Azul Violeta (tercer libro)

XXXII.- La mano que mece la cuna

Yamashita regreso a casa. No sabía cuan solitario era el lugar en el que vivía. Su fama creció poco a poco solo porque tomo casos complicados. No era un genio ni nada similar.

Leía mucho, no salía con nadie, casi podía decir que era un asocial. No había misterio sobre el sexo opuesto que no conociera pero su clienta más reciente le hizo parece equivocado. Aún había personas curiosas en el mundo.

Prepararía su trabajo como cualquier día, es lo que podía hacer.

 

Los abogados solicitaron tener solo una charla informal antes de decidir un juicio. El objetivo es que la otra parte desista.

Los primeros en llegar fueron Ryusui, Christine y Kurosu. Ese día Christine usaba una falda larga era incluso inusual en invierno. Ella no decía nada.

Poco después apareció Darí y su abogado. Ella también llevaba una ropa simple, maquillaje muy discreto sin embargo se veía claramente su estado de embarazada. Bueno, ahora empezamos.

El juez, realmente no juzgarían nada, estaba con dos miembros del jurado. Solo estaban allí para mediar que nadie se mate. Estaba haciendo un favor a Yamashita. No era un juicio como tal porque Darí acusaba a Ryusui de adulterio y daño emocional pero Christine la acusaba de hostigamiento, daños y prejuicios, daños materiales, violación de derechos de privacidad y hackeo.

Ryusui ahora más tranquilo, podía reclamarle daños y prejuicios.

Comenzaron una plática exponiendo hechos. Darí se aferraba a qué Ryusui la engaño durante meses además de no hacerse responsable por el hijo que tendrían juntos. Ryusui guardo silencio, lo atacaría de esa manera y él no debía responderle. Definitivamente no caería en provocaciones.

Sabía que terminarían en un juicio.

— Señorita Yourata, por favor absténgase de mostrar semejantes gestos. No estamos en un jardín de niños. — le recordó el juez.

Darí asintió. No harían un recuento de hechos sin embargo, querían probar la veracidad de lo sucedido. Yamashita quería terminar con todo ese día así que buscaría una resolución. Darí están tan segura de lo que ocurría a su alrededor que sostenía su palabra de manera que parecía haberlo aprendido de memoria.

Christine comenzó a hablar, ella no la conocía salvo por verla en televisión y ya. Señaló que su lugar se trabajo fue destruido, filtraron información falsa e información privada.

Darí están ofendida. ¿Cómo podía decir eso una mujer que actúa como caza fortunas? Intento investigarlo pero no encontró nada. Su abogado le recordó que solo iban a platicar y reducir los cargos de ambas partes antes de llegar al juicio.

Dado que ninguna de las partes se ponía de acuerdo tomaron un receso. Christine aprovecho para comer algo. Ryusui saldría un momento.

— Mujer, no debes comer aquí

— Eso no es lo importante, no pude desayunar, si mi bebé no crece como debería será tu culpa por no dejarme comer. — señaló

Yamashita sintió como un balde de agua fría caía sobre su espalda. No sabía porque reaccionó así pero la persona que estaba a su lado era diferente a todo lo que había conocido.

— ¿Sabes que hay personas que no sienten empatía por otras? ¿Es egoísmo?

— Lo sé, no creo que lo sea, solo es su cerebro que no funciona ni procesa información, no hay nada malo.

— Ya...— que más podía decir. Él era así, debía trabajar pero al escuchar sus historias no podía sentir ese deseo de ayudarles así que tomaba los casos fríamente. — Tienes comida en la mejilla — dijo mientras levantan la mano

— No me toques. Esa mujer tonta cualquier detalle para ponerlo en contra.

— Lo siento...

Después de 20 minutos volvieron a reunirse. Darí entro antes que Ryusui. No dijo ninguna palabra pero tenía una cara de satisfacción.

Ella empezó relatando en fechas a los lugares que fue con Ryusui añadiendo que no le importaba ser la amante solo quería un padre para su hijo. Por ello pedía que se hiciera responsable aunque Ryusui no dejará a su actual familia.

Kurosu dijo que no había ninguna posibilidad de que Ryusui fuera padre de ese bebé pues las fechas no coincidían en el lugar donde deberían estar él y ella por sus trabajos. Ambos abogados empezaban a sacar hechos relacionados pero ninguno iba a ceder alegando cada uno que había pruebas de esas reuniones.

Yamashita tomo de nuevo la batuta diciendo que tenía pruebas de que ella miente. El color de la cara de Darí se perdió por un instante pero lo recobro muy rápido. Christine la vio vacilar en ese momento y rio en sus adentros. Darí estaba siendo atrapada por su misma mentira.

— Señor, déjeme recordarle que fabricar pruebas es un delito y es contraproducente. — Empezó a decir el abogado de Darí — hay muchos testigos oculares que apoyan la versión de los hechos de mi cliente. — reafirmo.

Yamashita no se molestó en responder con un argumento. Solo mostró una foto. En ella salía Ryusui con su medio hermano mayor. No fue más explicación.

Darí empezaba a ponerse nerviosa.

Tomaron otro receso.




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