Azul Violeta (cuarto Libro)

E1.- Su alcance

Caminaban por la calle principal de una vieja ciudad.

Hace años, cuando puso un pie en el avión, creyó que jamás volvería al lugar dónde nació pero su madre y hermana querían verla. Su padre se negó a reconocerlo como miembro de la familia pero por cortesía debía recibirlo. Entendía que su hija lo escogió pero apresuraron tanto las cosas en su relación que solo pensó lo peor. Una mujer bastante mayor acompañada de su guapo esposo recorrían el centro de la ciudad.

— Mira Suman, ¿está librería siempre fue tan pequeña? — comento Dove. — Cuando iba a la preparatoria, llegábamos a ver libros o comprarlos si los habían pedido en alguna materia... los empleados no los conozco pero continúa siendo la misma esencia. Un lugar donde siempre encuentras hasta el titulo más difícil.

— ¿Aquí? Es muy pequeña. ¿No tenían un lugar de más prestigio?

— No, este lugar era muy popular. La encargada de entonces era muy amable y casi siempre encontrabas disponibles los libros que pedían en secundarias, preparatorias y universidad. Era muy accesible para estudiantes, además tiene buena ubicación.

Dove entro. Había un estrecho pasillo para llegar al fondo. Suman caminaba detrás de ella. Sacando medidas podría ser de 4x9m aproximadamente. Ella recorría ese familiar lugar hasta que algo le llamo la atención. Sus ojos brillaron al leer el título.

— ¡Mira! ¡Mira! — dijo emocionada. — ¡Un libro sobre Christine!

Suman lo miro. El libro se titulaba "La silueta sensual de una Reina", era una colección de bocetos y una entrevista a "The Queen" por el quinceavo aniversario desde su debut.

— No sabía que llegaría hasta aquí — comento

— Bueno, es evidente ya que ella cambio muchos conceptos de la apreciación artística así como técnicas. Recuerdo cuando me pidieron decir algo sobre ella awww el reportero a fuerza quería una foto de Christine... no creí que encontraríamos algo así en este lugar.

Dove dejo el libro. Ella ya tenía una copia en su casa. Tomo a Suman de la mano y recorrió ese camino que tan familiar le había parecido hace muchos años. En su época de estudiante, agradeció que Christine siempre la acompañara y esa calle era su recorrido de cada día. Las tiendas habían cambiado, regresar sobre sus mismos pasos la ponía nostálgica. Desconocía si en algún momento se encontraría con alguna persona que la reconociera.

Detrás de ella estaba un hombre que miraba el libro que dejo Dove. Le pareció interesante y lo compro. Ese día, salió a reunirse con sus amigos para discutir el trabajo, a su regreso paso por su lugar favorito sin pensar que encontraría algo que llamaría su atención antes de ir a casa.

Miraba el libro con curiosidad, exactamente ¿qué quería encontrar?

— Mi amor, llegaste temprano. — dijo una mujer al verlo en la casa, sorprendida de que no le hubiera saludado. — ¿Adolfo?

— Ah, Hola cariño — la saludo de beso — compré un libro de arte pero no sé si ver los bocetos primero o la entrevista.

— Que tal si empiezas por la primera página. — Sugirió bromeando — prepararé la cena.

— Ok — se rio

En la primera página había una dedicatoria:

“Para aquellos que pueden soltar una mano con la misma velocidad con que la toman"

Después venía una nota de introducción:

“Por fin llegó el quince aniversario de esta artista. ¿La conoces? ¿No la conoces? ¡Como si es la mismísima Reina que propone ideas macabras! Aquí encontrarás una entrevista exclusiva con la artista más versátil de la actualidad que quizás sea la única que ella de a los medios de comunicación y somos afortunados de ser elegidos por ella para mostrar sus recientes trabajos. No pierdas tiempo y deja que sus sueños tenebrosos te abracen por la noche"

Adolfo pasó la página. Empezaría con los bocetos. Tal cómo era su estilo todo tenía color violeta o morado. Los trazos antes de pasarlos al lienzo eran los más importantes, la artista ya transmitía un mensaje en su trabajo sin colores característicos.

Pasando las hojas había unas cuantas ilustraciones siniestras que le provocarían pesadillas. Su habitual color rojo, negro, grises, líneas gruesas y expresiones de dolor... eran tan ella. Había bosques misteriosos, ojos saliéndose de sus cuencas que no dejaban de ver al lector. Estaba impresionado.

Después había algunos bocetos humanos en color azul. Un hombre cargando a un bebé, una mujer embarazada, tres niños riéndose...era un retrato de cómo se veía el mundo a sus ojos. Incluía algunas fotos de sus pinturas más recientes sobre mujeres riendo, casas, plantas, cielo, empleados, parques, edificios... reconstruía un paisaje citadino como ella lo veía y se relacionaba con el entorno.

Lo sabía, era la chica que busco. Su firma no cambio.

Llegó a la entrevista. No sabía cómo reaccionar.

“Señorita Riels... cuéntenos sobre su estilo de trabajo”

No hay ninguno, es mera experimentación. Tampoco quiero trasmitir un mensaje simple o complejo de lo que trato de decir...quien vea mi trabajo quiero que se sienta atraído para criticarlo.

“Son palabras bastante fuertes, ¿Por qué decidió trabajar dos líneas opuestas?”

The Queen quiere mostrar el mundo tal como lo ve una persona común y La silueta sensual de la Reina muestra que no hay nada prohibido. Ambas se complementan, las comencé a trabajar simultáneamente esperando que lo tomen como algo natural, bello y espontaneo; puede ser difícil pero habrá personas que puedan hacer eso.




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