Azul Violeta (cuarto Libro)

XXXIV.- Ese viejo blog

— Puedes golpearme todo lo que quieras pero eso no cambia el hecho de que eres así — le dijo Tomás limpiándose la boca después de que Alejandro llamara a seguridad. — te ilusionaste con unas cuantas palabras y creíste que nos casaríamos. Fue más fácil de lo que pensé, caíste en mis palabras…una a una. Admite que solo esperabas mejorar tu nivel gracias a mí.

Christine intento calmarse. Podía sentir en su cintura como los delgados brazos de Alejandro la soltaban lentamente. Claro que está furiosa. La dejo en el altar y además la dejo con una deuda.

— Leí tu blog. Recuerdo una entrada muy curiosa. Decía: encontré a mi novio y ex mejor amiga engañándome. Los vi en el centro comercial en una cita, entraron a muchas tiendas, se sonreían felizmente...Creí que Christine podría ser mi amiga pero solo se acercó para llevarse a mi novio...— hablo con voz aguda. — no tenía ni idea de que fueras ese tipo de mujer.

Camino de nuevo hacia ella y la volvió a tomar de la boca casi enterrando le los dedos en la cara.

— Parece que aún te odio. Eres el tipo de mujer perversa que debe desaparecer de esta tierra...— y le dio otro golpe. Apenas alejo la mano y Christine tomo impulso para darle un cabezazo que le saco el aire. Sus pequeñas manos lo agarraron a golpes. Tomás intento defenderse e intentar golpearla pero los guardias llegaron y los separaron. Tomás seguía balbuceando sobre el tipo de mujer que ella es y Christine quería seguir golpeándolo.

Alejandro llamo a Ryusui pidiéndole que fuera a recoger a Christine a la galería. También se comunicó con Galia Inc. para avisar que su representante estaba causando problemas. Recordaría muy bien lo que el hombre dijo antes de colgar: "ese chico debería ahorrarse todos esos problemas que ocasiona con mujeres y ponerse a trabajar".

Sayako llevo el botiquín para curar las heridas de Christine. Su cara estaba un poco hinchada y no entendía como no pudo controlarse. Tomás la provocaba y aun así lo atacó pues, desde ese día... deseo...quería... romperle la cabeza por crearle falsas ilusiones, por no ser suficientemente hombre para separarse de ella y dejarla sola en un momento que debía ser especial.

— No soy médico pero deberías ir al hospital. Tu mano se ve lastimada...— sugirió Sayako.

— ¿Me prestas una laptop? — pidió Christine como si no hubiera escuchado lo anterior.

Alejandro le pidió que trajera una y se quedó a tratar la mano de Christine. Si mal no recordaba era el mismo brazo que se fracturó hace tiempo y nunca sano como debería. Se preocupó por ella, desconocía si en ese momento pensaba en su vieja herida pero lastimarse de esa manera podía poner fin a su carrera.

— Cuando era estudiante... existía un blog. No eran comunes otros tipos de redes sociales así que tuvo mucho impacto. Allí se dedicaban a hablar de los estudiantes, de cualquiera mientras fuera conocido. Ponían tu foto más bonita y cada usuario podía comentar algo sobre ti. — comento intentando calmarse.

Sayako los interrumpió. Llevaba la laptop en sus manos y la dejo en la mesa. Christine entro a una página llamada "Tzira", en la pantalla solo se mostró el fondo turquesa, Alejandro pudo ver con claridad como en la página solo había un botón que decía " acceder" y allí llevaba a otra página que se llama " The bloggie".

— Creí que el dominio se había cerrado hace mucho tiempo. — comento Sayako. Ella admitió anteriormente que hizo impresiones de pantalla de las entradas donde se mencionaba a Christine antes de que la página fuera cerrada. Ahora no estaba orgullosa pero... tampoco cambiaría algo si lo hiciera.

Alejandro miro con atención lo que aparecía.

“The bloggie te da la bienvenida, accede como administrador"

Debajo del título aparecía una lista corta de nombres que sirven como administradores. Christine presionó el nombre de "Mademoiselle Blazz", escribió la contraseña y apareció en la pantalla una imagen central. Abajo de la imagen el contenido que eran los comentarios, del lado derecho los comentarios con más visitas y del lado izquierdo los años que había estado activo. Llevaba un poco más de trece años.

— Espera... ¿Por qué puedes ingresar? ¿No es raro? ¿Christine te sientes bien?

— Si... The bloggie solía ser una página que administra...mos. — Dijo — sin embargo, porque no tenía tiempo me volví el tema central de cada conversación. Era un proyecto y de aquí nació una página secundaria que era dirigida por Karla y Alexandra no sé qué... todas las personas involucradas me llamaron traidora y empezaron a publicar cada cosa que se les venía en mente. No importaba si era real o no, lo importante era que la visitarán. En serio, solo era un proyecto escolar que termino con otro fin.

Alejandro giro el portátil hacia él y comenzó a leer. Cada comentario estaba escrito con el más puro odio que puede existir dentro de una persona. Le escribían sin insultos pero el dolor y sufrimiento la ponían como la culpable de cada uno de los cataclismos del mundo. Eran demasiados ataques para una sola persona.

Sayako también se unió a la lectura y casi al borde de las lágrimas se dio cuenta de que las cosas que ella leyó y puso en el tablón eran como un juego de niños en comparación.

Christine se sentía algo mejor. No le gusta contar que el blog que habían administrado solo para comentar fotos lo usaron contra ella. Tampoco hubiera imaginado que personas que jamás conoció la criticaran de esa manera además de que allí aplicaban " si lo leí en internet, debe ser verdad", referirse al blog, que nadie decía usar, que nadie decía conocer también le afecto aunque en este momento ya no tenía valor.




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