Mi casa me parece hermosa. Estoy muy ,muy satisfecha con ella. Está lleno de polvo por aquí y por allá,pues hace más de dos años que no vengo aquí,no desde que Francisco murió.
Una rústica y estrecha escalera de caracol,me guía al piso superior. La recámara,es la más grande,de las tres habitaciones que hay arriba. Tiene dos ventanas. Una, baja,al costado,larga y angosta. Y otra que da hacia la parte trasera del terreno y allí se puede ver claramente un paisaje inspirador. Un trozo de cielo azul, vegetación abundante entre sierra y sierra y una vista del camino de tierra,el mismo camino que me trajo hasta aquí.
La recámara alberga una cama Queen size,un guardarropa de tamaño mediano que compramos en una venta de segunda mano,y un tocador pequeñito que era de mi madre, que antes de ella perteneció a mis abuelos. Un tocadorcito de madera,muy lindo.
Pongo mi maleta sobre la cama. Todo está lleno de polvo fino,debo esmerarme y apresurarme a limpiar.
Abro la ventana trasera y puedo sentir la corriente de aire frío que invade la habitación. Me doy ánimos a mí misma.
Paso la escoba por el techo y las paredes, paso el trapo limpio por el tocador y el guardarropa. Quito el edredón y la ropa de cama,y pongo limpios. Al final concluyó con una buena barrida y un rociado de insecticida.
Aplanó con fuerza las cerdas de la escoba sobre el piso. Ya falta poco, y termino.
El aire se vuelve más frío,el crepúsculo está cayendo. Me apresuró a recoger el polvo y la basura.
Bajo la escalera para ir al interruptor de luz y verificar que haya electricidad en la casa. Me vuelve a dar el mareo repentino,y tarda más en irse. Estoy teniendo episodios de mareos más seguidos. Estoy más lenta, últimamente me mareo con mayor frecuencia. Siento una presión en la parte superior de la cabeza. Hasta ahora,me he resistido a ir al médico. Y estoy sola,si me pongo mala a quien llamaré?. A Paulina,sin duda alguna. Pero para eso debo encender el radio y poner el canal correcto. Aveces Francisco se reía de mí y mis fijaciones. Todo lo tenía que hacer con método,sino, perdía la brújula y me quedaba estancada. Durante mucho tiempo tuve que aprender a vivir con este trastorno de fijación, de colores,de objetos,de orden de acontecimientos. Si alguien interrumpía mi rutina,era posible que no completase un trabajo,o una asignación. De verdad tuve que aprender como ser hasta cierto punto competitiva en mi entorno real. Tuve que aprender a lidiar con los inconvenientes, con las interrupciones y con la gente carente de empatía y hasta de valores. Tuve que aprender a ser fuerte y lo pude lograr gracias a Dios. Sí, realmente fue, gracias a Dios,el me mostró el camino para andar y el pudo ayudarme a sobrellevar lo que no podía cambiar de mis defectos de personalidad. Francisco aprendió a lidiar conmigo también. Si las cosas no se hacían como estaban programadas, me entraba una total frustración y lloraba. Durante los primeros e intermedios años de matrimonio fue difícil para él entender y saber cómo lidiar conmigo. Si él olvidaba algo que yo consideraba importante, me llenaba de decepción. Y no podía olvidarlo fácilmente. Eso se fue agravando debido en cierto grado a las propias prioridades y los olvidos y omisiones de Francisco a lo que yo consideraba importante. En una de nuestras grandes discusiones,yo llorando le dije - No volveré a creerte Francisco,no te importa en realidad lo que te estoy pidiendo - las lágrimas se me salieron de los ojos. Francisco en vez de enojarse ,se rió. Yo pensé que se burlaba y el se reía del nerviosismo de ver cómo tomaba yo la situación y también debido a que en cierto modo se sentía culpable. A veces por la imposibilidad de llevar a cabo lo acordado,aveces por olvido y aveces por omisión.-Soy tonta por creer que te importa. No te importa lo que yo te pido -
El intentó abrazarme, pero yo lo rechacé bruscamente.- No eres tonta Luz, bueno, sí un poco - al ver la expresión de mi cara Francisco se detuvo,se aclaró la garganta y me quitó con ternura un mechón de cabello de la cara.- eres ingenua,y eso en tí no es malo. En sí es una cualidad. Piensas lo mejor de los demás,incluso de mí, siempre piensas que voy a mejorar,no es así?- por más que lo negase ,el tenía razón, yo siempre esperaba que el hiciera lo que yo pidiera. Justo por qué estaba convencida de que era lo mejor para nosotros. Me quedé pensando. En qué posición estaba colocando a Francisco?. Era eso justo para él?.No pensé en ello mucho más profundamente,hasta tiempo después. Cuando ya no había remedio. Se me formaron lágrimas en los ojos. Siempre es así,o casi siempre. Las culpas vienen acompañados de la certeza de que ya nada se puede hacer. Y hay un dolor muy sordo,en ese conocimiento. Tragué saliva.- Despeja Luz,despeja esos pensamientos,puedes lograrlo. -Suspiro.-Enciende el radio,eso primero.-
A veces me niego a aceptar que a mis cuarenta y tantos, esté más torpe que de costumbre y más tonta. Si Francisco escuchase mis pensamientos me hubiese reprendido.
Aún puedo escucharlo decir - eres ingenua Luz y eso en tí,no es malo. Aunque debes recordar,ser un poco más práctica. No te sumerjas tanto en lo que sientes,sino en lo que debes hacer.- Aún ahora, creo que él tenía bastante razón.
Vuelvo al presente. La cama está lista pero el fuego está apagado. Debo encenderlo sino quiero pasar frío.
Cierro la ventana,penosa y pausadamente me despojo de mi ropa y me pongo la bata de tela calientita, calcetas y chinelas de frío. "¡ Oh no!" he olvidado encender la chimenea, la vista de los tres solitarios leños me apena enormemente.
Me hace recordar todas las cosas que Francisco hacía por nosotros, por mí. Debo ir al patio trasero exterior y traer suficientes leños para la noche.
Estamos en principios de invierno,tres leños de ninguna manera son suficientes. Pero estoy agotada.
No solo físicamente,sino emocionalmente. -" oh Dios, ayúdame"- digo la oración, esperando la fuerza. Y llega, como siempre lo ha hecho. No estoy sola. Dios está aquí. No puedo explicarlo ,solo lo sé.