Bajo la Sombra del Zar

Capítulo 42

Sólo llevaba una toalla anudada a la cintura y las gotas de agua le resbalaban desde el pelo y le caían por el torso.

— Wuaoo hermanito, que es eso.

— Que haces en mi cuarto Sabrina.

— Vine a decirte algo, se que quieres irte a Rusia. Pero mama quieres que esté aquí para que veas al médico.

— Tu y mamá si fastidian.

— Bueno hermanito sabes que te quiero mucho y tú bienestar también.

— Está bien pero sal de mi cuarto ahora, más tarde bajo a cenar.

— Está bien ya me voy, entoces te espero en la cena así que allí vamos hablar con mamá.

— Si está bien me voy.

Dimitri cuando se quedó solo, de nuevo le comenzó a doler la cabeza. Después de un rato cuando estaba vestido su hija entrar a la habitación corriendo y lo abraza.

— Papi abuelita no está esperando.

— Vamos entoces amor.

— Si papi, una cosa mas papi y mami donde está.

— No Mía ni es tu mamá, pero puede ser. Te gustaría que Mía fuera tú mami Irina.

— Ella es mami, mami.

La niña estaba feliz, al lado de Dimitri que habían bajado al comedor a comer.

— Buenas noches abuelita, aquí estamos.

— Mi nieta es la más hermosa que tengo, ahora vamos siéntanse y cenemos.

— Abuelita voy a tener una mami, verdad papi.

Los cuatros sentaron a comer, y después de un rato Dimitri llevo a la niña a su habitación para dormir. Está se puso hablar con el.

— Cuando vamos a ver a mami, papi quiero verla de nuevo.

— Quieres ver a Mía.

— Si, porque es mami y la extraño.

— Tienes una gran creatividad mi bella Irina, Mía es solo un amiga, no es mami así que vamos a dormir.

— Quiero ir a ver a mami, si papi vamos mañana a verla.

— Está bien pero ahora a dormir.

— Si papi, pero me prometes que vamos a ve a mami.

— Si mi corazón vamos a verla mamá así que vamos a dormir ahora.

Dimitri le contó un cuento a la pequeña y luego fue al estudio. Dimitri nunca pudo recuperarse de el trauma que vivía y la mejor manera era beber a escondido, se sentía así se encerraba a pensar y terminar alcoholizado. En ese momento su hermana toca la puerta.

— Dimitri que estás habiendo, tienes rato encerrado.

— Déjame en paz Sabrina.

— Vamos Dimitri, ser por lo que has pasado pero necesitas ayuda y no te dejas ayudar ábreme la puerta y hablamos.

Se quedo en el aire un siendo, cuandosino el cerrojo de la puerta con un clip.




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