Anya parpadeó rápidamente y miró a su alrededor... pero de pronto un hombre la agarro por detrás y se asusto. Con el corazón latiendole enloquecido en su pecho, giró hacia el rostro del hombre y a verlo era Dimitri.
— Te asuste Mía, disculpa si lo hice.
— Pensé que era otra persona, y dime para que me citaste aquí, que querías decirme.
— Quiero en serio hablar contigo, sabes que me encantas mucho y quiero algo contigo.
— Vaya...
— Dime algo Mia quieres casarte conmigo.
Aquello era una sorpresa para ella, que se quedó con la boca abierta y el corazón a mil por horas de la emoción.
— La verdad que es una gran sorpresa Dimitri decirme eso.
— La verdad lo he estado pensando.
— Bueno y que respuesta quieres dijiste que te ibas a Rusia.
— Pero quiero irme contigo.
En ese momento un hombre mayor se acercó a ellos. Anya al verlo se le transfiguró el rostro, estaba blanca como un papel. Y su corazón latía anormal. Aquel hombre estaba allí frente a ella y a Dimitri.
En ese instante noto ella que nada iba bien, en ese momento Paton la agarró fuerte con una mano.
— Vaya esposa mía, que haces con este hombre.
— Que es lo que está diciendo ese hombre Mía.
Anya miraba a Dimitri y a Patón, estaba temblando como una hoja. En eso Patón se acerca más a ella y la toma por la cintura y ella se suelta, tenía miedo de lo que podría hacer aquel será mezquino.
— No hagas el mínimo movimiento. —le dijo pegado al oído.
— No haré lo que me dice, ya está bueno.
Dimitri que estaba allí como pegado al suelo, entonces miro a Anya. Y en ese momento sus recuerdos vinieron a su meten que se agarro la cabeza con sus manos. Por el fuerte dolor de cabeza.
— Que pasa Dimitri que tienes. —sollozó ella, pero avanzó de inmediato al lado de Dimitri. — Dimitri te sientes bien, dime qué te pasa.
Cuando el levanto el rostro, todo vino a su memoria aquella noche, el embalado, el nacimiento, la pequeña Irina. Paton los miro a los dos y luego dice.
— Ya recordaste todo, verdad pues Anya es Mía y Irina la hija que adoptaste es de ella, no lo sabías.
Anya se sorprendió por aquella revelación, que miro a Dimitri. Y luego a Paton.
— Eres una desgraciado, has echo mucho daño.
Cuando ella se iba a él, para arañarlo Paton la detuvo y saco un arma se su chaqueta.
— Ahora quédate quieta Anya y vamos muévanse.
— A donde piensas llevarnos.
— Lejos donde nadie nos vea vamos muévanse.
Dimitri con sus recuerdos y dolor de cabeza seguía al lado de Anya.
— Podrías haberlo tenido todo, pero te escapaste de esa clinica, y ahora estas con la ese hombre.
— Tu mataste todo Paton, pero ahora que se la verdad no vas a poder hacer nada. —espetó Anya rabiosa. — No vas a salirte con la tuya.
Paton comenzó a caminar con ellos a una zona solitaria.
— Eres un cruel hombre no tienes sentimientos. —dijo ella pero Paton movió amenazadoramente la pistola.
— Cállate bruja maldita sabes que me debes algo, y ese algo eres tú. Eres solo mía solamente mía.
El miedo la paralizó, sabía que aquel hombre estaba apunto de matar a Dimitri. Y ella no lo permitiría.
— ¿A dónde vamos? Paton se inclinó hacia ella y apoyó la pistola en su cabeza.
— Vamos a ese lugar. —replicó, con una diabólica sonrisa.
Anya lo que hizo fue tragar fuerte, mientras que Dimitri estaba con fuerte dolor de cabeza, no podía hacer nada. Así que Anya no sabía que hacer. Cuando llegaron al lugar, paton los detuvo y siguió apuntado a Anya.