Bajo la Sombra del Magnate Griego

Capítulo 3

Zeus se levantó la voz y miro a su hijo. Este se mostró iracundo, observando todo a su lado.

—Vaya tenemos visita padre, alguna se tus amantes. —en ese momento Arianna se sorprendió que está se sonrojó.

—Ares más respecto con la señorita.

—Señorita, papá siempre estás trayendo a casa a esas mujeres.

Arianna no soporto aquellos insultos, y se levantó de la mesa. Y con la misma altivez del hombre en frente de ellos, le dijo sus cosas.

—Amante de nadie, no soy una mujer de esas callejeras. —Arianna estaba irritada estaba enfadada. —Y no tengo que soportar insultos de un ser como usted.

—Vaya es una leona, que ruge por su carne.

—Maldito imbécil, eres un engreído, porque tiene dinero y pode. Te gusta pisotear al las personas.

Zeus tuvo que terminar aquella conversación entre ellos, aquella joven tenía un carácter del demonio. Además la jovencita era rusa y endemoniada, como su padre Viktor Romanov.

—Ya basta los dos, y Ares deja de insultar a la joven.

—Papá...

—Llegas como molesto, insulta a esta pobre chica sin saber quien es.

—Vaya también le tiene pavor a tu padre, pero te gusta humillar y insultar a personas indefensas como mujeres.

—Ya basta Arianna.

Arianna se irguió y se pudo sería, está miro a los dos hombres. Entoces Zeus hablo con voz fuerte y los hizo sentar a los dos en la mesa.

—Ahora vamos hablar seriamente, Arianna es una invitada. Es la hija de mi mejor amigo Viktor Romanov, asi que deja de decir que es mi amante.

—Vaya ahora tenemos protegida en casa.

—~La verdad que no lo soporto señor Ares, es un imbécil le dije ya.

—Dije que ya basta, Arianna este es mi hijo Ares Katsaros.

—Bueno entonces un placer conocer a tan gran idiota y imbécil.

—Ya basta dije.

Los tres se quedaron viéndose, hasta que Arianna como toda una Romanov pidió disculpa.

—Señor Zeus la verdad me disculpo por mis palabras dicha a este señor también.

—Vaya que delicada mujercita.

—Ares...

—Esta bien padre, acepto las disculpas de esta jovencita, ahora por favor quiero comer en paz.

Los tres en silencio cenaron, no hubo ninguna conversación o alguna bulla en el comedor. Después de terminal de cenar, todos se fueron al salón del café. Allí Zeus hablo con Arianna y Ares.

—Ares espero que le enseñes todo los lugares de Grecia a Arianna. Espero que cuando se vaya de aquí, se lleve bonitos recuerdos.

—Tratare padre de hacer lo posible.

—Eso espero Ares, y tú Arianna espero que te lleves bien con mi hijo.

Ella solo hacía muecas en la cara de desagrado. Pero tuvo que soportar aquello por varios días, ya había pasado dos semanas de aquella noche.

Ese día había tomado la decisión de escapara e ir a buscar a Sergey que había llegado a Grecia unos días antes. Él no le había avisado, pero sabía que había un artista reconocido en Grecia que iba hacer una galería y mostrar su arte. Así que salió aquella tarde a las calles de Grecia, en busca de su amor.

Ya se hacia de noche y camino al hotel que donde están el alojado.

Había encontrado a Sergey, pero también un sorpresa que le cambiaría la vida para siempre. Cuando al tocar la puerta de su habitación se asomó una mujer rubia alta y muy hermosa, un poco mayor que ella. Al mirarla pensó que era una de las empleladas del hotel llevando algún recado a la habitación. Arianna pensó que era una amiga de Sergey, pero no era así. La verdad que está apunto de saber le rompería el corazón.

—Amor quien toco la puerta. —dijo Sergey.

—Es una de las empleadas del hotel de seguro va ha limpiar.

—Bueno dile que venga luego, que se largue, ya es hora de irnos a la fiesta.

—Si amor… —Arianna trago grueso y le dice a la mujer.

—Es su esposo señora.

—Si… —le sonrió la rubia.

—No se preocupe yo me retiro, solo que me equivoque de habitación.

— No te preocupes cariño, toma este dinero, no pasa nada.

Sin querer Arianna lo acepto, y se retiro del lugar, se escondió para ver de lejos a Sergey salir de la habitación con aquella mujer que era su esposa. La rubia era elegante y tomada de su mano era su esposa más no ella. Sergey le había mentido y su padre tenía razón al decirle que Sergey no era bueno para ella, que era hijo de su peor enemigo y eso sí que era cierto. Sergey y la mujer se besaron con tanta pasión que eso a ella le partió el corazón. Le había dado todo aquel hombre y ahora estaba destrozada por dentro, como por fuera. Al salir de allí miro al cielo y estaba oscuro se había hecho de noche, así que lo mejor era regresar a casa de los Katsaros y esperar el momento de ver cómo escapaba de allí.

Cuando llego a la mansión Katsaros, se fue directo a su cuarto esa misma noche escaparía. No sabía a donde, pero tenía que escapar. Tenía todo listo para escapar de la mansión, era algo loco lo que estaba haciendo pero era la mejor solución para ella, estaba dolida. Lograría hacerlo y comenzaría una vida nueva para ella. Así que espero que todo estuvieran dormidos para salir de allí, se ajusto su abrigo y salio a medía noche a las calles de Grecia. Estuvo vagando por unas horas hasta que se quedo en una banquito en una plaza, pensado.




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