Una semana después de la infructuosa búsqueda, la sucursal de Vitali Enterprises en Puerto Madero funcionaba a toda máquina, pero bajo un microscopio. Fabrizio, implacable tras su fracaso en encontrar a Lucía, estaba más enfocado que nunca en sanear su imperio.
Su vicepresidenta ejecutiva en Argentina, la eficiente y fría Silvana Cáceres, había entregado un informe explosivo: había indicios de malversación de fondos y favoritismo en el departamento de Diseño de Interiores.
—Gómez es un tumor, Silvana. Extírpalo —ordenó Fabrizio, con la mirada clavada en el puerto. —Necesito un equipo limpio, con visión. Publica un anuncio para un nuevo Asistente de Project Manager que tenga experiencia internacional. Necesitamos gente confiable y fresca en ese departamento. Yo mismo revisaré los finalistas.
El anuncio, publicado esa misma tarde, fue el que Lucía leyó. Silvana se encargó de filtrar las primeras candidaturas.
Lucía recibió la llamada a los dos días de postular. La voz de la asistente de Silvana era seca y formal: Había sido seleccionada para un proceso de evaluación intensivo que se llevaría a cabo en un solo día en las oficinas de Vitali Enterprises.
Lucía, vestida con su mejor traje sastre y su portfolio en mano, llegó a Puerto Madero. El edificio de cristal de Vitali Enterprises era un monumento a la riqueza, una ironía hiriente para la mujer cuyo hogar había sido demolido por esa misma corporación.
1. Etapa: La Prueba de Conocimientos Técnicos (Mañana)
Junto a otras cinco candidatas, Lucía fue confinada a una sala para una prueba escrita de dos horas. Debía calcular presupuestos, diseñar planos esquemáticos y evaluar la calidad de los materiales.
Lucía fue brillante. Su formación como decoradora/diseñadora en Milán le dio una ventaja en materiales de alta gama y técnicas de diseño europeas. Salió sintiéndose confiada. Dos de las candidatas fueron eliminadas inmediatamente.
2. Etapa: La Entrevista con Recursos Humanos (Mediodía)
Silvana Cáceres, la vicepresidenta, supervisó esta etapa.
—¿Por qué Vitali Enterprises, señorita Lucía? Su perfil es el de una diseñadora de interiores de lujo con posgrado en Milán. ¿Por qué optar por un rol de Project Manager y asistencia? —preguntó Silvana, con un tono escéptico, sin levantar la vista de su tablet.
—Vitali Enterprises tiene una visión global y audaz, y eso requiere Project Managers capaces de implementar diseños de alto nivel y gestionar proyectos con proveedores internacionales. Mi posgrado se centró precisamente en la logística y el diseño de proyectos complejos con estándares europeos —respondió Lucía, con una sonrisa firme. —Busco un crecimiento donde pueda combinar el arte del diseño con la estrategia de ejecución que ustedes necesitan.
Lucía pasó. Su confianza y su currículum eran innegables. Quedaron dos candidatas más.
3. Etapa: La Presentación del Portfolio y la Evaluación Psicotécnica (Tarde)
En esta etapa, se evaluó la creatividad y la resistencia bajo presión. Lucía presentó su portfolio de proyectos italianos y argentinos con una elocuencia natural. Luego, se sometió a una batería de tests psicotécnicos diseñados para revelar su carácter.
Una de las evaluadoras sonrió a Silvana. —Es resiliente, tiene una alta tolerancia al estrés y es excepcionalmente creativa. Es exactamente el perfil que buscamos para reconstruir el departamento de diseño.
4. Etapa: El Análisis de Caso (Media Tarde)
Lucía y la última candidata fueron encerradas en una sala y se les presentó un caso de estudio complejo: la remodelación de un hotel boutique con un presupuesto ajustado y un plazo ridículo. Debían presentar una estrategia en una hora.
Lucía demostró ser una estratega. La otra candidata se centró en los problemas. Lucía, por su parte, propuso soluciones innovadoras y atrevidas, priorizando el diseño inteligente sobre el gasto excesivo.
Lucía fue la única en pasar. Estaba exhausta, pero a un paso de conseguir el empleo que cambiaría su vida.