Bajo la Sombra del Zar

Capítulo 30

El cumpleaños de Irina fue por lo alto, los invitados eran conocidos de Dimitri cómo de su hermana. Había contratado payasos, pinta, caritas, globo inflable y una torta grandísima.

— Irina está muy feliz con su fiesta.

— Si hermano está muy buena y la niña está muy hermosa y contenta por su fiesta.

— Esto también fue idea tuya, así que también tiene mérito hermana.

— Voy a llamar a John que estaba por llegar, así que te dejo un momento hermanito.

Cuando Sabrina se alejó de él, Dimitri de pronto le dio un dolor de cabeza. Y vieron recuerdos a su mente de cuando conoció a Anya. Aunque no presto mucha atención a ello y siguió como normal. Cuando la pequeña se acercó a él, lo abrazo.

— Papi, papito, te quiero.

— Igual hija preciosa.

— Vamos a picar la torta papi.

— Claro hija, vamos, hoy es tu día el más especial de todo.

— Shi.

Los dos se acercaron donde estaba la torta y cantaron cumpleaños. Ya luego, en la tarde, estaban recogiendo las cosas de la fiesta. El día fue tan especial para Irina y su padre. Al rato la pequeña estaba lista para dormir. Dimitri, cómo todos los días, le leía un cuento y ella se dormía. Después de que la niña se durmiera, él salió de su habitación y fue al estudio, allí se metió y no salió, sino después de la media noche, su hermana lo sorprendió en ese momento y le dice.

— Otra vez Dimitri. —él se le quedó mirando y le contesta.

— No quiero que me digas nada, sabes que necesito beber algo para calmar mi ansiedad.

— Dimitri sabes que adoptaste a la pequeña, y te comprometiste a no beber más por ella. Y mirarte, te quedas hasta media noche y haces eso.

— Sabrina, por favor, no quiero sermones, por favor, ve a dormirte, yo subiré a mi habitación y haré lo mismo.

— Sabes que te quiero mucho Dimitri y sé qué has pasado por muchas cosas.

— Lo sé Sabrina, pero te prometo que no lo vuelvo hacer.

— No deberías de prometerme eso, porque sé que no vas a hacerlo.

— Vamos Sabrina subamos a dormir.

Dimitri la abraza y luego suben los días a sus habitaciones, cuando Dimitri entra en la suya estaba un poco ebrio y comenzó a hablar solo.

"Maldición porque no puedo olvidar esa imagen de esa mujer, me tienes loco. Sin saber quién eres o como te llamas, no quiero decirle a mi hermana que durante el dolor de cabeza me viene imágenes a mi mente"

En ese momento entra al baño, y se da una ducha fría, para que la ebriedad se le pasará. Pero aquella mujer no podía sacarla de su mente. Estos se pasó las manos por su cara, y luego fue cayendo poco a poco al piso de la ducha, le había vuelto el dolor de cabeza. Y tuvo que agarrarse la cabeza que tanto le dolía.

Salió de la ducha, tomo una toalla y se secó con ella. Se dirigió a la cama y se acostó totalmente desnudo, también para pasar la ebriedad de ese momento.

A la mañana siguiente, su pequeña niña, entra en su habitación y se subió a su cama. Y se le quedó mirando a un lado y le dice.

— Papi... —este abrió los ojos sorprendidos, y al verla le dice.

— Que hace mi bella y adorada hija aquí en mi habitación y mi cama.

— Nada papi, solo vine para levantarte.

— Vaya, entonces dime qué vamos a hacer hoy.

— Paseo, vamos de paseo, papi.

— A donde quieres ir de paseo amor dime para llevarte.

— Quiero ver a abuelita.

— Abuelita está lejos, está en otro país y tú quieres que vayamos con ella.

— Si abuelita, quiero ver a abuelita.

— Pero mi cielo tenemos que arreglar todo para ir allá, y es lejos donde está abuelita.

La niña comenzó a hacer pucheros y Dimitri se sonreía por la manera que ella hacía aquella morisqueta. Entonces Dimitri cuando se iba a levantar estaba desnudo, así que se enrolló la sabana por la cintura que la niña se echó a reír por como ella lo veía, le daba gracia.

— Vamos, anda, ve a la habitación de tu tía Sabrina y ve levántala.

— Pero vamos a ver a abuelita sí.

— Sí, vemos allí que vamos a hacer, pero anda a levantar a tu tía. Y las espero en el comedor para desayunar antes de ir a trabajar.

— Y vamos a ve a abuelita.

— Vamos a comer el desayuno, después pensamos en eso de ir a ver a abuelita.

La niña comenzó a brincar de la emoción, y salió de allí feliz. Dimitri, que la miraba salió, se sentía feliz. Y comenzó a pensar si en verdad necesitaba unas vacaciones para el relajarse y la niña viera a su abuelita. Planificaría ir a los Estados Unidos a visitar a su madre y llevar a la niña.

"Porque no voy a preparar todo para ir con ella, a ver a mamá, y si Sabrina quería ir con ellos. Hasta porque no su novio también"

Eran los pensamientos de Dimitri cuando Irina había salido de su habitación. Se daría esa oportunidad de viajar con su hija y su hermana a donde estaba su madre.




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