Sólo llevaba una toalla anudada a la cintura y las gotas de agua le resbalaban desde el pelo y le caían por el torso.
— Wuaoo hermanito, que es eso.
— Que haces en mi cuarto Sabrina.
— Vine a decirte algo, se que quieres irte a Rusia. Pero mama quieres que esté aquí para que veas al médico.
— Tu y mamá si fastidian.
— Bueno hermanito sabes que te quiero mucho y tú bienestar también.
— Está bien pero sal de mi cuarto ahora, más tarde bajo a cenar.
— Está bien ya me voy, entoces te espero en la cena así que allí vamos hablar con mamá.
— Si está bien me voy.
Dimitri cuando se quedó solo, de nuevo le comenzó a doler la cabeza. Después de un rato cuando estaba vestido su hija entrar a la habitación corriendo y lo abraza.
— Papi abuelita no está esperando.
— Vamos entoces amor.
— Si papi, una cosa mas papi y mami donde está.
— No Mía ni es tu mamá, pero puede ser. Te gustaría que Mía fuera tú mami Irina.
— Ella es mami, mami.
La niña estaba feliz, al lado de Dimitri que habían bajado al comedor a comer.
— Buenas noches abuelita, aquí estamos.
— Mi nieta es la más hermosa que tengo, ahora vamos siéntanse y cenemos.
— Abuelita voy a tener una mami, verdad papi.
Los cuatros sentaron a comer, y después de un rato Dimitri llevo a la niña a su habitación para dormir. Está se puso hablar con el.
— Cuando vamos a ver a mami, papi quiero verla de nuevo.
— Quieres ver a Mía.
— Si, porque es mami y la extraño.
— Tienes una gran creatividad mi bella Irina, Mía es solo un amiga, no es mami así que vamos a dormir.
— Quiero ir a ver a mami, si papi vamos mañana a verla.
— Está bien pero ahora a dormir.
— Si papi, pero me prometes que vamos a ve a mami.
— Si mi corazón vamos a verla mamá así que vamos a dormir ahora.
Dimitri le contó un cuento a la pequeña y luego fue al estudio. Dimitri nunca pudo recuperarse de el trauma que vivía y la mejor manera era beber a escondido, se sentía así se encerraba a pensar y terminar alcoholizado. En ese momento su hermana toca la puerta.
— Dimitri que estás habiendo, tienes rato encerrado.
— Déjame en paz Sabrina.
— Vamos Dimitri, ser por lo que has pasado pero necesitas ayuda y no te dejas ayudar ábreme la puerta y hablamos.
Se quedo en el aire un siendo, cuandosino el cerrojo de la puerta con un clip.