Bajo la Sombra del Zar

Capítulo 22

— Que le ocurre a tu hermano, está muy callado y de un humor de...

— Está así desde que perdió la memoria John, la verdad que no sé qué hacer. Además, cuando mamá y yo nos fuimos de Rusia, él estaba con una chica y una bebé. Pero no sé qué pasó allí al regresar a casa con él.

— Pobre de tu hermano, meda mucha pena con él, que no recuerde nada.

— A mí también, pero tengo la esperanza de que recupere la memoria.

— Hay que tener fe Sabrina, y mucha paciencia por parte de tu hermano.

— Bueno, mejor vámonos, ya hablé con Dimitri que pasaré la noche fuera de casa.

Mientras que Patón preparaba una sorpresa para Anya, necesita buscar la manera de que ella no pensará más en ese hombre y menos en su hija. Tenía preparado algo para ella, mandaría a desaparecer, a la pequeña y aprovechar ese momento de debilidad de Anya. Para acercarse a ella y lo iba a hacer.

— Todo está listo para esta noche.

— Sí, señor, todo está listo. Los hombres saben que hacer con lo que ya me he mandado hacer.

— Ok, entonces esperemos a que todo salga como quiero.

— Sí, señor, todo saldrá como usted lo dijo, están preparados solo esperando su orden señor.

— Qué bueno, entonces, vamos a ver si Anya no me va a hacer caso, ahora que su hija estará lejos de ella. Aprovecharé ese momento para hacer la mía, ya que estará desolada y preocupada por su hija. Luego sé un tiempo la pequeña volverá, ósea yo la buscaré y como ya la tengo Anya se casará conmigo por eso.

— Señor pero...

— Pero nada espero todo salga como ya he dicho.

— Está bien, señor, entonces no se preocupe.

Aquello planificado era un secuestro, y la pequeña Irina sería el objetivo para Patón, sabía que la pequeña era la densidad de Anya. Al secuestrarla y desaparecerla por unos días, otra después el ayudarla a encontrar todo estás planeado como él quería.

— Ahora que pasa.

— Señor, estamos esperando el momento, pero hay un inconveniente la pequeña no está solo, hay una señora con ella.

— Maldición, Anya nueva mencionó que alguien cuidad a esa mocosa. Entonces vaya con cuidado y tomen a la niña, si en un caso se mete la niñera, ya sabe qué hacer.

— Comprendido, señor, ya todo está planificado.

— Bueno, ya saben, estaré hablando con Anya. Luego llegan ustedes por la parte de atrás de la mansión y sacan a la pequeña de allí.

— Entendido, señor, haremos todo lo que ya planeamos.

Patón se estaba riendo, estaba contento con lo que iba a hacer, además él no se quedaría tranquilo. Anya iba a hacer suya como sea. Así él mandó a secuestrar a su hija y la alejasen de ella, haría todo lo que estuviera a su alcance.

Mientras en la mansión Petrova todo estaba tranquilo. La niña dormida al lado de la nana de Anya, una mujer mayor. Que no se despega a de su lado, mientras que Anya hablaba con Patón, que había ido a pedir una disculpa.

— Le dije no que viniera más aquí.

— Anya solo vine a disculparme, siento mucho lo que hice, es verdad me porte muy grosero contigo. Por eso vine esta noche a disculparme.

— Señor Patón, no quiero que se burle de mí, en serio hable claro con usted que no quería nada.

— No te preocupes Anya, a eso es lo que vine a que me perdones por tanta existencia contigo, esto no va a volver a pasar, pero en serio vine a su casa a disculparme por ello.

— Está bien, señor Patón, voy a aceptar sus disculpas, ahora tengo cosas que hacer. Será que podrá venir mañana.

Cuando en ese momento su nana aparece en la sala, toda histérica gritando.

— Anya... Anya unos hombres entraron a la casa, se llevaron a la niña.

— Eso no es posible.

Anya dale corriendo al cuarto de la niña y ve la cuna vacía, y comenzó a gritar. Salió corriendo a fuera de la mansión por si veía a los hombres, que se llevaron a su hija. Pero no logró ver nada. Patón, que están allí a su lado y sabía de todo, se quedó cayado y después le dice a Anya.

— Dime en qué te puedo ayudar Anya, podemos buscar a esos hombres para que te regresen a tu hija.

— Está dispuesto ayudarme, quiero ver a mi hija.

— Claro que la verás, déjame ayudarte Anya.

— Está bien, ayúdame, ayúdame a encontrar a mi pequeña.

Patón había logrado lo que tanto quería tener a Anya a su lado. Ahora con su hija desaparecida tenía más oportunidad, pero los días pasaban y Anya no podía más, estaba desesperada.

— Como pude ser tan descuidada con mi hija, ya son dos días sin saber de ella.

— Vamos Anya, cálmate, todo están buscando a Irina, hasta el señor Patón, ese que tanto odias.

— Quiero a mi hija.

Anya solo pensaba en su hija, en Irina, de cómo estaría, con quién, porque se la habían llevado. Hasta pensó que su verdadero padre la secuestrará Nikolay, pero ella se había enterado de que él había muerto, porque Patón había investigado sobre él. Además, él era quien tenía la batuta en la mano.




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