Bajo las luces de noviembre (próximamente)

Capitulo 5

Gia

 

 

La alarma de mi celular suena avisando que hoy comienza el primer día de mi último año en la secundaria acaba de empezar, ¿Cómo será esta vez?, ¿Habrá humillaciones por parte de mis compañeros?, ¿Bromas pesadas donde me pegan? o tal vez, solo tal vez si tengo un poco de suerte ¿Harán como si mi presencia no existiera y me ignoraran? ojalá y si, no creo aguantar otro año de lo mismo.

Apago la alarma que ya estaba empezando a fastidiarme, me restriego la cara con las manos para quitarme todo rastro de sueño, me levanto de la cama y arrastrando los pies camino hasta el baño.

Entro, me quito la ropa y abro los ojos de par en par al ver la enorme mancha en mi ropa interior, miro el calendario pegado a la puerta y rápidamente saco cuentas, me trago el grito de frustración al no haberme acordado.

Entro en la ducha y dejo que el agua caliente relaje los músculos tensionados y los dolores leves del vientre, tendré que prepararme algún té relajante, termino de lavar mi cabello y cuerpo.

Salgo del baño dejando un camino de agua por el agua que ahí en mis pies, agarro la crema humectante que hay en mi cama y me la unto para luego vestirme con un mono negro, una franela corta de manga larga color azul marino y unos tenis deportivos blancos.

Me siento en la peinadora para comenzar a desenredar mi largo cabello negro, — necesito un corte urgente — digo mentalmente, lo amarro en una coleta alta y maquillo un poco mi cara.

Me levanto de la peinadora, guardo las cosas que necesito en mi mochila y bajo a la cocina a tomarme el té y comer algo rápido.

Colocó la tetera a hervir, me senté en la silla de la isla a comer un pan solo, enciendo la pantalla de mi celular y la primera notificación es un mensaje de buenos días de Ethan.

Abro su chat y le respondo.  YO: Buenos días.

Lo mando y enseguida aparece el escribiendo seguido de su respuesta, — vaya este chico si que es rápido con los dedos —  río por la estupidez que acabo de pensar

Ethan: ¿Lista para el primer día de escuela? — Muerdo la uña de mi dedo índice indecisa sobre qué responder tengo tres opciones.

Opción uno: Decirle que tengo ganas de mandar todo a la mierda o...

Opción dos: Decirle que tengo todos los ánimos del mundo, dejar de querer dar lastima y evitar las preguntas sobre el por que tengo ganas de mandar todo a la mierda y quedarme en mi casa consumiendo marihuana.

Opción tres: Usar mi maravilloso don para usar el sarcasmo para decir que no tengo ganas de ir y que no pregunte.

Si, será la opción tres.

YO: Más que lista para estar con el culo pegado a unos asientos de maderas por más de dos horas ¿y tu?

Ethan: Que no se note el sarcasmo sobre que no quieres ir por favor, yo tampoco tengo muchas ganas de ir pero algo me dice que lo mejor será que vaya ¿Quién sabe? tal vez la vida me da una bonita sorpresa.

Entre cierro el ceño al no entender sus palabras, pero no le pongo mucha atención a eso, estaba por responder cuando el sonido de la tetera llamó mi atención.

Dejo el celular en la encimera y me paro de la silla a apagar la hornilla y servirme el té.

 

[...]

 

Dejo todo limpio en la cocina, agarro mi bolso, las llaves y el celular y salgo de la casa directo a la cárcel de menores.

Me coloco los audífonos y pongo mi playlist con todas las canciones de Halsey empezando con la sorry.

A pie son unos veinte minutos aproximadamente, pero como yo soy un minion y mis piernas de pollo no dan para tanto me tardo mas o menos una hora, si lo se es mucho pero tampoco es como si tuviera muchas ganas de llegar y ver clases que no entiendo.

Veo pasar la gente, unas corren, otras están con trajes caros para ir a su respectivo trabajo, otras solo están caminando lento como yo mirando el paisaje, esas personas se ven tan ajenas a los problemas, pero se que en el fondo algo los atormenta solo que les vale y no lo demuestran.

A veces me pregunto cómo sería vivir así, que todo a tu alrededor te valga madres y solo dejes que las cosas pasen y ya, que estés consciente de que tienes mil problemas distintos pero solo los ignoras, seria lo mejor, pero yo no sé hacer eso, hasta la más mínima cosa me afecta y no de manera positiva.

 

[...]

 

Llego a la entrada de la escuela y las enormes puertas azules están apunto de ser cerrada, no le tomo importancia y me voy hacia la parte de atrás que vendría siendo la cancha, odio y detesto con mi vida matemática, así que prefiero ahorrarme el dolor de cabeza de tener que escuchar por una hora completa a la señora Beatriz y mejor me quedo aquí en las gradas fumándome un porro para estar algo relajada cuando llegue la hora de Literatura, el profesor José es un amor de persona, explica con tanta paciencia, es un gordito y bajo que hasta da ternura, es viudo y no tiene hijos, todo eso lo se ya que a veces en lugar de dar la clase se pone hablarnos de su vida, creo que todos tenemos un profesor así en algún punto de nuestras vidas.

El ruido de una persona cantando a todo dar llama mi atención, volteo a ver y es Oriana una chica nueva, llegó el año pasado, de cabello cobrizo, alta muy alta, - aunque a mi lado todo el mundo es alto — está cantando una canción en español, no hablo mucho el idioma pero solo logro entender.

Te confieso que lo mío no es realmente hablar soy algo tímido como verás Pero esta vez, me atreveré te lo diré.

Ya me tienes como un loco enamorado

Baby, la verdad es que tú me gustas demasiado

Tú ven que lo demás yo te lo digo bailando

Pégate.

Y es que ahora ya no sales de mi mente




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