Azul Violeta (cuarto Libro)

XLIX.- Estilo violeta

Habían pasado algunos días y Christine estaba con Ryusui. Ahora tenían la casa para ellos solos, de alguna manera estaban felices y por otro lado era demasiado solitario. Ryusui mantenía su costumbre de abrazarla para no dejarla ir.

— ¿En qué piensa, mi bella esposa?

— Hmmm Yuu tiene una novia.

— ¿Te lo dijo él? — pregunto mientras intentaba hacerla bailar.

— No, me lo dijo la novia...— confesó — supongo que en un tiempo confesara su crimen.

— No lo llames crimen — le pido y comenzó a besarla. — hace que suene mal

— Bueno, si lo oculta es porque cree que es malo, no es diferente de un crimen. Parece una buena chica — contesto y continuaron bailando.

Habían decidido ir a un nuevo restaurante para festejar que estaban juntos un año más. Nunca lo festejaba en la misma fecha. Ryusui al estar bajo el ala de Galia Inc. hizo que su talento fuera reconocido más allá de su país. Sin embargo, no podía aceptar hacer viajes largos pues cuando extraña a Christine quería verla de inmediato.

También había hecho algunas apariciones en películas muy famosas de la última década. No se cansaba de agradecerle a ese Ceo fastidioso que no lo dejaba ir por darle nuevas oportunidades después de tocar fondo. Su retorno a la actuación estuvo lleno de chismes de todo tipo, su equipo de trabajo en algún momento susurro a sus espaldas pero eso dejo de importarle cuando lentamente su talento en la actuación volvió a deslumbrar a todos los que se quejaban de la manera en que comportaba después de dicho escándalo. Todavía había personas que creían firmemente en las viejas acusaciones y aun cuando Christine lo acompañaba en algunos viajes, ella recibía las críticas por perdonar una falta de esa magnitud. Ellos al final decidieron no hacerles caso y seguir viviendo como siempre.

El día en que irían a cenar, Christine tuvo una reunión de trabajo, al salir llamo a su esposo. Ryusui estaba atrapado en el tráfico así que le dijo que llegaría algo tarde. Mientras esperaba en su mesa, un extraño se sentó frente a ella.

— Hola Señorita Suzuhara.

— Hola extraño que me conoce pero que nunca había visto — contesto un poco irritada. Odiaba que sucediera eso, que le hablaron como si fueran los mejores amigos.

— Soy Ogawa. Leon Ogawa. Estoy saliendo con Anya.

— ¿Qué? — dijo sin poder creerlo. — ¿estás saliendo con mi hija y me conoces? ¿Nos hemos visto antes?

— Así es. — le mostró una foto de ello es una de sus citas. — sé que es audaz de mi parte y me disculpo pero debía hablar con usted primero.

— ¿Eres tonto o muy valiente? — comento.

— Ambos... supongo. La vi una vez en la reunión de padres en la preparatoria. Soy profesor de química.

— Hmmm continúa — pidió. Había decidido no entrometerse en la vida de su hija pero esto era más de lo que podía tolerar.

— Bueno, desde hace tiempo me quería presentar y hacerle saber los planes que tenemos juntos. De hecho, en el futuro me gustaría casarme con Anya. — comento muy seguro de sí mismo. Incluso el traje que usaba le daba un aire de seriedad y profesionalismo.

— Si es verdad entonces, ¿por qué no viniste con Anya a decirme esto? — comento. — mi hija debería estar enterada de sus planes para el futuro.

Antes de que pudiera responder llegó Ryusui agitado. Era una suerte que Christine siguiera allí pues sabía perfectamente que su hábito de no esperar más de 10 minutos seguía vigente incluso para su familia.

— ¿Quién eres? — pregunto al verlo.

— Soy Leon Ogawa. Tengo el placer de salir con Anya y mis planes a futuro con ella es el matrimonio — se volvió a presentar.

— ¿Y dónde está Anya? No puedes hablar de matrimonio y planear futuros sin la otra persona involucrada — dijo Ryusui visiblemente molesto.

— Lo sé y quería que me conocieran un poco antes de hacer una visita formal pidiendo su mano. Sé que soy tonto pero en los años que hemos salido, nuestra relación siempre fue pura e inocente con vistas de matrimonio — explicó — la he respetado tanto como ella me lo ha pedido. Así que eso que les preocupa, no ha sucedido.

Christine estaba molesta. El chico realmente era tonto por presentarse como si nada. Supuso que era él quien hacía que Anya mostrará todas las caras de enojo de un momento a otro. Sabía que su pequeña hija tenía novio pero no imagino que sería un practicante de profesor.

— ¿Le has preguntado a Anya si tiene los mismos planes que tú? — Pregunto Ryusui — hasta el momento nunca ha mencionado que esté saliendo con alguien o casarse en el futuro.

— Aún...no. Sin embargo, creo que somos una pareja bastante estable. Compartimos muchos intereses y muestra unión se puede dar eventualmente. Entiendo que ella es joven y tiene muchos planes para el futuro pero solo quiero apoyarla en todo lo que quiera hacer. — contesto.

— Escucha... si quieres hablar de tu futuro procura que el otro involucrado este a tu lado. No planees por ella, no sabes lo que ocurrirá mañana — le dijo Christine.

El joven Leon Ogawa entendió y se disculpó. Les prometió una visita futura para discutir eso con Anya. Él es el tipo de chico que solo sabía vivir a su propio ritmo y estilo de vida. Estaban algo sorprendidos. Anya solo dijo alguna vez que salía con alguien pero no específico quien era. Confiaron en ella pensando que era un chico de su edad. Ryusui no estaba de acuerdo con ello porque no conocía al susodicho pero Christine, pensó mucho antes de entender que su hija iba creciendo y dando pequeños pasos para no equivocarse. Podía prohibir la relación pero incluso conociendo a su hija, su reacción podría ser diferente a la que esperaba. Se mantuvo callada solo por esa razón.




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