Bajo las luces de noviembre (próximamente)

Capitulo 4

Gia

Una semana después

Desde que me desperté a sido una completa mierda, ¿Cuando será el día en que me despierte y todo esté en calma y orden?, De aquí a que lo sepa moriré vieja y con cien gatos.

Esta mañana como por hay las seis recibí un mensaje de Francisco diciéndome lo siguente y sito sus palabras.

Francisco: Belleza mia, me iré a los angeles por dos días, si lo sé debí avisarte para que estés suministradas de marihuana, pero el viaje salió de imprevisto, lo lamento nos vemos un besote 😘 .

¡Mierda! ¿Que voy hacer ahora? Solo tengo tres bolsitas de coca y tres cigarrillos de marihuana. Tendré que sobrevivir con cigarrillos comprados en la tienda de la esquina, que por suerte siempre tengo para casos de emergencia.

Estresada me levanto de la cama, pensando en Ethan, ya se me está haciendo costumbre, hace tres días me pidió salir y yo obviamente me negué, ¿Que se creía? Que por qué me trajo a casa seríamos los mejores amigos del mundo, que equivocado estaba, obviamente el lo entendió y no siguió insistiendo.

Poco hablamos, más que nada cuando el me escribe y nos quedamos hablando sobre cosas triviales.

Entro en el baño, luego de haberme quitado la ropa y ponerla en el cesto de ropa sucia, evito mirar mi cuerpo demás en el espejo, no me gusta lo que veo, mis huesos se notan demasiado, el no comer, vivir drogada y borracha, con depresión me a afectado mas de la cuenta pero simplemente dejo de importarme desde hace mucho.

Me meto en la ducha, abro el grifo y dejo que el agua tibia acaricie mis músculos, pego mi frente a los azulejos, mi mente que me juega una mala pasada trayendo recuerdos de cuando Mónica y yo jugábamos en la ducha luego de que salía llena de tierra y barro a los 10 años.

Siempre se molestaba por que decía que una señorita nunca debe comportarse de esa manera, pero al final siempre terminábamos riéndonos de mis estupideces, siento como mi nariz pica avisándome que estoy a punto de llorar.

Trato de llevar mi mente a otro pero me es imposible, nunca superare su muerte y tampoco puedo vivir con ello, siempre que llegaba a casa llorando por que los niños de mi escuela me hacían bullying ella se sentaba conmigo y me decía que me calmara que los enfrentaras, que no todo en la vida es eterno y solo es una prueba de dios.

Pero nunca fui lo suficientemente fuerte para hacerles frente, solo fingía que todo estaba bien, creo que en mi antigua vida fui una gran actriz, río ante ese pensamiento.

cuando mi cuerpo ya está arrugado cierro el grifo y  salgo del baño dejando huellas húmedas por donde paso, camino hasta el armario y saco una ropa deportiva, necesito salir y despejar mi mente, para mañana, mi primer día  de último año en la secundaria.

Solo espero que este año todos ignoren mi existencia y no me vayan a joder no creo poder soportarlo, dejando de lado las lamentaciones termino de vestirme, coloco mi calzado y salgo de cuarto hacia la cocina, considero la idea de comer algo pero niego al sentir mi estómago revolverse, cojo una botella de agua del refrigerador, cojo las llaves teléfono, audífonos y salgo de la casa hacia el parque.

Y de nuevo los ojos mieles de Ethan llega a mi mente fugazmente, paro de correr en medio del desolado parque para beber algo de agua, ese chico tiene algo que hace que no deje de pensar en el, desde sus mensajes de buenos días hasta buenas noches, no tiene la obligación de hacerlo pero aun así lo hace, eso llama mucho mi atención, pero tampoco me quiero ilusionar toda mi vida lo e hecho y duele cuando la triste realidad te golpea en el rostro.

En parte la culpa la tenemos nosotras las personas, por que subimos nuestras expectativas muy alto y cuando no lo cumplen le echamos las culpa a la otra persona, dejando de lado mi modo sabio y espiritual, continuo mi camino hacia la librería mas cercana para comprar las cosas de mañana, como siempre yo dejando todo a última hora, tampoco es que me importe mucho la verdad.

ETHAN

Termino de arreglarme para salir con mi hermana hacia la librería que queda por el parque para comprarle lo que le falta, según ella no puede ir a la escuela sin su libreta de unicornio — caprichos de niñas de ocho años supongo — termino de peinar mi cabello con las manos, satisfecho con el resultado salgo del cuarto no sin antes agarrar las llaves del escritorio junto con el teléfono y lo mas importante el dinero, anoche mi mama me pidió que le comprara o que necesitara al cande y como buen hijo que soy no me negué.

Entro al cuarto de cande y el desastre que hay por todas partes me sorprende, ropa por todas partes, colitas y zapatos, me río al saber que cuando mama se entere la guindara viva. 

— Cande apúrate vamos a llegar tarde y no vamos a poder comprar tu libreta — advierto, ella abre la puerta del baño y no aguanto la risa de mi garganta, esta vestida de muchos colores, botas para lluvia de brillos. — Cande, princesa ¿que te hiciste? — pregunto acercándome a ella 

— ¿No te gusta? — pregunta haciendo un adorable puchero 

— Si me gusta — miento — solo que no es la ocasión para usarlo, mira hagamos algo, yo te escojo la ropa y te compro un helado mas tarde ¿te parece?.

Ella se lo piensa un poco pero al final acepta, cojo un mono azul de estrellas y una franela manga corta gris junto con unas zapatillas blancas, le doy la ropa y me hace un señal de que espere, me siento en su cama y saco mi celular del bolsillo trasero para revisar los mensajes, tengo dos de Luis, uno de Francisco avisándome que se va de viaje unos días y que le dejo encargado a luis su mercancía que le hiciera el favor de vigilar lo para que la entregue correctamente, el sabe que no me gusta ese negocio pero lo hago por que no quiero que luis se envicie.

Pero para mi mala suerte ninguno es de Gia, cuando la invite a salir me rechazo de una manera sutil pero bastante directa, no insistí mas, solo hablamos poco y cosas triviales, suspiro cuando le doy enviar un "HOLA" de mi parte y este no le llega, debe ser que no tiene señal donde esta. 




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