Azul Violeta (cuarto Libro)

E15.- Después de todo

El incidente se resolvió de manera pacífica. Ellos llegaron a un acuerdo con la agencia y el artista pero no con ella. Se cubrirían los gastos hospitalarios de los involucrados, recibirían una multa y dos de ellos debían pasar algún tiempo en prisión. Anya no se imaginó la presión que ejerció su abogado y el abogado de la agencia contra esas personas como para que decidieran confesar y reducir su condena.

Tras su última revisión paso un tiempo en casa antes de buscar trabajo. Cada vez que veía las ofertas, su cuerpo se sentía agotado y prefería ayudar a su madre con sus trabajos para alguna exposición. Ella fue quien despidió a su hermano menor, él debía regresar a la escuela a causa de su primera exposición, le prometió que lo visitaría pronto.

En casa, Christine estaba halando por teléfono con Dove. Lograron encontrar al novio de Marlene y ella había ocasionado un problema más grande de lo que hubieran imaginado cuando el tipo le dijo que no tenía ningún interés de casarse con ella pero si llegaban a un acuerdo legal, se haría cargo de la manutención de su hijo después de comprobar que fuera suyo evidentemente, Marlene no estuvo de acuerdo, lo ataco y ahora estaba detenida. Christine lamento que la situación se volviera de esa manera pero fue Dove quien se disculpó de nueva cuenta. Estaba avergonzada de que su hija le haya ocasionado tantos problemas a alguien que la ha ayudado tanto.

Unos días más tarde, Anya regreso a casa. Al no encontrar a nadie, se dirigió al taller de su madre. Fue a varias entrevistas de trabajo pero sintió que no estaba ni de cerca para ser seleccionada, se mostró tan insegura en las entrevistas que parecía nueva en eso. Aún estaba armando varios planes para su futuro pero se sentía perdida como si todo el esfuerzo que puso no valiera la pena para el lugar en el que está: desempleada con el corazón roto.

En el taller, Christine estaba platicando con su esposo Ryusui. Los acontecimientos de las últimas semanas lo habían preocupado mucho que incluso su agencia tenia personal realizando búsquedas con sus nombres por si los incidentes se habían filtrado, no quería ver el nombre de su hija en los buscadores más importantes. Intentaron hablar con Anya después de todo pero ella siguió evitando el tema. No la culpaban, rompió su compromiso y quizás aun no estaba lista para afrontarlo.

— ¿Continuas recibiendo mensajes de ese chico?

— Se disculpa mucho — señalo Ryusui — pobrecito, piensa que lo culpamos. No importa cuántas veces se lo diga, no entiende que nada de esto es su culpa.

— No creo que sea eso… si vuelve a contactarte, dile que hablaremos con él.

Christine no quiso continuar trabajando. Ryusui fue a prepararle otro café.

— ¿Qué más te preocupa? — pregunto al verla entrar a la cocina con él.

— Anya. Ella esta decaída pero cada vez que intento hablarle, huye. También Jun, no deja de mandarme mensajes para asegurarse de que vayamos a su exposición hasta le mande una foto de los boletos que reserve pero aun esta nervioso. Me recuerda un poco al pasado donde todos querían brillar y terminaron opacándose.

— Crecieron bien nuestros niños. Los tropezones son comunes y lo importante es que se levante, solos o con ayuda, ambas son válidas. — Le sirvió su café — Chris, hicimos lo que pudimos como sus padres. Nos prometimos no cometer los mismos errores que nuestros padres y darles el entorno donde nos hubiera gustado crecer. Los hicimos bien.

Después de muchos años de casados nunca se refieren al otro como “papá de o mamá de”; estaban cómodos con los apodos que se dieron en su época de novios. Llamarse entre ellos Ryu o Chris era más dulce y amoroso que un sobrenombre.

— Ryu… es que no dejo de pensar que fui negligente con ellos. Sabía que mi hijo mayor estaba angustiado por no ser más sobresaliente y no quise ser intrusiva con él pero de cualquier modo prácticamente lo deje solo y no pude guiarlo. Anya fue un caso similar, sabíamos que tenía novio pero se veía tan feliz que no quise indagar más incluso te pedí que no lo hicieras hasta que el sujeto se presentó ante nosotros. Sentí que no me contaron nada por temor a decepcionarme y al mismo tiempo pensé que por mucho que hablara con ellos, esa confianza que esperaba compartir nunca existió. Quizás si soy una mala madre como lo fue la mía.

— Estas siendo muy exigente contigo misma. Chris, tu misma lo dijiste, son individuos con ideas propias. Preocuparnos no hará que desaparezca ese sentimiento. También me preocupe cuando Jun fue acusado de embarazar a una chica de su escuela, nuestro hijo lloro a mas no poder por no encontrar una solución al problema y lo resolviste bien… — contesto para hacerla cambiar de idea — Yuu probablemente también pensó que hizo algo innombrable por salir con esa chica y sabes que, ellos fueron honestos. Podemos fiarnos de sus palabras porque nosotros los educamos y sabemos cómo actúan. Anya en ese entonces vivía la ilusión de su primer amor y se le notaba en la cara, cualquier cambio lo habríamos notado. Ahora lo que hemos de hacer es apoyarlos en el camino que elijan. Nada más que eso. Si nos equivocamos en el camino, probablemente lo solucionamos.

Pese a que sus palabras se usaban para motivarse, el tono de sus voces reflejaba cierta tristeza. Cuando Anya los escucho hablando, decidió alejarse tapándose los oídos. No quería ser testigo de una conversación tan íntima. No quería tener curiosidad sobre algo nuevo que podría dañar a su madre al cuestionarla sobre esa información.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.