? En serio estoy desesperado. Mi hermana está en paradero desconocido y tú te burlas de mi — respondió molesto

El sujeto frente a mí se rió a más no poder. No sé qué encontraba de gracioso.

— No confundas no saber dónde está con un paradero desconocido. Tú, como su familia deberías saber al menos que tipo de vida ha llevado. Si dices que es paradero desconocido es por TU la sacaste de tu vida. De lo contrario no estarías buscándola desesperado.

— Ni siquiera me conoces y me estás juzgando. ¡Incluso te burlas de mí!

— Escucha extraño. Si tanto te urge verla, contrata un detective. Si quieres verla porque de verdad la quieres, si le preguntarás cosas estúpidas mejor ni gastes. Cuando una persona hace algo mal cree que poniendo el mínimo esfuerzo puede enmendarlo todo. — dijo y se levantó.

Lo detuve pero él se soltó como si nada.

— No me sigas molestando. — contesto. — échale un vistazo a esta oficina. Christine solía trabajar aquí. ¿Crees que tienes el derecho de buscarla? Yo no lo creo porque fuiste tú quién decidió sacarla de tu vida. No sé qué ocurrió en su familia y no me importa. — Y lo tomo por el cuello — pero si te atreves a molestarla,  mi rostro no será el último que verás...

Salió. Lo seguí después de unos minutos pero no pude alcanzarlo.

Me sentí patético por no saber para que busco a mi hermana o que le diría cuando la viera. No es como si nos hubiéramos separado por culpa de un divorcio. Ella ya era mayor cuando se fue. Tampoco le hice nada. Me di cuenta que no la conocía y quise enmendarlo.

Solo fue por mi beneficio.

A ese sujeto nunca lo volví a ver y no sé qué relación tiene con hermana. Ni siquiera pregunté su nombre.

Al poco tiempo empecé a trabajar en una empresa multinacional. Mi vida rutinaria consistía en trabajar y dormir. Casi no salía con amigos porque me encontraban extraño además no tenía ninguna relación porque a ellas les parecía que tenía complejo de hermana. No sobresalía en mi trabajo pero era satisfactorio lo que hacía. Un sueldo decente, fijo que cubría todas mis necesidades y una vida sin carencias… es lo que mi madre aspiro para ella y lo que obtuve yo.

Madre vivía en un pueblo tranquilo. Hermano menor entro a estudiar a un internado. Sobre su educación escuché muy poco pero madre por fin aprendió a preguntar sobre los gustos del hijo menor. Esperaba que fuera el único en no ser afectado por ella, pero escuche rumores de que ese hermano mío atento contra su vida y después fue a vivir con nuestro papá. No sé más detalles pues no mantuve contacto frecuente con ellos.

Padre a veces se deja ver. Continúa trabajando. Desconozco si se divorciaron o no pero no han vuelto a cruzarse. Tampoco menciona nada de su nueva vida.

Apenas recuerdo el cumpleaños de hermana. Llega esa fecha y entro a su habitación a ver sus viejas fotos. La hermana que quería recordar y la que creía conocer eran personas distintas.

Hace poco festejaba su cumpleaños cuando se me cayó uno de los libros que dejo, ese nunca lo había leído. Al recogerlo deje caer una fotografía o eso parecía. Detrás había una inscripción. Su letra era horrenda pero podía leerla, yo escribía igual.

"Lo siento, de verdad me persigue la mala suerte, posiblemente seas el único hijo que podré tener pero nunca verás el día nacer. Lo siento. De verdad, lo siento"

Volví a mirar la foto pero no la entendía. Salí rápido a preguntarle a un amigo que vivía cerca. Su hermana es doctora. Al principio se negaron a decirme creyendo que era mi hijo y después se burlaron discretamente por aún ser virgen. Lo siento tanto que no entiendo la relevancia de ese asunto para ellos, que a fin de cuentas, es privado.

Después de convencerse que no era mío. Ella explicó que se trataba de un embarazo ectópico, en otras palabras, un embarazo fuera del útero, altamente peligroso para la madre y feto.

No lo sabía. No lo sabía.

Por la fecha, diría que fue en su época universitaria. La doctora me dijo que puede ser removido con cirugía y así no podría en peligro la fertilidad. Me preguntó de quién era y solo me fui. No podía darle más información de la cual yo no estaba seguro. No tenía que enterarme de esto pero ahora no podría olvidarlo.

Yo no conocía el sufrimiento porque madre fue amable conmigo pero hermana mayor conocía todos los tipos de sufrimiento. ¿Cómo es que había llegado tan lejos? Deje la foto en el mismo libro donde la encontré. Quizás encontraría una foto de ese hombre.

Solo intentaba actuar como un hermano aunque nada justificaba mis acciones además no tenía derecho a llamarme hermano. No tenía derecho de buscar o entender su dolor pues yo le di la espalda.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.