Capítulo Tres: Noticias Inesperadas

Ivy se despertó tarde ese sábado, disfrutando de la libertad del fin de semana. Mientras se estiraba, notó varias notificaciones en su celular. El primer mensaje era de Lilian, y al abrirlo, encontró una foto suya con Asher. Ambos caminaban por el centro comercial, ella llevaba su suéter y parecían estar pasando un buen rato.

Ivy, sorprendida, revisó los demás mensajes: eran más fotos de ellos dos.

—¿Qué es esto? —murmuró, incorporándose de golpe en la cama—. ¿Cómo sacaron estas fotos?

Un segundo mensaje de Lilian decía:
"Lee la descripción."

La imagen llevaba el siguiente texto:
"Nueva pareja en el campus: el hijo de la famosa cantante y el prodigio del piano sale con una chica común."

Ivy se quedó en shock. Se dejó caer de nuevo sobre la cama, con el celular en la mano.

—¿Nueva pareja? ¿Asher y yo? No puede ser...

Rápidamente respondió a Lilian:
"¡No, Lilian! No estamos saliendo."

"Ah, ¿y qué hacían en el centro comercial, solos? ¿Y con su suéter...? 😏", respondió su amiga, claramente disfrutando del chisme.

Ivy suspiró.
"Nos encontramos en la fiesta, y como estaba aburrida, salí a caminar con él. Lo del suéter fue porque tenía frío. Nada más. ¿Cuál es el problema?"

"Ninguno," replicó Lilian, "pero... se ven como una parejita feliz."

"Sí, pues no lo somos," insistió Ivy.

"¿Me vas a decir que no te atrae ni un poquito, nena?"

Ivy tardó unos segundos en responder. Luego escribió, con una risa nerviosa:
"No niego que es guapo y algo divertido, pero eso no significa que me guste. No quiero volver a entregar mi corazón solo para que lo rompan. Ya pasé por eso, gracias. Prefiero estar soltera que mal acompañada."

"Como quieras...", respondió Lilian.
"¿Y con Alec?"

Ivy frunció el ceño, confundida.
"¿Con Alec? Es mi mejor amigo."

"Ajá... no me vas a decir que no te diste cuenta de que él muere por ti."

Ivy se echó a reír, genuinamente sorprendida.
"¿Alec? ¿Le gusto? Jamás. Somos amigos desde la secundaria. Es como un hermano para mí."

"Él no lo ve así," insistió Lilian.
"Y deberías dejarle claro eso, para que no sufra cuando tú y Asher estén juntos."

"¿Cuándo estemos? ¿Qué, ahora eres adivina?"

"Claro que sí, amiga," escribió Lilian entre risas,
"y también veo que hay ofertas en el centro comercial. ¿Vamos?"

"Jajaja, claro, vamos."

Las dos pasaron la tarde comprando ropa y riendo como siempre. Pero justo cuando Ivy comenzaba a relajarse, su celular sonó. Era su padre.

—Ivy, vuelve a casa. Ya es hora de cenar.

Ivy se despidió de Lilian y regresó a casa. Al entrar, vio a sus hermanos mayores —Nolan, Jasper y Hazel— acomodando la mesa con expresiones tensas.

—¿Qué pasa? —preguntó, sentándose.

Su padre, Ulises, se aclaró la garganta antes de hablar.

—Tengo dos noticias: una buena y otra mala.

Todos se miraron, expectantes.

—¿Cuál es la mala? —preguntó Nolan.

—Me despidieron del trabajo —dijo Ulises con tono grave—. Dijeron que buscaban gente más joven.

—¿Qué? ¡Pero eres excelente en lo que haces! —exclamó Nolan.

—Lo sé —respondió su padre, con calma—. Pero ya está hecho.

Jasper se acercó y le dio una palmada en el hombro.
—No te preocupes, papá. Estamos contigo.

Hazel, sin poder evitarlo, preguntó:
—¿Y la buena noticia?

Ulises sonrió, esta vez con sinceridad.

—Con la indemnización que me dieron, voy a hacer realidad el sueño de tu madre: abriré el restaurante que tanto deseaba. Mañana mismo iré a ver un local y comenzaré con los preparativos.

El ambiente cambió de inmediato. Las caras serias dieron paso a sonrisas emocionadas.

—¡Eso es increíble, papá! —dijo Hazel.

—Sí, y nosotros vamos a ayudarte —añadió Nolan.

—Eso sí —interrumpió Ulises—, necesito que colaboren más en casa por un tiempo. ¿De acuerdo?

—¡Por supuesto! —dijo Jasper.

Ivy observó a su familia, sintiendo una calidez inmensa en el pecho. Aunque las circunstancias eran difíciles, estaban juntos. Y con un nuevo proyecto por delante, parecía que, una vez más, iban a salir adelante.