Anya ya tenía tiempo en la clínica, no se le veía ninguna mejoría. Estaba más perdida en su mundo, solo pensaba que su pequeña Irina. Siempre que se levantaba de la cama e iba con los demás paciente, preguntaba por su hija.
— Has visto a mi hija, es una niña de dos años pecosita y tiene sus cabellos hermosos, la has visto.
Cómo nadie le respondía, ella se desesperaba, y comenzaba a pelear con los pacientes. Hasta que tuvieron que encerrarla en una habitación forrada de goma espuma. Con bata de fuerza, Anya se había vuelto muy agresiva e histérica.
— Lo siento mucho Patón, pero Anya no ha mejorado nada en estos días aquí en la clínica, ha estado agresiva con los demás pacientes. Y eso no está bien para una clínica como está.
— Por favor Marlon, sabes bien, porque la traje acá, ahora me vas a decir eso.
— Lo siento mucho amigo, estoy hablando en serio. Anya ha perdido la razón solo hablar de su hija, que sí la han visto. Le ha dicho eso a las enfermeras y a los pacientes.
— Entonces que me vas a recomendar que la lleve a otro lugar.
— La verdad Patón, deberías de busca una buena ayuda para ella, aquí en esta clínica no va a poder quedarse, está demasiado dañada para poner en riesgo mis pacientes.
— Marlon te he pagado por cada rublo, que me has pedido y ahora me vas a decir que no puede quedarse aquí.
— Mira Patón, mi consejo es que Anya vaya a un manicomio, allí tal vez con choques eléctricos, la ayuden, pero eso queda de tu parte llevarla allí.
— Me estás diciendo que debería de llevar a Anya a un manicomio, por favor amigo no me hagas esto.
— Lo siento mucho Patón, pero es lo mejor Anya, no está en sus canales, pensé que debería de estar aquí, pero me equivoqué, como te dije, no quiero poner en riesgo mis otros pacientes.
Patón no dijo nada, solo salió furioso de allí. Y se llevó a Anya con él, era mejor tenerla en casa y dopada. Así que contrataría a otra enfermera que no tuviera ningún sentimiento o compasión con Anya.
Mientras él recogía las cosas de Anya, esta lo miraba desde un rincón de la habitación. No entendía por qué aquel hombre estaba furioso, entonces la tomo por las manos y la saco de allí. Llevándola a la mansión de él, allí la encerró en una habitación. Anya en su mundo lo que había era llorar y pensar en su hija Irina.
"Irina, donde estás, que te ha hecho. Porque me la quitaron porque te fuiste"
Entonces comenzó a gritar y llamar a su hija como loca. Cuando Patón las escucha desde abajo. Sube estaba alto que Anya gritara y llamada a su hija, cuando entro en la habitación vio el estado de Anya. Y ella se le acercó a Patón, todas desesperada, que le sacudió las manos y luego este la toma por sus muñecas.
— Estás loca Anya, que te pasa, ya está bueno, debes de aceptar que tu hija está muerta, que no la verás más.
Cuando aquel hombre le dijo eso, ella cayó al suelo y comenzó a llorar, se jalaba los cabellos de la desesperación, por no tener a su hija en sus brazos. Patón al verla así algo se rompió en él. Y entendió que no debió haber aquello del secuestro.
— Vamos Anya, debes descansar, vamos a la cama.
— Donde está mi hija... Qué paso con mi hija. Ayyy mi hija.
Aquel dolor que sentía Anya era desgarrador, Patón no sabía qué hacer esa vez. Así que cuando Anya se quedó dormida. Llamo a una agencia de empleo, necesitaba ayuda y la enfermera con urgencia.
— Si buenos días. —dijo la voz de una mujer al otro lado de la línea.
— Buenos días, por favor con la señora Margot.
— Si con ella habla.
— Me dieron su número en una agencia de empleo, me dieron su número para que me comunicara con usted.
— Claro, dígame en qué puedo ayudarlo.
— Quiero contratar sus servicios como enferma interna.
— Está bien señor, dígame cuando comienzo.
— Que le parece hoy por la tarde, la verdad que la necesito urgente.
— Está bien, señor, claro, dígame cuál es la dirección para ir.
Patón le dio la dirección a la mujer y luego necesitaba hablar con todos los empleados de la mansión. Además, solo eran cinco los que trabajaban con él permanentemente y los demás eran contratados.
— Sé que ustedes son mis más fieles empleados, quiero que sepan que la señora Anya está pasando por un momento difícil. Por la perdida de su hija Irina, así que a partir sé hoy estará una enfermera todo el tiempo con ella, esta la va a cuidar.
— Está bien, señor, ya sabemos que la señora Anya está muy enferma. —dice el ama de llave.
— Sí, señor, estaremos muy pendiente de no perturbar los momentos de la señora Anya.
Después de hablar con ellos se fue a su estudio, mientras que la conociera y el ama de llaves hablaban en la cocina.
— Meda lástima la señora Anya, pobre perder a su hija y quedar en ese estado de locura.
— El señor Patón ha sido muy bueno con ella al traerla a su casa de él y estar pendiente de ella.