Azul Violeta (tercer libro)

XIV.- Las palabras no son suficientes

— La invitada de hoy es Youta Darí, ¡nuestra súper modelo! — anuncio el conductor con su inusual estado de ánimo. — ¡Bienvenida!

Últimamente Darí salía en casi cualquier programa de variedades cuando no estaba grabando ningún drama. Ryusui también estaba cansado de tener que verla en todos lados.

Después de los malestares de Christine la llevaron a la revisión semestral de Anya, se confundió entre lo que decía y lo que pensaba. La revisión de Christine sería hasta una semana más tarde y esa vez no podría acompañarla.

— Bueno, esa chica es muy trabajadora — señaló Joiichiro — pero también es una manipuladora de primera. Solo necesitas verla para saberlo… ya no puedes confiar en nadie.

— ¿Qué significa eso? — Pregunto Ryusui — ¿Qué hizo?

— Deberías estar al tanto de las noticias locales en línea — suspiro y le mostró el trending topic del día — desde que ella menciono como atrapar una infidelidad, muchas personas siguieron su consejo y se volvió un tema candente...todos comentan lo que descubrieron y agradecieron sus consejos. Nadie debería vivir con los ojos vendados por la persona que “amas”

Ryusui se dio cuenta de que no fue el único que cayó en su trampa.

— No, le debo una disculpa...—  pensó en voz alta.

— ¡¿Qué?! ¡¿A quién?! — Pregunto Joiichiro curioso — bueno pues te diré, no es de lo más normal pero muchas parejas se cansan de lo mismo y buscan adrenalina de ser atrapados en sus movimientos...

— Entonces ¿no es malo? — menciono como si nada. Tenía varias ideas raras en su cabeza.

— No es que no sea malo sino que intentes justificarlo: no me pones atención, trabajas mucho, no soy tu sirvienta...cosas así...

— Ya veo...— su mente se llenó de imágenes de Christine evadiendo temas de conversación con monosílabos. Estaba menos comunicativa que antes...pero sus recuerdos no estaban completos — ¿sabes dónde puedo comprar pastel de café?

— ¿Artesanal? En una tienda llamada Li•Mo pero solo reservando lo antes de las 12pm...— dijo mirando el reloj sin ver realmente la hora.

— Reserva uno para mí, debo grabar ahora...

— De acuerdo...—  accedió Joiichiro extrañado del comportamiento del chico.

 

En el hospital

— Señora Suzuhara...tiene 5 semanas, felicidades — dijo su doctora

Jajajajajaja ¿qué?  Pensó aturdida.

¿Otro bebé? Dijeron que sería difícil después de Anya y lo intento por meses, ahora, ¿en serio? Quizá su rostro reflejaba los pensamientos que tenía en ese momento frente al médico pues al cruzar miradas había un ligero rastro de ternura que no podía explicar.

— Le recuerdo que debe disminuir su consumo de café así como su trabajo de pintura...— hablo la doctora, ¿tenía que suspender su trabajo de nuevo? No quería volver a retrasar todo y retomar su trabajo de oficina.

— ¿Está segura? Sabe, mi periodo no llega cuando debería y...y...y...— comenzó a llorar cuando recordó lo que pasó con Anya durante todo el embarazo. No lograba tranquilizarla. La dejo llorar todo el tiempo que fuera necesario.

Después la convenció de hacerse un ultrasonido para que viera que era real. Debían recetarle suplementos vitamínicos y tener una vida lo más tranquila posible. Le recordó evitar el estrés y ejercicios fuertes. Como ella bien menciono, durante su segundo embarazo pasaron muchas cosas que la mayoría de la mujeres no sufrían.

 

En casa

Las imágenes del ultrasonido las llevo directamente a su teléfono. Ese día recibiría a Sayako y Alejandro que insistían en armar una exposición tal como ella quería pese a que ella se negaba porque no tenía nada que presentar.

— Saben que, descansemos. Christine si te vas a negar hasta el final mejor descansemos — decía una Sayako agotada y cambio de tema — oye, ¿cómo le hiciste?

— ¿Para qué? — Respondió Christine...— Alejandro sirve el té

— ¡Es tu casa! — se levantó a servir como si nada.

— Pero es tu culpa por obedecer...— replicó — ¿qué decías Sayako?

— ¿Cómo le hiciste para llevar dos bebés contigo? ¡Dios! Yo siento que moriré aunque Takaki está encantado yo creo que me derribare en cada momento

— No lo sé al menos te ves más fuerte que yo...— recordó que a sus 24 años solo tenía una comida al día...— prepárate para divertirte, se vienen los mejores años.

— No suenas muy divertida, es sarcasmo... ¿verdad? Alejandro, ¿es difícil?

— ¡A mí no me preguntes! — les dio él te y salió a la terraza.

No siguieron platicando. Christine parecía tener muchas cosas en la cabeza. Sayako se percató y le dijo que solo le pediría ir a la cena la próxima semana. Alejandro le recordó que iba a triunfar en su exposición sobre “The Queen” además de que el hombre llamado Alan no había vuelto a visitarlos.

— ¿No te parece extraño? Quizás solo venía a verte...

— Alejandro por favor, no le des más vueltas al asunto...si quieres, vete ya.




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