— ¡Alguien apague esa canción! —grito desde mi cama toda cubierta de sábanas.
— ¡Son las seis y media de la mañana, ya levántate! —grita mi madre desde la planta baja.
Caracoles.
Me levanto corriendo con dirección al baño, comienzo a lavarme y cepillarme el cabello, los dientes, voy en busca de ropa, ni siquiera pienso en maquillarme, tomo mi mochila y bajo las escaleras. A mitad de caminos recuerdo que no llevo zapatos y regreso a mi habitación.
Cuando estoy apresurada me olvido de todo, corro a la cocina a coger una manzana de la nevera y las llaves colgadas cerca a la puerta.
— ¡Mamá ya me voy!
—No has tomado desayuno —dice mi madre saliendo del baño, uno que si tiene una ducha y un váter reales.
—Se me hace tarde —abro la puerta principal —. ¡Y apaga esa canción rara! —grito antes de salir.
Miro la hora en mi teléfono, si voy corriendo por supuesto llego en los cinco minutos que me restan, pero descarto la idea cuando el sonido de un claxon hace que mire a mi costado, y distingo el color del auto de Morris. Alzo mi mano en modo de saludo.
— ¡Rossy, ¿quieres que te llevemos?! —grita cuando Drake sube al auto, y no se me escapa la mirada de fastidio de éste.
Niego y sigo mi camino.
—Entra —dice con una sonrisa al llegar a mi lado.
—La escuela está doblando la esquina, Morris.
—Sube que yo tampoco quiero llegar tarde —Drake desde adentro abre la puerta trasera casi gruñendo.
—Sí, amargado —susurro.
***
—Oye, oye, Rosalie —detengo mi paso por el llamado de Noelia.
— ¿Si?
—Necesito que llenes esto, son datos necesarios y también sobre el club que vas a escoger. Ah, y decirte que los miércoles y jueves, cuando te toque ciencia y física tendrás que ir al aula extra, el del medio.
Me tiende unas hojas y un bolígrafo.
1. Nombres y apellidos: Rosalie Meredith Courtney Jones.
2. Fecha de nacimiento: 23/06/91
3. Dirección: 204 — Montgomery.
Es lo único que sé, tampoco es que me haya aprendido la dirección con exactitud en cinco días.
4. Madre/Padre/Apoderado: Tania Paulette Jones.
5. Grado de estudio: Cuarto año de secundaria.
6. Club de elección: ———
— ¿Debo escoger un club necesariamente? —le pregunto a Noelia.
—Es algo que está dentro de la "currícula" así que tienes que escoger algo obligadamente.
—Al menos podrías darme un tiempo de investigar, no quiero anotarme a algo que probablemente no me vaya gustar.
—Rosalie —suelta un suspiro agotado —, sólo te puedo dar hasta el final del día.
—Eso es poco tiempo.
—Si pero podrías... ¡Oh, Drake! Necesito que me hagas un favor.
El mencionado hace su aparición con su ya conocido relajo. Aunque al mirarnos hacemos una mueca. A penas es mi segundo día y ya nos hemos visto más tiempo del que yo desearía, y creo pensar que él siente lo mismo.
—Hola Noelia, un placer verte en la escuela —dice con sarcasmo —, y en todo lo que respecta a un favor, estoy ocupado —le da una sonrisa y se gira para irse.
— ¡Drake Jason! O me ayudas o te asigno el castigo que debiste de haber tenido desde un principio.
—Eso de chantajearme con el castigo a te está saliendo de las manos.
—Sólo necesito que le expliques a Rosalie sobre los clubes.
—Noelia —tomo la palabra —, conozco a otras personas que gustosamente podrían ayudarme.
— ¿Ves? Tiene amigos, yo tengo práctica, así que... Lo siento.
—Viernes a las dos de la tarde, sala de castigos, Drake.
Él se queda parado en medio del corredor.
—Debo irme —le entrego los papeles, el bolígrafo y salgo corriendo a mi siguiente clase.
— ¡Rossy! —grita Jackie sobre su skate.
—Hola. Oye, ¿a qué club vas?
—Uh, Noelia ya te obligó a escoger. Yo voy a escritura creativa, usualmente escribimos cosas para el blog de la escuela.
— ¿Había un blog?
—Sí, lo hay. Mira —se detiene frente a mí —, sólo hay dos salones, y dentro de esos se dividen como tres, no lo recuerdo bien —hace un ademán de no importarle —, escojas el que escojas, compartirás con otros "mini" clubes.
—Esto es más enredado que mi vida.
— ¿Te gustan las letras? —Negué — ¿Los números? —Volví a negar —Entonces sólo te queda deportes.
—Pensé que deportes era más como una materia no un club.
—Es sólo una manera de entretener a los chicos que no les gustan los otros clubes.
—Supongo que será depor... —no llego a completar mi frase ya que el timbre que comienza a sonar me sobresalta — ¿Qué mierda?