Capitulo 6

Gia 

La clase por fin da por terminada, ya no siento el culo de tanto tiempo estando sentada, me levanto y empiezo a meter mis cosas dentro de la mochila de manera lenta dando tiempo a que todos se vayan y poder salir en paz.

Alguien carraspeó detrás de mí llamando mi atención pero ignoro el sonido y sigo en lo mío, la persona vuelve a carraspear, volteo los ojos, giró el cuerpo para encarar a la persona, me sorprendo al ver al chico que está enfrente de mi, sin duda no me lo esperaba.

— Pensaba que un camión te había pisado — el tono desdeñoso con él lo digo no pasa desapercibido y tampoco era mi intención disimularlo.

— Tan chistosa como siempre Gia — la manera tan lenta en que pronuncia mi nombre me da mala espina, Mike siempre me ha dado mala espina.

Mike el ser más arrogante, egocéntrico, fastidioso, insistente que se puede llegar a conocer, el chico que no entiende un no por respuesta, no se da por vencido, cuando entre en vacaciones me logre librar de él por un tiempo, digamos que tuve la mala suerte de que me acostara con él estando en estado de ebriedad y un poco drogada tal vez, no lo recuerdo. Diría que fue aprovechamiento por parte de él, pero yo me lo busqué, estaba en otro mundo y fue por mi irresponsabilidad.

Salgo del trance en el que me encontraba cuando chasquea los dedos frente a mí — ¿Qué quieres Mike? — pregunto ansiosa, las ganas de fumar o consumir algo se están haciendo presentes

— Es simple que salgas conmigo — se encoge de hombros, me atraganto con la saliva al tratar de retener la risa. Él se acerca a mí colocando las manos en mi cadera y apretandolas.

— Estas loco si crees que voy a salir contigo, así que quítate — trato de empujarlo pero el hombre está hecho de piedra y a comparación de mi es Hulk.

— Dije que vas a salir conmigo y así va hacer — se acerca peligrosamente a mi, me echo hacia atrás para esquivarlo pero me atrapa entre su pecho y la pared, acerca más su cara y yo la volteo hacia la derecha. — tengo muchas ganas de hundirme en tu interior de nuevo, no dejo de pensar en esa noche — lame mi mejilla y la bilis se me sube hasta la garganta, pongo las manos en su pecho y trato de empujarlo lo más fuerte que puedo, pero el cabrón no se mueve ni un milímetro.

— Y yo dije que no, quítate que me estas incomodando — recupero la voz y me muevo tratando de zafarme se su agarre, pero este apretó más su agarre, de seguro dejará algún moretón, mis ojos se aguan y los cierro evitando que salgan las lagrimas, odio que me vean llorar.

— Creo que la señorita dijo que las estás poniendo incomoda y que te quitaras — abro los ojos de golpe, al escuchar la voz de Ethan, Mike se aleja un poco de mi, pero sus manos siguen en mi cintura.

— Esto es un asunto entre ella y yo así que largo — habla con voz exageradamente ronca, Ethan ni se inmuta, sino que se acerca más a nosotros con notable preocupación en su rostro

— ¿Estas bien Gia? ¿Te hizo daño?.

— Ella está bien así que largo de una vez— Ethan le hace caso omiso, lo toma de los hombro empujándolo, su agarre se debilita y yo logro zafarme, me coloco detrás de Ethan usándolo de escudo.

— La próxima vez que te vea cerca de ella invadiendo su espacio personal e incomodando, tu y yo tendremos una bonita y tranquila conversación. — su tono sarcástico no me pasa desapercibido, Mike se va no si antes darme una última mirada, Ethan suspira y se voltea hacia mí. — Dime que llegue a tiempo — ruega y veo el pánico en sus facciones.

No le digo nada y solo lo abrazo hace tiempo nadie lo hace y de verdad me hace falta, el se queda quieto unos segundos antes de devolverme el abrazo, su perfume llega a mi nariz derritiéndome, su cálida respiración en mi cabello me llena de paz.

— Gracias — le digo cuando me separo, mi mirada va a parar al piso de la vergüenza que siento por abrazarlo de esa manera tan espontánea.

Coloca su mano en mi barbilla y alzó un poco mi cabeza — No tienes que bajar la mirada, no conmigo — dice y acaricia mi mejilla con ternura, mis ojos se cierran ante el tierno tacto solo me falta ronronear para parecer un gatito en busca de atención, retira la mano y quiero protestar pero mi dignidad me lo impide así que mejor callo. — quería invitarte a que almorzara mos juntos — se rasca la nuca denotando nerviosismo

— Claro — respondo con una enorme sonrisa, — después de todo me salvaste de Mike.

— Si vas a aceptar todas mis invitaciones cada vez que te salve de alguien o de alguien, con gusto lo hago con tal y estés conmigo — sonríe y un par de hoyuelos se marcan en sus cachetes haciendo que luzca adorable.

— Tampoco te emociones mucho Ethan — su sonrisa decae un poco y me quiero golpear contra la pared por ser tan imbécil. — a lo que me refiero es que tal vez esté ocupada y no pueda salir o hacer algo contigo — trato de enmendar mi error.

— Entiendo Gia no tienes por qué preocuparte, entonces ¿Vamos por ese almuerzo? de verdad muero de hambre. — se soba la barriga.

Rio y me guindo el bolso en el hombro — Andando hoy hay especialidad pizza en la cafetería

— ¡Si! la pizza es lo mejor que puede existir en el mundo. — dice rió negando con la cabeza.

Te vas a llevar una bonita sorpresa Ethan.

[...]

— ¡Es la peor pizza que he probado en mi vida parece cartón! — Ethan termina por escupir el bocado en la papelera y tira lo que resta de pizza, yo rió al ver su cara de decepción. — tu lo sabias por eso ries — me acusa señalándome con su dedo, yo me rio mas fuerte, la barriga me duele y lágrimas chispean, su expresión se suaviza y ríe conmigo también

— Lo siento, pero era mejor que la probaras por ti mismo — digo cuando mi risa poco a poco se va calmando, me secó los ojos con la manga del suéter.

— Te ves hermosa cuando ríes, — siento como me sube el rubor hasta las mejillas, esquivo su mirada y me concentro en la bandeja en frente de mi, solo hay un yogurt de fresa, una manzana y un agua. Sí, un gran desayuno sin duda alguna.