Bajo la Sombra del Zar

Capítulo 40

Al los siguientes días, eran momentos cruciales para Dimitri que vivía de dolores de cabeza todo el tiempo.

— Vamos Dimitri debes ir al médico, te lo he dicho mil veces y tú sin hacer caso.

— Ya basta mamá, te he dicho que solo son dolores de cabeza normal.

— Normales no son, te la pasas así todo el tiempo. Así que hoy vamos a médico y sin chistiar.

— Mamá ya no soy un niño pequeño.

— Para mi sigues siendo mi hijo, así que te espero en el lobi del hotel y ya está hablado.

Dimitri salió del estudio molesto había ido a el hotel de su madre, para hablar de otras cosas y ella le salió con visitar al médico.

— Hey porque andas molesto hermano.

— Como si no lo supieras mamá quiere llevarme al médico como si fuera un niño pequeño.

— Bueno que te puedo decir sabes que mamá es así ella nunca se le lleva la contraria.

— Deja de fastidiarme y dime qué hay con John donde está, necesito hablar con el.

— Tengo días que no lo veo, de seguro anda por allí con sus amigos.

— Está bien cuando lo veas le dices que necesito hablar con el sobre algo importante.

— Claro hermanito, la niñera tiene a Irina dijo que iba al parque con rato con ella, que por favor vaya por ellas dijo ella.

— Está bien ya me voy a buscar a mi hija.

Mientras en aquel parque estaba la niñera con la pequeña, de pronto salió de un arbusto un perrito. Y Irina se fue detrás de el y más atrás la niñera.

— Vamos Irina es hora, tu padre estará pronto por llegar.

La niña seguía al perrito hasta que llegó al lado de una hermosa mujer, ella era Anya. Cuando ve a la niña y el perrito se sorprendió mucho, aquella pequeña se dijo que era igual a su hija.

— Hola qué haces.

— Mami... —fueron las palabras de la niña que le partio el corazón a Anya.

— Vamos pequeña no soy tu madre, donde están tus padres.

En ese momento llegó la niñera y le dice.

— Disculpe señora, la pequeña es muy traviesa y se vino detras del perrito.

— No se preocupe, y bueno debería tener un poco más de cuidado.

— Lo sé señora, pero está niña es un vendaval. Muy interactiva vamos Irina tu padre estará por llegar al estacionamiento para irnos a casa.

— Mami, mami no me dejes.

La niña agarró la mano de Anya fuerte, no quería que la dejara ir con aquella mujer. Entoces Anya se puso al nivel de la niña y le dice.

— Vamos pequeña debes irte con ella, te llevará donde tú papi y tú mamá.

— No quiero quedarme contigo mami.

— Vamos pequeña, si quieres yo te llevo con tu padre si no quieres ir con ella.

La niñera le dice, ya resignada.

— Si Irina, la señora nos acompañara, así que vamos.

La pequeña brinco se la felicidad de que Anya, la tomará de nuevo por la mano y la llevara al estacionamiento del parque. Cuando ya estaban allí, Anya le dice a la pequeña que tenía que irse.

— No... Noooo quiero a mami.

— Vamos linda tu padre viene por ti no te pongas así, es mejor que te vayas.

— Mami...

— Ya mi linda, anda con ella no a tu niñera y debe de cuidarte, y tú padre viene por ti.

La niña se pone a llorar con desespero, y gritar que ella era su mami. Anya seguía caminando lejos de ella y la niñera. Cuando la niña se suelta de la mano de la niñera y sale corriendo a donde está Anya. Está la abraza y la acaricia cuando la alza en sus brazos.

— Vamos linda tu padre viene por ti, tienes que ir con la niñera ella es tu cuidadora.

— No quiero, quiero estar contigo.

— Vamos haces algo muy bonito, me quedaré a esperar a tu padre contigo para que te sientas más cómodas que me dice.

— Está bien, pero eres mi mami.

— Bueno solo hasta que llegue tu padre, eres mi hija.

Las tres estaban allí esperando a que llegara Dimitri. Anya no sabía que la pequeña era la hija que el le había hablado. Cuando a acerca un auto negro y dale de allí Dimitri. La niña suelta la mano de Anya y corre donde estaba su padre.

— Papi encontré a mami, mami...

— Que estás diciendo Irina, cual mami.

Cuando Dimitri mira a donde estaba la niñera este dice.

— Vayaaa...

Entoces deja a la pequeña en el suelo y se va acercando a las mujeres. Y al mirar a Anya dice.

— Hola Mia, que haces aquí.

— Como estás Dimitri, estaba en el parque un rato y vi...

— Señor usted sabe cómo es su hija de traviesa, fue detrás de un cachorrito y se encontró con esta amable señora.

— La niña llegó a mi lado, estaba jugando con un perrito y se ha encariñado contigo.




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