Retrocedemos
Hace años cuando Ryusui se hacía llamar Yuu en su época de secundaria.
— Andou, Suzuhara, Yourata Sumika, Yourata Suzume y Yoshikawa tendrán clases de verano de matemáticas. Avisen en sus casas....— dijo el profesor encargado — las estudiantes Yourata las quieren ver en la oficina de profesores... es todo
— Gracias por su buen trabajo — se despidieron los alumnos.
Andou Takashi, más tarde sería conocido como Takeshi, se levantó con su mochila y se fue con sus compañeros a jugar videojuegos a la casa de algunos de ellos. No fue difícil hacer amigos para un repetidor. Andou estaba orgulloso del trabajo que tenía en ese momento: ser modelo.
Poco a poco conseguiría ser el actor prometedor que buscaba ser.
Las gemelas Yourata salieron a la oficina de los profesores. Suzume, la mayor, siempre llamaba la atención a diferencia de su hermana menor Sumika quien prefería mantenerse al margen. Ambas eran atléticas e inteligentes. Su razón para las clases suplementarios eran las inasistencias de las cuales, en su mayoría, no podían justificar.
Por otro lado, estaba un adolescente muy guapo que faltó a tomar el examen solo para ir a una audición en la que, por supuesto, no quedó seleccionado. Si sus exámenes anteriores hubieran tenido buenas notas esto no habría sucedido o al menos eso pensó.
Al terminar la escuela, era común que algunos estudiantes se reunieran en una cafetería cercana. Suzuhara Yuu siempre la evitaba pero esa vez fue invitado por Takashi. Solo una vez entraría y después no volvería.
— Ahhh ¿viniste? Me enteré que no quedaste para el papel...que lástima...
— Bueno, eso solo demuestra que no tengo madera para actor, probablemente lo deje antes de que mis padres se enteren...— respondió y pidió un café.
— No dejes que te desanime. Puedes intentar ir a un shooting o que te parece si el fin de semana armamos un lookbook? — Sugirió — tienes la apariencia y aptitud quizás lo que está mal son los papeles que quieres interpretar... es parte de la experiencia así que no debes preocuparte. — explicó
— Quizás...— tomo de su café — déjame pensarlo...nos vemos.
— Ok, pasaré por Kiniro más tarde y quiero escuchar tu respuesta...
Yuu Suzuhara llamaba la atención por las calles que pasaba por su imagen fresca. Como adolescente, sus pensamientos iban del sí al no en un instante pero se mantenía firme con querer ser actor. Con ayuda de Takashi asistía a algunas audiciones pero siempre le decían no, quizás el enfoque estaba mal.
— Mamá, ¡ya llegué!
— Yuu, llamaron de la escuela...— se quejó al verlo — ¡explícame tus inasistencias!
— Jejeje — estaba nervioso, ya no tenía excusas.
— Señoritas, ¿entienden la gravedad del asunto? ¡No pueden intercambiar lugares para los exámenes! — Dijo molesto el profesor del aula — no lo volveré a dejar pasar, ambas presentarán el examen de matemáticas ahora. Su profesora las espera.
Yourata Suzume, más tarde conocida como Youta Darí, una chica inteligente, atlética, trabajadora y bonita que también tenía una personalidad retorcida. Creía que las personas estaban para servirle y junto a su hermana Sumika siempre estaban creando historias increíbles alrededor de sus conocidos.
Por otro lado Sumika, también una chica bonita, de personalidad brillante, atlética y siempre rodeada de personas; prefería mantenerse alejada de todo y enfocarse en escribir críticas literarias por alguna razón siempre hacia lo que su hermana le pedía.
Ambas chicas llamativas y populares a las que tanto les encantaba cambiar de lugar solo para molestar a los demás. Era su forma de divertirse. Nadie podía diferenciarlas.
— Termine — anuncio Sumika y al mismo tiempo Suzume entrego su examen.
— Bien, pueden irse...— accedió la profesora. — ya no las veré en las clases suplementarios.
— Disfrute su verano — contestaron al unísono.
Salieron y caminaban hacia su casa. Sumika dejo de responder los mensajes que llegaban a su teléfono. Suzume estaba interesada en quien le pediría salir ahora. Era divertido, se sentía viva cada vez que alguien le pedía algo y Sumika iba en su lugar. Se divertía de tener una hermana idéntica así podía evitar situaciones complicadas.
— Suzu...hay alguien que me gusta...
— ¿Y? ¿Porque lo mencionas ahora?
— Etto...— se sonrojo y no pudo decir ninguna palabra.
Llegaron a su casa en silencio. En la entrada había dos pulseras. Suzume usaba el color amarilla y Sumika la naranja. Su madrastra no las diferenciaba, su padre no estaba en casa y su hermano menor ni atención les ponía. Para ellas solo era una falta de interés de parte de una familia armada.
— ¿Sumika? — Dijo la mujer a la chica de amarillo — ayuda a estudiar a tu hermano.
— Soy Suzume...— contesto pero de igual manera subió. Ese chico tenía buenos videojuegos.
Su madrastra no tenía ni la más mínima intención de diferenciarlas y ansiaba el día en que por fin se fueran de esa casa y la dejaran formar la familia que soño. Para Sumika, esa mujer fue la causa de que su familia se derrumbará. Suzume no pensaba igual, creía que simplemente su padre perdió el interés en su madre y busco a alguien que satisficiera su curiosidad. No había amor de por medio.
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Editado: 09.11.2023