Azul Violeta (cuarto Libro)

XXII.- Sí pudiera cambiar algo

La casa es enorme.

Los dibujos en la pared están a medio limpiar.

Ya no huele a shampoo, tampoco a comida recién preparada.

No se escuchan risas, no se escuchan voces...solo hay un hombre sentado en el sofá.

La pregunta que rondaba en su cabeza era: ¿en qué me equivoqué?

"¿Y que si me comportó así?  NO PUEDES NEGAR QUE SIEMPRE ESTÁS TRABAJANDO CON BASTANTES HOMBRES, ¡CUALQUIERA SOSPECHARÍA DE QUE ALGO NO ESTA BIEN!”

¿Había desconfianza solo de mi parte?

"AHORA RESULTA QUE ESTÁS CELOSA, ENTONCES TU MADRE TENIA RAZÓN, ¡LOS HIJOS COMETEN LOS MISMOS ERRORES QUE LOS PADRES! TU MADRE FANTASEABA CON QUE SU ESPOSO LO ENGAÑABA Y AHORA PRESENCIÉ COMO MI PROPIA ESPOSA ME ENGAÑABA... ¿SERA EL KARMA? ¡TE ESTAS CONVIRTIENDO EN ELLA!"

La acuse de algo, tome partes de su vida que pudo superar y la acuse como si fuera la mala.

"Entonces vete… vete, no te quiero más aquí. Es cierto, siempre has dicho que tienes más amigos que amigas pero no creí que serían esa clase de amigos."

La acuse de nuevo y la corrí. Está embarazada de nuestro hijo y simplemente la corrí.

No debí decir nada de eso.

Frente a una imagen tranquila se escondía un chico que se sentía triste y lloraba. Se dio cuenta de su error pero no sabía cómo enmendarlo. Es de ley no tomar el pasado de una persona para atacarla y fue lo primero que hizo.

Miraba los dibujos que hizo Yuu, no podía distinguirlos; en cambio, las sílabas las escribía bien, si él no quería dedicarse al arte como Christine o a la actuación como él, cualquier cosa estaba bien.

Si... solo si...hubiera continuado desconfiando de todos.

Después de que tomo un papel secundario todos los ojos se fijaron en él, su belleza y manera de comportarse. Cómo actor, podría tener su gran debut. Su agencia no dejaba de recibir llamadas pidiéndole que participe en sus proyectos grandes y con buena producción.

Con sus ganancias compro una casa para su hermana y su raro novio infiel Ryan. Remodeló la casa de sus padres que fue heredada por los ancianos de la familia y compro un apartamento para él.

Gastaría parte de su dinero en adquirir cosas que siempre deseo además de que pasaría el rato con su amigo Takashi... si... no existiría la tensión de fijarse en una mujer pues con lo que podía tener a sus pies era más que suficiente.

Por fin hizo su debut en el extranjero. En un país de habla inglesa aunque solo podía hablar algunas frases pre-básicas. En su momento de mayor gloria no se molestaría por revisar lo que los comentaristas dijeran de él. Llegaría a los 20 años siendo famoso.

Continuaría su camino dominando la actuación con series rompiendo records de audiencia, con sesiones de fotos en revistas de moda que se agotaron apenas salieran de sus cajas. Siendo portada, siendo envidiado por extraños, está en la cima...lo que soñó en su vida después de un arduo trabajo.

Un día llegaría a casa después del trabajo. Se daría un baño y tendría hambre. Cómo no había comida y no tenía ganas de cocinar, pediría algo a domicilio. Cenaría. Después miraría un poco de televisión, algún programa de variedades donde sería mencionado como la nueva promesa de la actuación.

Al acostarse, se daría cuenta que la cama es demasiado grande. La casa es solitaria. Miraría en su alrededor esperando que alguien le dijera que su trabajo era fantástico. Admiraría quienes decidieron no casarse. A aquellos que adoptaron niños porque querían convertirse en padres sin estar casados. Los conocería.

Un día, en la calle se podrían haber visto sin reconocerse. Se encontraron pero no se miraron. Ella ya no estaba allí. Ella se fue, no... Él la echo.

Le faltaría su plática nocturna. Le platicaba todos con lujo de detalle lo que ocurría en el set, detrás de cámaras y cuando lo están maquillando, se levantaría a preparar el desayuno muy temprano porque le gusta verla sonreír. Quería asombrarse mientras la ve beber café y en la noche dormir como un bebé. Le gusta comer la comida que ella prepara porque es deliciosa. Se pondrían a doblar ropa y platicar sobre las ocurrencias de los pequeños curiosos.

Cuando estaban solos, recordaría todas las caras que pone al verla avergonzada por un simple abrazo, sentir el latido de su corazón cuando se dan un beso, la manera en que se toman de las manos, entrelazando los dedos para que no se vaya lejos.

Recibiéndolo con un "bienvenido" o "qué bueno que llegaste", con su suave voz que parece cantar cada día. Si no es la mujer que imagina entonces no quería nada más.

Pero...si solo se hubiera concentrado en su carrera, eso no pasaría jamás.

No encontraría el mensaje que ella escribió, no sería valiente al enviarle un mensaje diciendo "hola", no aprendería español, no le pediría ser novios, no podría pedirle matrimonio, no podrían formar una familia juntos... no podrían disfrutar un domingo paseando o la emoción de ver a sus hijos crecer.

Si no era la mujer que quería conocer entonces...entonces...de verdad...

En realidad...no quería cambiar ninguna de sus decisiones pasadas.

Decir que quiere cambiar algo afectaría la vida de todos. Si cada persona pudiera viajar al pasado y enmendar sus errores nunca podrían avanzar y se quedarían atrapados en una sola acción. Se cree que de los errores se aprende pero las decisiones también son errores, solo alguien puede aceptar si es un buen resultado o no.

“No tiene que ser pronto pero un día además de tu dulce voz darme la bienvenida quisiera escuchar la voz de un niño diciéndome papá, formar una familia a tu lado sería un nuevo sueño...cuando decidí ser actor creí que nunca podría encontrar el amor y no quería perder mi popularidad pero tenerte cerca, haberte conocido me hacía muy feliz, quería presumirse así que dejo de importarme todo lo demás y comencé a desearlo. Quiero una familia contigo, Christine..."




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