Kaia
La mañana siguiente June me invitó a dar una caminata por el parque Trinity Bellwoods, estábamos las dos tan abrigadas que pasábamos por muñecos inflables.
Nos preparó una jarra térmica de café para mí y té para ella y recorrimos el camino al lado del lago. Era todo blanco a nuestro alrededor.
—Quiero ver tu cara cuando veas este parque en otoño, es absolutamente hermoso. Los árboles se tornan en diferentes tonalidades de ocre que lo hacen maravilloso a la vista. —June se acomodó el gorro de lana negro para cubrirse más las orejas.
—Es hermoso estando nevado, no imagino lo que será sin la capa de blanco. —Miré al perro que se alejaba hacia el lago—. ¡Bronco, no te alejes! —Le grité cuando se acercó a un banco a oler a una anciana allí sentada.
—¿Dormiste algo? —preguntó mientras le daba a Bronco galletas que habíamos traído para que no se escape y tenga que correr detrás de él como un medallista olímpico.
—Nada. —Me pasé la noche pensando en todos los posibles escenarios que podrían darse cuando de la noticia a padre e hijo—. ¿Qué harías en mi lugar, June?
Ella lo pensó un momento continuamos caminando bajo la arboleda que solo eran esqueletos de los árboles frondosos que seguramente se verían en verano.
—Hablaría con Hamilton primero, porque él es quien decidirá si quiere tener un vínculo con su hijo o no. —June bebió un sorbo de su vaso—. Ham es un buen tipo. Desde que lo conozco ha estado de la mano de mujeres de veintitantos, mucho más jóvenes que él y hasta hace poco estaba por casarse con una Barbie plástica llamada Candace. —Una sensación pesada se alojó en mi estómago—. Más allá de su pésimo gusto con las mujeres, sin ánimo de ofender —me codeó riéndose—, es alguien con quien puedes entablar una conversación y no va a salir con ningún “viernes trece”. Lo cual no significa que te diga abiertamente que quiere una relación con Ryan.
Asentí varias veces. Señalé un banco frente al lago para sentarnos un momento.
—¿Y si él inicia acciones legales contra mí? —Cuando nos sentamos la miré a los ojos—. Sabes bien que puede hacerlo y llevaré todas las de perder.
—Somos tres contra uno, Kai, sin contar que Kevin tiene su carrera en sus manos. —Agaché la cabeza y negué; lo que menos quería era perjudicar también su trabajo—. Mírame. —Lo hice—. Somos abogadas, pero más allá de eso siempre estuvimos del lado de la justicia y ambas sabemos que debes decirle.
Volví a asentir.
—¿Cuándo?
June miró hacia el lago.
—Tú lo decides. Aunque yo preferiría que sea después de Navidad. —La miré interrogante—. Por eso te traje aquí, por si gritas que no espante a todo un barrio.
—¿Qué hiciste? —Me enderecé en una postura defensiva como en un tribunal.
—Como bien sabes cada Navidad hemos ido a Syracuse a pasar las fiestas con ustedes. —Entrecerré los ojos a ella mientras asentía—. Cómo este año te mudaste aquí por primera vez festejaremos en nuestra casa y con la llegada del bebé…
Se detuvo mirando hacia cualquier lado menos a mí.
—Escupe… —Ella juntó saliva y escupió. Me reí aunque estaba indignada por lo que suponía iba a decirme—. ¡Habla!
—Te mencioné que alguno de los jugadores vendrían a casa a pasar Navidad, pero la realidad es que organizamos una fiesta multitudinaria en casa, y la cuestión es que…—Hizo una pausa—, vienen todos los jugadores con sus parejas o solos. —Tiró el cuello hacia atrás y se mordió el labio superior.
—Traduciendo a mi idioma eso significa que veré a Ash toda la noche, ¿verdad? —Bronco se acercó a nosotras cansado de correr y olfatear.
—Lo siento, fue planeado con anterioridad. No lo sabíamos. —Se llevó las manos juntas a los labios en señal de súplica.
—Lo sé, no te preocupes. Sé que a menos que renuncié a mi nuevo trabajo, mi nueva realidad será verlo casi a diario en todos los ámbitos; y eso está comenzando a preocuparme a mí. —June tomó mi mano.
—Si quieres renunciar eres libre de hacerlo, hermanita. Me dolerá porque en estos momentos tenerte cerca es lo que más anhelaba, pero no te haré vivir un calvario. —Ambas teníamos lágrimas que no dejábamos caer en el borde de nuestros orbes—. Solo espero que salga lo mejor de toda esta situación.
Aflojé los hombros como si me hubiese caído una viga de concreto sobre ellos.
—Ryan no me contó mucho anoche y si preguntaba sonaría sospechoso. Solo quiero saber sí… —No quería verbalizarlo.
—Creo que directamente aún no. El viaje anterior de Ryan, Hamilton estaba de viaje y anoche no estaba en el vestuario cuando Kevin se los presentó a todos, pero ahora están en su último entrenamiento antes de las vacaciones de Navidad y es muy probable que se vean, ya que mi esposo y mi sobrino fueron juntos allí. —June colocó mi cabello tras las orejas—. Ryan sabe quién es, porque es uno de sus jugadores favoritos, Kai.
Abrí grandes los ojos.
—¡Dios, ¿cómo nunca lo supe?! —Ella se rio.
—Porque tienes menos deporte que una pantufla. —Las dos nos reímos y Bronco nos ladró—. Hace mucho frío, ya es hora de irnos.
Editado: 10.01.2025