Bendita Cotidianidad.

Incertidumbre.

Me senté delante de Susana, como dije antes Susi era mi amiga, una consejera, era la esposa del pastor de mi congregación. Era una mujer a quien yo admiraba y admiro.

-Hice una locura Susi -

Ella me miró atentamente pero no dijo una sola palabra. Me aclaré la garganta. Sus ojos estaban a la expectativa.

- Entré en una graduación ajena -

-Lo hiciste?, porqué?-

-Ulises estaba ahí -

-Ulises está en la ciudad?-

-Por lo menos en esa ocasión sí - guardé un poco de silencio, intentando decidir cómo decirle lo que había hecho.

-Estaba armando mi material para una sesión en la placita pequeña. Detrás de la presidencia municipal. Y lo ví - las imágenes se me recrearon en la mente.- Está más delgado. Sigue igual de impresionante.- Agaché la cabeza.

Susana siguió escuchando.- Lo seguí - los ojos se le abrieron por la sorpresa.

-Lo seguiste?-

-Si, hasta dentro del auditorio municipal -

-Y?-

-Ahi dentro, estaba Liliana con Lili, el se acercó y...y la saludó -

-Un saludo, que tipo de saludo?-

-Le dió un beso y un abrazo ligero -

-Beso y abrazo,de que tipo?-

-Beso en la mejilla, abrazo de esos cuando tocas un brazo para dar un beso en la mejilla

-Estuve en la ceremonia, sentada durante casi una hora, perdí la sesión, los clientes estaban asustados, luego decepcionados, yo...nunca he sido tan informal, estoy avergonzada.- estaba sumamente mortificada por mi falta de profesionalismo, los clientes tuvieron la consideración de agendar otro día,entre semana, lo cual me iba a afectar en mi trabajo del diario, pero era mi culpa,no de ellos. Agradecida estaba de que, nadie me hubiese robado mis materiales y mi bolso , que había dejado abandonados, siguiendo a Ulises.

Susana carraspeó - Estoy...sorprendida de lo que hiciste.-

-Deje todo tirado Susy!, material,mi bolso,mis cámaras, todo y lo seguí hasta dentro del auditorio municipal!- recalque.

-Y que estaba haciendo él ahí?-

-Su hija Irina se estaba graduando -estaba frustrada conmigo misma -

-Crees que,se están dando la oportunidad de reconstruir su matrimonio?-

-No lo sé. Tal vez sí -

-Si lo están haciendo con la ayuda de Dios,me parece que hacen bien, siempre será lo más ideal que ambos puedan dejar que Dios los cambie y puedan reconstruir su relación, aunque eso mate tus esperanzas querida Luz -

-No voy a mentirte,ni a tí,ni a Dios, todavía amo a ese hombre, lo intenté y sigo intentando desprenderme y deshacerme de este amor, pero él aún está en mí. Si él me diese otra oportunidad de estar juntos,la tomaría. Pero si él y ella han decidido reconstruir su matrimonio, también creo que es lo más correcto. Nunca voy a interponerme entre ellos. Nunca lo haré. El asunto es que, realmente quiero saber si ya están ambos decididos al respecto -

-Si llegastes a saber que ellos ya están en ese proceso, estarías dispuesta a soltar a Ulises?-

-Lo haría,en verdad lo haría - enfatice.

Susana suspiró - Luz, querida,tu no necesitas la ansiedad de seguir o buscar a Ulises de esta manera. No necesitas ni te hace bien,estar o vivir con incertidumbre respecto a él y a tí.Confías en Dios como tú Padre?-

-Si-

-Sabes que el te ama como su hija y que le importas?-

-Si-

-Estas actuando correctamente,al respecto?-

-Lo más que puedo-

-Este es el consejo que yo puedo darte, deposita a los pies de Jesús en oración,todas tus ansiedades y tú incertidumbre respecto a Ulises y tú futuro. Dios ha sido fiel contigo, te dió empleo y recursos cuando más lo necesitaste. Estoy completamente segura que, Dios conoce tus necesidades físicas, emocionales e incluso,tus necesidades sexuales, aunque no hables de ello con nadie más, debes orar al respecto y deshacerte así, de esas inquietudes con las que lidias. Si Ulises es el hombre para tí, pídele a Dios que lo traiga a tu vida de nuevo. Si no es para tí, pídele que él se encargue de tu necesidad conforme a su voluntad, El no está limitado a nuestra mente, es muy posible para él traer otro hombre a tu vida, que sea perfecto para tí y tú para él, aunque no sea el que tú esperas y quieres-

Medite las palabras que Susana estaba diciendo. Comencé a caer en la cuenta de la situación. Fue como si un velo se descorriera en mi mente.




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