Azul Violeta (tercer libro)

XXIX.- Incluso si son malas noticias yo...

Kouyou Yamashita

28 años

Abogado. Termino la escuela de leyes a una edad notable de 20.

Curso la secundaria y preparatoria en solo 6 meses. No se conoce nada de su familia o las causas que lo llevaron a adelantar sus estudios.

Es reconocido por revelar detalles que se pasan por alto en la investigación o documentación.

Es un gran admirador del arte.

No tiene ninguna relación conocida y parece ser que no le interesa.

 

Eso investigo Christine. Necesitaba a ese abogado. Necesitaba alguien que pudiera observar todo a detalle y él era la persona indicada.

Ryusui estaba aún en casa de Alejandro. Por la mañana irían a ese hospital. Alejandro ya estaba cansado de tenerlo allí y fiel a su palabra cada que iba Joiichiro los sacaba pues no lo quería cerca.

— Oye, Ryusui, ¿dónde quedo el hombre que prometía cuidar de su esposa? — dijo Myra al servirle la cena.

— Creo que lo deje colgado en el armario. Lo siento. — contesto y regreso a la habitación.

Myra no insistió. Desde el momento en que llegó allí se puso a investigar si habían invadido la computadora de Alejandro así como el sistema de seguridad.

Descubrió muy a su pesar que no solo fue invadida sino que había una salida externa. Básicamente lo que descubrió fue que algunos archivos iban a otra dirección y unos cuantos a la dirección original.

Aunque fuera "ilegal" ella lo usaría para ayudar a Christine.

— Lo que no entiendo, es como esa chica se atreve a hacerle algo a Christine, se nota que no sabe con quién se mete...— dijo Myra. — quizás solo quiere divertirse...

— Si esa es la razón, yo mismo la mato...— contesto Alejandro.

Ryusui estaba en silencio. Escuchaba lo que ellos platicaban.

— Alejandro, quizás tú no lo recuerdes pero Christine también es manipuladora en extremo.

— Myra, ni siquiera lo digas así. — Corrigió Alejandro —  Ella puede elegir a las personas y son ellas los que eligen ayudarle. No se cómo lo hace, solo lo hace. Es una especie de atracción.

— Bueno, es cierto. —

Ryusui se sentía mal, le había dejado sola después de que sus propios pensamientos y recuerdos daban vuelta y vuelta en su cabeza. Solo deseaba que todo acabe pronto. Su agencia apenas le daba vueltas al asunto y sus trabajos tuvieron que ser suspendidos o pagar la compensación.

 

Por la mañana fueron al hospital. Christine se veía normal, como si nada le afectará. Ryusui estaba cerca de ella, como si fingiera hablar, si Darí se diera cuenta de que ellos estaban separados sería más fácil para ella interferir más en su relación y se blanco de los medios.

— Lamento el retraso...— apareció el abogado Yamashita

— ¿Y por qué está aquí un abogado? Incluso, ¿por qué está aquí esa mujer? — pregunto Darí.

— ¿Es importante? ¿Deberíamos tomar las muestras ya? — sugirió Christine. El médico los hizo pasar a la sala. El abogado de Ryusui entro junto con ellos. Christine estaba afuera esperando.

— ¿Confía en su marido?

— Por supuesto. Sería raro si no.

— Usted tiene mucha confianza ¿Hay alguna razón? — indagó el abogado

— Ninguna, generalmente si traicionan a alguien no vuelve a confiar pero en mi caso nunca confíe en nadie hasta que conocí a Ryusui. Puedo estar equivocada pero mis sentimientos no cambian además buscaré una solución a este problema. Odio ser el centro de atención y que los míos sufran las consecuencias.

— ¿Y sus hijos? ¿Estarán bien?

— Claro que sí, porque yo estaré bien...— dijo al momento en que salieron.

El médico les dijo que enviarían los resultados a los abogados y los leería ante ellos por la mañana. Después les ofreció una habitación para discutir algunas cosas a petición de Yamashita. Darí no entendía porque invitar a alguien más al conflicto.

Yamashita le entrego una copia de la demanda en su contra.

— ¿Qué es esto? — y se la dio a su abogado.

— Una muestra de cortesía, a partir de este momento represento a la ciudadana Riels quien la demanda por hostigamiento, prejuicios, daños materiales y a propiedad privada, violación de derechos de privacidad y hackeo. Cómo sabrá, ella es parte del Comité Internacional de pintores.

Darí miro con furia a su abogado. ¿Qué es ese comité? ¿Exactamente quién es esta mujer?

— Bueno, ya sabemos que esto llegara a la corte así que esperemos pacientemente el resultado. — apenas podía articular palabras sin que se notará que estaba a punto de explotar.

La vieron irse y Christine también salió. Los abogados le siguieron y acordaron dirigirse a la agencia Hoshino. Ryusui a cada momento se sentía más inútil. Christine se sentó a su lado en el auto y lo tomo de la mano.




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