Azul Violeta (tercer libro)

XX.- La chica sombría y el chico serio III

— Oye ¿y Sumika?

— ¿Quién es Sumika? — respondió Suzume mientras leía algunas ofertas de trabajo en los anuncios.

— ¡¿Tu hermana?! — respondió el alumno cuyo rostro olvidaría. — le preste algunos cd’s y me gustaría que me los regrese.

— Me los prestaste a mí...te los traeré mañana...perdón por la tardanza — contesto Suzume.

Todos la miraban desconcertados. Estaba seguros, incluidas sus amigas, de que había otra chica con el apellido Yourata sin embargo los profesores también se negaban a mencionarlo. Suzume cumplió lo que prometió, que nadie recuerde a su hermana.

Suzume miraba a lo lejos la forma de actuar de Suzuhara. Después de su cita en casa no volvieron a cruzar ninguna palabra o saludo, ni siquiera pregunto si ella estaba bien. Suzuhara solo siguió existiendo en el mundo como si no hubiera más personas alrededor.

De hecho no hablaba con nadie, entre los alumnos se corrió un rumor de que tuvo muchos problemas familiares y por ello dejo de hablar con ellos. No sabía qué relación había entre esos dos puntos. Parecía más una excusa.

—  Yourata, tus padres llaman por teléfono...

 

Después de saber lo que ocurría en el cerebro de Sumika sus padres decidieron mudarse al campo con los abuelos para darle más tranquilidad. Suzume se negó y cuando limpiaba la habitación encontró el cuaderno de deseos que tenía Sumika desde que se enseñó a escribir.

Suzume quería hacer cualquier deseo realidad en nombre de su hermana.

 

La popularidad de Suzume fue bajando cuando varias personas la acusaban de manipuladora y mentirosa. En realidad, nunca escondió su personalidad, sabía que era muy superior a todas las personas que la rodeaban y no podía dejar de presumir ante ello. Su problema era que no es amigable mucho menos tolerante a ese comportamiento.

En contraparte de Suzuhara, quien, en cada momento se volvió más popular y llamativo pero de su boca no salía ningún pio. No se atrevía a mostrarse tal cual es con temor de que alguien tomara ese detalle y lo convirtiera en noticia aunque fuera una mera porquería. Además de que se sentía muy inseguro de decir algo que no fuera del agrado de todos y se convirtiera en un mal comentario. Ella podía notar la razón detrás de su comportamiento serio.

 

— Ahhh, la chica sombría...

Cada que la veían pasar, se referían a ella como"Chica sombría"  nadie sabía lo que pensaba o con que frase volvería todo en tu contra. Suzume vivió una estancia semi tranquila durante sus últimos días de escuela.

La partida de Sumika dejo un espacio muy triste y convencida de que el mundo no las merecía, su imagen de mujer hermosa nunca cayó, de hecho resalto aún más esa seriedad que le dio un toque de misterio, y continuaban reconociéndola sin embargo nadie quería tenerle cerca por si torcía tus palabras para dañar.

 

El último año de escuela de Yuu consiguió cambiar su nombre a Ryusui. Platicando con Takashi, él menciono que salió con Suzume e intento hacerle decir que también salió con ella pero Yuu aka Ryusui no sabía a lo que se refería. Muchos de sus recuerdos estaban borrosos ni siquiera podría decir si había más personas con el mismo apellido en su grupo.

Suzume y Ryusui estuvieron en el mismo grupo de principio a fin pero cómo es posible que se ignorara el uno al otro durante tanto tiempo. La respuesta para ellos fue: el interés.

Suzume no quería estar rodeada de personas si no eran para servirle; al contario de Ryusui, no quería estar rodeado de personas que en algún momento lo traicionaran.

En las últimas vacaciones de invierno, Yuu aka Ryusui, conoció a sus medios hermanos. No sabía cómo reaccionar pues solo podía hablar bien frente a la cámara. Se volvió torpe socialmente.

 

En el otro lado del país, Suzume veía fragmentos del diario de Sumika. Era una chica con muchos sueños. Desde ser modelo hasta casarse con Yuu Suzuhara. La noche en que partió fue como quedarse dormida, eso nunca lo pudo olvidar. Suzume estaba segura que con sus habilidades podría crear una historia donde todo lo que ella haya dicho realmente ocurrió.

Sentía que debía hacerlo por su hermana y única amiga.

Ella no los engaño, fue su culpa por no notar las diferencias.

Incluso sus padres que decían conocerlas ni sabía quién era quién sin esas pulseras.

 

En la graduación, Yuu se tomaba fotos con todos. Suzume no asistió a la entrega de diplomas, una revista firmo un contrato con ella para convertirla en portada. Su mente trabajaba más rápido que su boca y creaba una vida escolar de ensueño donde todos los que participaron daban veracidad a sus palabras. Ser amigo de una chica como ella, era como el gran logro de ser estudiante.

Incluso contribuían a explicarlas mejor para que nadie quedara con la duda que de verdad ocurrieron. Suzume se fue ganando el aprecio de las personas en el extranjero. Volvía a crear su fama en honor a Sumika. Mientras tanto, los ex compañeros de Yuu aka Ryusui mencionaban que él nunca hablaba en clases y ni siquiera lo conocía. No podían decir que eran amigos si no sabían que estaba pensando.




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