Azul Violeta (tercer libro)

XXII.- El chico experimenta

Ryusui esperaba ansiado el momento en que llegara Christine al aeropuerto.

Cuando se lo comento al manager, este le recordó que tenía entrevistas que grabar esos días y terminaría en la noche así que no podría recogerla. Triste le pidió a su hermana que fuera por ella y le aviso a Christine quién la recogería.

Christine no se enojó ni nada, le pido que no se distrajera en el trabajo. El día en que llego, Kiniro le tomo una foto de lejos y la envío a su hermano diciéndole: "parece que esa chica es real, perdón por no haberte creído..."

Feliz de tenerla cada vez más cerca cayó en cuenta de algo que jamás había hecho.

— ¿Qué? ¿Qué haré ahora? — se dijo

— ¿Que te sucede? ¿El juego fue demasiado? — pregunto Joiichiro

— No, bueno, Christine llego al aeropuerto pero...se supone que estamos saliendo... ¿cómo debería saludarla? ¿La abrazo? ¿La beso? ¿Cómo se saludan en el extranjero? ¿Qué le digo? ¿Qué hago? — pregunto angustiado

— ¿De verdad me lo preguntas?, ¿Acaso nunca has dado tu primer beso fuera de la pantalla? — pregunto ya fastidiado de sus torpes dilemas.

Ryusui desvío la mirada. No tenía experiencia con nadie porque nunca salió con alguien pues no se enamoró hasta este momento.

— ¿Qué hago? ¡¿Y si se decepciona y termina conmigo?! ¡¿Que haré?! Espero que no me diga cosas malas o me critique o pegue — comenzó a decir asustado incluso la maquillista le puso atención.

— Ryusui, no digas las cosas así. En todo el tiempo que has platicado con ella y su "relación" a distancia, ¿ella te hizo algo como lo que dijiste? Bueno no es que pudiera pero ¿ella te respondió mal?  — le dijo y lo obligó a trabajar.

No, ella no era así.

 

Cuando llegó a casa, solo al verla su instinto le hizo ir a abrazarla. Tenerla entre sus brazos, meses después de saber que existía alguien para él. Estaba satisfecho.

Apenas cerró la puerta y ese chico rodeo la cintura de Christine con sus brazos, no la dejaría ir de ninguna manera. Ella sonreía... tenerlo tan cerca, sentir su respiración y quedar impregnada de su colonia... le daba paz.

Tal vez sería muy torpe, era consciente de que no sabía que hacer pero quería mostrarle que llego a quererla.

— ¿Sabes cuánto espere para esto? Parecida un sueño que no se volvería realidad...

— ¿Estamos saliendo?

— Si

— Estoy a tu lado y en tu casa

— Si

— Soñamos lo mismo

— Mi sueño es estar contigo... me alegra haberte conocido y ganar tu corazón...

Se besaron lentamente conforme sincronizaban su respiración aumentaban la velocidad de sus besos, solo se detenían para tomar un aliento. Ryusui se estuvo conteniendo desde que la abrazo pero una vez iniciado no había forma de lo detuviera. Nunca sabría si fue un buen besador o no. De lo único que era consiente es que ella quería lo mismo que él.

Su rapidez al desnudarla torpemente y marcar cada parte de su cuerpo con sus labios, sentía los latidos de su corazón, su respiración agitada... era la primera vez que veía a una mujer de esa manera, actuando con algo de timidez, jamás creyó que llegaría a suceder o a lo mejor ya había renunciado a eso.  Sus manos guardarían el tacto de la mujer que tocaba.

Christine lo acariciaba ágil hasta que él ya no pudo más y le levanto las piernas para embestirla con fuerza tapando su boca con la mano para ahogar cualquier sonido... Después que, ¿acaso le dolía? ¿Fue muy brusco? ¿Cómo debía continuar?

La mente de Christine abandonaba su cuerpo al tener cerca a alguien como él, ¿cuánto lo había deseado? Cuantas fantasías había tenido con él y se volvían realidad... ya no eran extraños, sus cuerpos se conocían, se entendían... era lo que había esperado toda su vida.

Dormitando a su lado, Ryusui rodeo con sus brazos el cuerpo desnudo de su novia. No tenía ni idea de lo que acaban de ocurrir, llegó a pensar que fracasaría pero no lo quería admitir, ambos lo disfrutaron.

 

Los días continuaron y logro ver caras de ella que no mostraba en el video llamado. Christine se avergonzaba por ser cariñosa con él o viceversa. A veces no entendía los coqueteos que ella hacía de manera inconsciente pero también quería mostrarle que era considerado.

Experimentaba el primer amor hasta sus veinte años y ¿sería extraño pensar que un beso a veces le provocaba timidez? ¿O que un abrazo lo agitaba al grado de dejar su mente en blanco? Simplemente tenerlo cerca y poner pequeñas muestras de amor le parecía suficiente.

— Ryusui, ¿por fin tendrás esa ansiada escena de beso! ¿Vas a practicar con la actriz? — anuncio Joiichiro cuando le entrego el guión del nuevo capítulo. Hasta el momento solo había fingido el beso.

— ¿Qué? No, no hay forma de que haga eso — y salió. Después de unos minutos regreso, logró zafarse de esa escena y la haría un doble. No tenía experiencia en esas escenas, todo se filmaba con otro ángulo de la cámara, y sentía nervios de que Christine las viera.




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