Han visto alguna vez,en alguna película,ese cambio de escena y de color, que va desde la gama normal de colores a un color entre blanco y negro? Con tintes borrosos o arenosos ,como si de esa manera,se buscase transmitir la sensación de expectacion, misterio o peligro en lo desconocido,o en lo que no se ve?
A esa sensación le llamo: claroscuro. Por momentos,te sientes seguro de lo que haces y lo que esperas y por momentos dudas.
Cuando estás en un proceso, pasando por dificultades económicas, lidiando con una enfermedad no fácil de sanar o grave, dificultades en el matrimonio, con la familia y en otras situaciones similares, cuando el problema se vuelve más difícil de tratar, estás en medio del problema,de modo que no puedes ver el panorama completo.
Las personas a tu alrededor, pueden decirte que no eres el mismo @, pueden incluso hablar de tí a tus espaldas y pueden tal vez tener cierta razón. Que no eres feliz, que no eres sociable, que eres introspectivo y anti social. Tanto tú cómo ellos,pueden ver ciertas partes de la situación.
Por eso es tan importante rodearte de amistades sinceras,un amigo o amiga que pueda decir su opinión sincera y directa, pero a la misma vez, comprensiva de la situación por la que estás atravesando.
Un amigo fiel.
Alguien a quien le importes de verdad, alguien que ore contigo y por ti. A quien le importe tu bienestar espiritual.
Cuando tienes ese tipo de amigo, eres afortunado. Cuando eres ese tipo de amigo,eres un tesoro. Sin embargo,hay que reconocer que, los amigos, por más cercano que sean no pueden responder siempre nuestras llamadas,atender siempre nuestros pedidos o acompañarnos en todo el proceso, es por eso que Jesús es el mejor amigo que podamos tener,el siempre está, siempre escucha,cuida, protege e imparte sabiduría.
El día siguiente,era viernes y tenía una sesión de bodas por la tarde. Justo a las cinco.
Atención al cliente durante el acuerdo de una sesión y la firma de un contrato,es muy muy importante,ya que ahí se sienta la base de lo que se hará durante la sesión. Es importante aclarar que es lo que él cliente desea, en cuanto a clima,poses, paisajes etc. Y también es importante aclarar que es lo que el fotógrafo puede ofrecer. Y otra cosa igual de importante son los costos del servicio.Cómo he dicho antes,yo no había estudiado fotografía, creo firmemente que fue un don que Dios me dió de su mano poderosa y generosa.
Un don que, trabajado,me ayudó a sostener económicamente a mi familia, durante el tiempo que mi esposo no pudo trabajar.
Y respecto a costos del servicio, aprendí sobre la marcha. Hacía presupuesto, algunas veces con pérdida para mí,eso,a pesar de desanimarme,me impulsó también a aprender a dar valor a mis servicios. En todo negocio debe haber ganancia, pero no abuso ,se debe procurar ser justo.
Cobrar lo justo, así dice la Biblia, pesas justas y balanzas justas.
Cuando pude acceder a internet, busqué ampliar un poco más mis conocimientos, luego compré libros acerca de fotografía,eso me ayudó a mantener mi enfoque y desarrollar más mi talento y estilo.
Para el tiempo en que mi Francisco había partido, yo ya tenía una clientela que me recomendaba. Y así, haciendo sesiones de fotografía los fines de semana, y trabajando en el cuidado de personas de lunes a viernes,me pasé los siguientes dos años después de la muerte de Francisco.
Lo había amado tanto,y el me había amado tanto. Ese viernes estaba especialmente triste,el día siguiente que era sábado, Francisco y yo hubiésemos cumplido veintidós años de matrimonio.
Salí del trabajo y cargando mi mochila con mis cámaras y mi tripié,me fui directamente a la plaza pública, dónde los novios y yo, habíamos acordado tomar las fotos. Tendrían su sesión natural,en la pintoresca placita de nuestro pueblo mágico.
Llegué justo a tiempo al lugar indicado. Cuando tienes clientela,debes ejercer la puntualidad,el buen servicio,buena actitud y gentileza al trato.
Tienes que mostrar buena cara, un buen estado de ánimo y un trato profesional, no importa como te sientes justo en ese momento. Aveces te agota, especialmente cuando trabajas por vivir y sobrevivir.
Reconociendo mi estado de ánimo, mientras esperaba a los novios,me tomé unos minutos para hacer una oración. Yo hablaba con Dios,como se habla con algún amigo, él era mi pastor,mi Padre, alguien en quien sostenerme en los momentos difíciles. Hice mi oración,le pedí que me diese fuerza, ánimo y habilidad, para hacer lo que debía hacer.
Preparé mis materiales, chequé los distintos escenarios posibles y los ángulos. En eso estaba cuando llegaron los novios.
Eran casi las siete cuando había terminado. Ellos, amablemente me extendieron una invitación a la recepción de su boda. Y la acepté. Les pregunté si podía tomar fotos ahí y venderlas y estuvieron de acuerdo. Aunque también insistieron que me divirtiera.
Yo no tenía mucha familia extendida en la ciudad donde vivía,mi hermano Luis estaba casado y con dos hijos y vivía y trabajaba en Detroit. Claudia mi hermana menor, vivía en Monterrey con su marido y sus tres hijas. Si,esa boda estaría bien para distraerme un poco.
Decidí comprar un vestido. Lo haría el día siguiente por la mañana,la recepción de la boda sería a las cinco de la tarde.
Invité a Irene a ir conmigo de compras, ella se negó. Saldría con su novio. Así que el sábado por la mañana,me fuí sola a una tienda muy popular, aquí en nuestra pequeña ciudad.
Entré en la tienda y subí las escaleras al piso superior. Comencé mi búsqueda entre las perchas que sostenían los vestidos.
Los ví,,los saqué,los examiné. La talla,el largo,la hechura y el color.
No. No me convencían ninguno. Seguí buscando. Vi otros,y otros y los saqué y examiné sucesivamente.
Estaba ofuscandome. La verdad he de reconocer que,no tenía buen sentido de la moda y el buen vestir. Ojalá Irene me hubiese acompañado!, era ella quien generalmente me ayudaba a escoger ropa,lo cual no sucedía muy seguido.