Azul Violeta (tercer libro)

XXXIII.- Consecuencias

Darí espero en el auto cuando salió de ese lugar. Tarde se dio cuenta que estaba cayendo en la trampa de una mujer ruin como Christine. Espero a que saliera sin embargo, no esperaba verla con esas personas.

Sospecho que les pidió ayuda a cambio de favores, presentía que Christine era ese tipo de mujer. Si fuera amable no tendría a tres magnates a sus pies. Su chofer empezó a conducir. Ella ganaría, siempre ganaba.

 

— Christine, ¿no deberías ir a buscar a tus hijos?

— Si debería...— respondió tras escuchar la sugerencia de Takashi. — pero antes debemos ir a la agencia de Ryusui. ¡Nos vamos antes! Bye bye...los invitaré a una comida en casa...

— Solo si cocina Ryusui...— contesto Takashi al verlos alejarse. — no quiero morir joven

Suman y Alan rieron. Yamashita no entendió nada.

— Parecen buenos amigos. — dijo comentando al aire.

Suman y Takashi rieron. Alan solo forzó una sonrisa

— No lo somos, lo único en común es que Christine nos conoce... luego tomamos algo. Algunos debemos ir a trabajar. — sugirió Alan. — y mi avión me espera. Disculpen.

Takashi, Suman y Yamashita bajaban los escalones.

— ¿Cómo conocieron a Christine...?

— Estaba cortejándola — respondieron al unísono.

Yamashita se sorprendió. Si a él le hubiera pasado ni siquiera se verían para empezar.

— ¿Y el resultado?

— Llegué demasiado tarde, ella estaba felizmente casa con Ryusui y no vería a nadie más. Creo que nunca he visto a alguien tan enamorado como ellos — contesto Takashi — pero ahora soy feliz. Mi esposa y yo tenemos un niño hermoso, ahora vivimos en otra prefectura.

Yamashita no lograba entender cómo llegaron a esa resolución.

— Que feo se escucharía si se enterará que estaba cortejando a mi cuñada.

El abogado puso los ojos como platos. Ah... así que es su cuñada. Qué familia tan extraña.

— Pues mi caso fue extraño. Cuando llegue, ella solo tenía ojos para Ryusui, me di por vencido y su mejor amiga me consolaba. No sé, parece que debí conocer a Christine para conocer a esta maravillosa mujer. Me alegra que se cruzará en mi camino...— señaló Suman. — ellas son como hermanas.

Otro loco. Otro loco que fantasea con su cuñada.

Pero al escucharlos reír, parecía que de verdad disfrutaron de esas andanzas con su primer enamoramiento.

Se despidieron. Yamashita no sabía congeniar con ese tipo de personas, solo iba a su trabajo y eso era suficiente. Debía prepararse para sus otros asuntos y eso era todo.

 

— ¿Estás de acuerdo Ryusui? — pregunto el señor Hoshino

— No es como si tuviera otra opción. El día en que regrese a la pantalla chica... asegúrese de anunciarlo por todos los medios. Deberé hacer millones, mis hijos no vivirán del aire.

Acordaron entre Ryusui y el señor Hoshino en suspender el contrato con el joven actor hasta que su imagen de hombre cariñoso fuera limpiada. Sería una tarea bastante difícil incluso Kurosu quería detenerlos. Aún podía disfrutar de un sueldo básico pero casi todos los trabajos con él fueron cancelados. Lograron evadir las multas llegando a varios acuerdos pero los contratos publicitarios fueron retirados.

No había garantía de que regresará a actuar solo por ese maldito escándalo.

Parecía que el objetivo de Darí se cumplió. En este medio, quién diga la primera palabra llevaba ventaja, quién exponga los hechos primero tendrá apoyo moral, así es y será siempre.

 

— ¿Alan me ayudara?— repitió lo que dijo su esposa.

— Si, contrato un equipo especializado en informática y social media. Buscará cada palabra de búsqueda relacionada contigo y la eliminarán, será un trabajo arduo pero cuando regreses nadie recordara esto y si lo recuerda no habrá pruebas — le aseguro Christine subiendo al auto.

— Pero las personas lo recordarán, ¿no es malo también? Debo vivir de la opinión pública y no soportaría que cualquiera intenté investigar algo sobre mi como si fuera su vida.

— Te diré que es difícil que ellos recuerden sin un apoyo. Si no hay evidencia no hay recuerdos. Podemos hacer que olviden ese conflicto como si nada. — Aseguro — tienen memorias que se influyen por la repetición, estarás bien, estaremos bien.

— Está bien, confiaré en ti, tanto como confías en mí. No sé cómo he hecho para merecer esto pero me alegro que estés aquí...a mi lado.

— Ay no que pena. — contesto tapándose la cara.

— Christine, He pensado en cuál diseñador debería hacer tu vestido de novia, podríamos hacer una cita si está disponible y casarnos en Junio o Julio, ¿qué te parece...?

— Me parece que estaré enorme en esos meses...— dijo pensativa.

Ryusui estaba orgulloso de ella. En ese momento lo único que podía pensar era en reunir a su familia y que sus padres le pidieran una disculpa a Christine por haberla malentendido.




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