Azul Violeta (cuarto Libro)

XLII.- Academia de música Whitelies

— Insisto Dove, no quiero ropa a medida. — decía Christine mientras Dove le mostraba modelos de lencería.

— No, no, no... Necesitas que él te vea sexy aunque pasen los años. Tienes un buen cuerpo y lo sabes, solo que a veces creo que su chispa está enfriándose.

— Oye, como es que eso es lo primero que dices cuando vienes de visita.

— No, visita, viaje de trabajo…nada de eso. Vine a dar un concierto aquí en el país, solo quería ver a mi amiga ¿y tú esposo?

— Grabando en una isla cerca de Corea. — contesto. Los últimos meses viajaba mucho al extranjero. Sus participaciones en proyectos extranjeros se volvieron frecuentes.

Dove ahora vive en Irlanda. El negocio de la familia Whitelies funcionaba bien bajo la dirección de Suman así que se llevaron una gran sorpresa cuando Reyik tomo el mando como director ejecutivo mientras la posición de presidente seguía vacante pues Suman, al menos en ese momento, no lo considero para tomar un cargo tan importante así que todo era dirigido por el vicepresidente.

Suman decidió dedicar su tiempo a pequeñas investigaciones derivadas de su trabajo en la empresa. Parecía muy feliz y eso le permitía viajar con Dove y sus hijos alrededor del mundo mientras ella daban conciertos.

Dove también puso en marcha varios de sus planes y uno de ellos funcionaba de maravilla. Fundó tres academias de música clásica. Una en Irlanda, otra en el país donde conoció a Suman y una más donde ella nació. Quería compartir sus métodos de enseñanza e inculcar el amor por aprender a tocar un instrumento. En sus palabras, no era una escuela muy selectiva y estaba abierta para todas las personas que se interesaran en aprender a tocar un instrumento fuera como un pasatiempo o el inicio de una carrera musical.

En pocos años alcanzo el prestigio y la fama para poder ser un lugar o influyente en ese rublo. Nadie podía estar más orgulloso que sus amigos por ese logro.

Entre sus alumnas predilectas se encontraba Anya Suzuhara. Le tenía mucho cariño y esperaba que poco a poco pudiera liberarse más de su timidez y poder llevarla a recitales alrededor del país.

— ¿No te parece sexy el encaje? — le pregunto mostrándole un bustier

— No rojo...— y continuo mirando la ropa.

Tras no decidirse de nada, subieron al auto con intención de ir a comer.

— Christine tienes tanta suerte. Mira tu cuerpo, se volvió tan atractivo incluso después de tres hijos....y el mío sabe esconder los kilos demás pero están allí... puedo sentirlo. Suman también puede sentirlos. — mencionaba

— ¿Eh? Quizás nuestras rutinas son distintas incluso la alimentación es diferente. — comento reflexionando.

— Entonces... ¿lo hacen seguido? Porque yo no... Es una lástima... viajar tanto arruina nuestra vida sexual.

— Sin comentarios Dove.

Christine tenía una figura del tipo H. Se refiere a que los hombros están alineados a la cadera sin una presencia marcada de la cintura, si no fuera por su gran trasero o eso creía, no podría presumir de unas buenas medidas. La ropa que escogía también escondía su cintura que no tenía muy definida. Era distinto a Dove quien tenía un cuerpo de reloj de arena y es más alta que Christine. Simplemente era una combinación genética.

— ¿Comemos...allí? Siempre quise probarlo... ¿a qué hora irás por Anya? Yo también quisiera hablar con la directora...— dijo mientras señalaba un restaurante y buscaba estacionarse.

— Hmmm parece que ahora...— y le mostró la llamada entrante...— ¿Hola? ¿Anya?...si...Ohh...aja...si, allí estaré.

— ¿Sucede algo? — pregunto al ver su expresión.

— Parece que Anya se peleó. Vamos ahora a la academia — Le pidió pero por su voz no sonaba preocupada.

— Que raro — comento — no le contaste tus aventuras golpeando personas, ¿verdad?

— No, creo que es otra cosa.

Llegaron rápido. Ambas bajaron del auto. Dove estaba encantada con ese lugar, sin distinción todos iban a aprender pero tampoco negaría que había muchas personas para las cuales el dinero continuaba siendo un arma poderosa.

Christine llego hasta la oficina del profesor. Allí estaba Anya sentada en silencio con una de sus manos vendadas, había dos personas más, una de ellas era una silenciosa estudiante, que tenía un cabestrillo, y la otra parecía ser su madre. Dove se quedó atrás para escuchar todo.

— Señorita Suzuhara, lamento que haya tenido que venir por este pequeño incidente. — dijo el profesor.

— No se preocupe, ¿qué ocurrió? — pregunto al sentarse.

El profesor le dijo que esa tarde hizo una elección para el acompañamiento de una cantante muy famosa en el cuál Anya salió ganadora al terminar el ensayo pero provocó una pelea con otra alumna; la cual, en un ataque de ira y defensa, casi termino rompiéndole la mano. Anya no dijo motivos por los cuales fue atacada (no se escucharon gritos pero parecían haber discutido y respondió al ataque), la otra alumna hizo un gran alboroto de que sus padres son muy influyentes en el medio musical; se tuvo que preguntar a testigos que había sucedido. Ninguno se atrevió a hablar a detalle.

— Entonces dice que, la otra alumna se rompió la mano pero mi hija es quien la tiene vendada, ¿correcto? No creo que esa imitación de cabestrillo sirva para una fractura si es que existe.




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