Bajo la Sombra del Magnate Griego

Capítulo 9

Una semana después estaba apunto de llegar su madre, la que tenía años sin ver ahora aparecía y quería verlo a el. Por una parte Ares no le guardaba aquella llegada su madre, solo venía por intereses y de seguro algo le abría dicho su padre. Sabía que su madre era una persona frustrante cuando no estaba de acuerdo en algo.

Cuando su madre viera a Arianna no le iba agradar su aspecto y su forma se ser de ella. A su madre solo les gustaban las chicas de la alta sociedad y de buena costumbre. Tenía que hablar con Arianna antes que llegara su madre a la villa, Ares era un hombre muy reservado y nunca permitió que su familia se metieran en sus desiciones, pero aquella situación si que era diferente.

—Te pasa algo Ares, estás cómo sería. Haz estado así durante una semana.

—Si, me pasa algo es que mi madre, quiero venir a la villa para conocerte.

—No, me digas que por ese contrato estúpido que nos impusieron a los dos.

—La verdad que sí y mi madre puede ser muy impulsiva.

—Vaya y como se enteró de todo esto.

—Mi madre llamo a mi padre y allí fue que se enteró de esto, del contrato.

—Ahora que vamos hacer, porque yo no voy a soportar a tu madre metiéndose en mi vida.

—Manos a mi, y la verdad que no se que hacer.

—La única solución que veo aquí, es que la engañemos, bueno a todos hacerle creer que estamos de acuerdo con ese contrato.

—Estas segura de lo que vas hacer.

—Vamos hacer Ares, porque a ti también te conviene.

Arianna después de hablar con Ares, estaba muy pensativa, de como iba hacer con lo de la madre de ella. Así que pasó toda el día metida en su habitación, pensando como salir de todo aquello.

—Buenas noches señorita Arianna, el señor la espera en el salón. Dice que su madre está por llegar.

Arianna se levantó como un resorte de la cama, se arreglo. Y luego se dirigio al salón, allí estaba Ares la estaba esperando. Cuando la miro, aquella joven que había llegado a su casa, como la protegida de su padre ahora era su prometida.

—Mamá aviso que está por llegar, así que vamos a decir dónde nos conocimos y todo lo demás.

—Por Dios, Ares le vas a mentir, sabes que tu y yo, nunca nos conocimos antes. Solo cuando a mí padre se le ocurrió la idea de enviarme con tu padre.

—Solo son unas mentiras piadosa mamá siempre quiere buscarle la cuatro patas al gato, ya verás cuando la conozcas.

—Vaya que tu familia es algo extraña.

—Dejame que yo hable.

—Está bien, como usted diga amo.

—No te burles de mi pecosa.

—Esta bien pero no me digas más pecosa.

—Mejor...

Al rato llega la mamá de Ares, con todo una ornamenta de maletas y hombres vestido de negro. Que Ariana se sorprende por la belleza de la mujer y el estilo. Era una griega, y se le veía un carácter en su mirada y su aspecto físico. A su edad aún se mantenía fresca, con su cabellos blancos como la nieve de un invierno en Moscú. Cuando la madre de Ares la miro esta fue y la abrazo, la beso en la mejilla y Ari también.

—Mira que hermosura de mujer, vaya querido hijo, no es lo que esperaba pero me agrada.

Arianna se queda mirando a Ares, y este le hace ceña con la cabeza a su madre.

—Mamá ella es Arianna Romanov, es la hija de Viktor Romanov el amigo se mi padre. Debes de acordate de ello.

Y en ese momento la mujer toma el brazo de su hijo y camina a un sillón y se sienta.

—Una Romanov, hermosa muchacha es adinerada, tiene belleza y estilo. Es buena para ti hijo.

—Gracias señora, pero aún no se su nombre.

—Me llamo Erendira Katsaros Staver.

—Mamá por favor que va pensar Arianna de ti.

La madre le da unas palmadas en su mano y le dice.

—Arianna bienvenida a la familia Katsaros.

Arianna estaba roja de la vergüenza, y la rabia, aquella mujer era de lo peor de la sociedad de abolengo.

—Dime dónde se conocieron.

—Ya vas a comenzar con las preguntas mamá.

—Que tal te parece que si, querido hijo haz sido un hombre solitario y muy casanova, serio y para no decir lo demás.

—Está bien Ares yo le responderé, nos conocimos en su casa, mi padre me envió aquí con su esposo Zeus.

—Vaya niña estás molesta por la manera como responde. —dice la griega con el mentón elevado.

—Disculpe si respondí secamente.

Ares y Arianna se sentaron en un mueble junto, Arianna estaba nerviosa con las preguntas de Erendira.

—Dime niña me darás herederos.

Arianna trago fuerte y miro la cara de Ares. Este asistió con un gesto a que respondiera Ari.

—Eso aún no lo sabemos señora.

—Mi hijo es un caballero y claro que siempre ha sido así. Bueno lo único que le falta a mi hijo es eso un heredero nada más.




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