Bajo El Mismo Cielo: Un Juego De Corazones

Capítulo treinta y cinco: Bajo la mirada de todos

El lunes llegó más rápido de lo que esperaba. No sé si era el café o el beso de despedida que Alec me dio en la puerta de casa, pero iba caminando por el campus con una sonrisa que ni siquiera traté de disimular.

Alec me estaba esperando en la entrada del edificio principal. Cuando me vio, caminó hacia mí sin prisa, pero con esa mirada que me hacía sentir que yo era su única dirección. Tomó mi mano frente a todos.

—¿Lista para que el mundo se entere? —me dijo con una sonrisa cómplice.

—Lo estoy si tú lo estás —le respondí, entrelazando nuestros dedos.

Entramos así, de la mano. Como si siempre lo hubiéramos hecho.

Las miradas fueron inevitables. Algunos se quedaron en silencio. Otros susurraban. Y por supuesto, los ojos de Marlene no tardaron en cruzarse con los míos. No dijo nada, solo levantó las cejas y se fue por otro pasillo.

Lilian casi gritó de emoción cuando nos vio.

—¡AL FIN! —exclamó, abrazándome y luego mirando a Alec—. Cuídamela, ¿sí?

—Más de lo que ella se imagina —dijo Alec, apretando suavemente mi mano.

Durante la clase, nos sentamos juntos. Él no soltaba mi mano bajo la mesa, y aunque trataba de concentrarme, sentía mariposas cada vez que su pulgar acariciaba el dorso de la mía.

En el almuerzo, compartimos mesa con Lilian, Remy y Jasper —que claramente ya lo sabía todo—, y aunque intentaban actuar normal, yo sentía las sonrisas cómplices entre todos.

—Entonces… ¿ya es oficial? —preguntó Remy con una sonrisa burlona.

—Más oficial que los exámenes finales —respondió Alec con una carcajada, y todos reímos.

Más tarde, mientras caminábamos por el jardín trasero del campus, Alec me detuvo bajo el viejo roble donde solíamos sentarnos a leer cuando solo éramos amigos.

—Este lugar me recuerda a ti —dijo en voz baja.

—¿Por qué? —pregunté, mirando las hojas que caían lentamente.

—Porque aquí fue donde me di cuenta de que estaba enamorado de ti.

No supe qué decir. Solo lo abracé fuerte, con el corazón desbordado.

Y por primera vez, ser "nosotros" frente al mundo se sintió fácil… natural… y completamente perfecto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.