Ryusui no se fue. Se sentó en el suelo esperando que Christine lo mirara. Quería saber al menos que sucedió, que todo dio un giro retorcido.
— Myra, está bien si vas a ver a Víktor, quizás se siente solo sin su mamá...
— Christine pero...— y miro de reojo a Ryusui — no te puedo dejar sola.
— Estaré bien, ve y déjame mi bolso.
— Ok, volveré al rato. — salió sin mirar a Ryusui. El chico le inspiraba confianza pero las cosas se habían torcido de alguna manera extraña.
Reyik también lo miraba con desdén. Debía sacarlo o no. Bueno si Christine no decía nada entonces no había problema.
— Reyik, ¿puedes conseguir dos invitaciones para la cena de oro? Una dirigida a un invitado especial y otra a Alan Álvarez.
— ¿Qué? pero es en dos días. Todo la organización está casi terminada... — respondió.
La cena dorada es un evento especial organizado por el primer ministro y allí solo asistían personas que han contribuido al país en ámbitos poco sobresalientes no relacionados con lo académico. El organizador siempre era muy selecto y cada año elegían a los invitados por sus logros, como por ejemplo leyes y política o deportes y arte, etc.
Christine quería encontrarse con un abogado de nombre Yamashita.
— ¿No puedes? ¿Ninguna?
— Lo haré...Suman es invitado y patrocinador, él seguramente nos ayudará. Regresaré más tarde.
Reyik salió lanzándole maldiciones a Ryusui quien no le quitaba el ojo de encima. Sabía que en ese momento, Reyik fue más confiable que él.
Christine se llevó las manos a su vientre. Era un milagro que su bebé estuviera bien. Por un momento estuvo asustada de que le pasara algo. De su propia experiencia sabía que el primer trimestre era el mas delicado.
Tomo su teléfono e hizo varias llamadas. Una a King y otra a Alan. Les dijo unas cuantas palabras, Ryusui no conocía a Alan. Y en este momento no sabía que preguntar.
— Esposa, ¿me dejaras al margen de todo? ¿Por qué?
— ¿No fue lo que decidiste? Yo no te obligue a irte de la casa... ¿crees que estoy jugando cuando dije que no te rogaría que volvieras?
— Lo siento, ¿sí? Estaba confundido. Escuchar a Darí acusarme de esa manera y hacerme dudar de todo lo que hice, no sé cómo lo logra, creerás que soy estúpido pero...
— No te justifiques conmigo, yo decidí creer en ti pero tú no crees en mí, ¿es realmente el tipo de matrimonio que soñaste?
— No, por supuesto que no — y se levantó — soy yo quien no confía en mí. Pienso en que pudo pasar o que está pasando hasta volverme loco.
— Ryusui. Por favor quédate en casa de Alejandro. ¡Yo no dejare que ensucien mi nombre solo porque parezco estúpida!
— Christine, ¿tienes algún sospechoso?
— Tres y no te gustará cuando te diga. Alejandro te dijo que en tres días harás la prueba de ADN y después...
— Y si es mío, ¿qué harás?
— ¿Me engañaste con ella? ¿Estás seguro de que es tuyo? — pregunto mirándolo molesta.
— ¿No es una posibilidad? — se acercó un poco pero ella ya no lo miro.
— Si es tuyo, veré qué hago. Los niños...están con tus padres...y déjame decirte una cosa desde este momento...sin importar el resultado no creas que perdonaré a las personas que me lastimaron y difamaron, tus padres y Joiichiro, recuerda que soy rencorosa y no olvidó nada.
— Lo sé, cuando te conocí, cuando llegaste aquí te acepte con tus defectos y virtudes así que... espero que pronto yo pueda disculparme por ser el principal causante de tu dolor...— se acercó a la puerta — como tú quieres me mantendré al margen. Nos vemos después...— salió.
Al salir llamo a Takashi y le pidió hablar con Kiniro. Ella se negó. No entendía cómo es que todo estaba en su contra. Takashi ofreció su ayuda en todo lo posible, había visto las noticias de ellos, y se sentía abrumado por conocer a Darí y no saber la cantidad de daño que podía provocar.
Bueno, después de esto, solo quedaría como otro recuerdo traumático.
Por la noche, Reyik llegó con dos invitaciones. Suman se las dio a regañadientes y le pidió que no causará problemas. Una de ellas era para un invitado especial y la otra iba dirigida especialmente para Alan. Era una suerte que estuviera en el país.
Le pidió a Reyik que las enviara a ciertas direcciones. Más tarde entró el médico encargado para revisar el estado del bebé. Afortunadamente estaba estable pero le recordaron que no debía estresarse. La dejarían ir a la mañana siguiente.
Reyik y Myra le hicieron compañía toda la noche. Ambos se preguntaban porque Ryusui no estaba allí. Christine sabía que ellos querían saber esa razón pero no dijo nada. Suman había regresado de Irlanda, sin Dove, y le recordó que le ayudaría en todo lo posible.
Si alguna de las personas viera como Christine era apoyada por varios tipos de gente esta vez la juzgarían de manipuladora y la atacarían por tener solo personas influyentes a su lado. Cuando la realidad fue ser amiga de esas personas.
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malas decisiones, conflictos matrimoniales, detrás de la fama
Editado: 09.11.2023