Besos de una Historia

Capítulo once: Piscina mortal.

— ¿Debería ir con vestido? ¿Falda? ¿Tacones? —pregunto ingresando a la habitación de mi madre.

—Es sólo una fiesta, Rossy, ve como quieras.

—Estoy nerviosa, es la primera fiesta a la que voy en esta ciudad, además mis propios amigos la organizaron, eso me hace parte de la organización.

Aunque no haya hecho algo.

— ¿Estás nerviosa por eso, o porque vas a ver algún chico? —pregunta con una sonrisa coqueta.

—Por supuesto que no, no conozco a ningún chico, voy un mes aquí, mamá, las citas no aparecen tan rápido.

—Bueno, en tu antigua escuela... —deja la frase al aire —, además tus amigos son guapos...

—Sí, pero no me gustan, Morris es genial pero no siento que sea mi tipo y Vincent, creo que a él le gusta Yannis.

Creo que estoy muy segura que le gusta ella, lo he pillado observándola cada vez que puede, siempre está para ayudarla y nunca ha rodado los ojos cuando habla, cosa que hace con nosotros cuando lo que decimos le disgusta.

— ¿Yannis es la rubia?

—Sí.

Salgo de allí para adentrarme a mi habitación, mi pobre cama está hecha un desastre por todo el montón de ropa que tiene encima. Entre tantas cosas, tomo un pantalón y un top no tan corto. Es lo único que se me viene a la mente que combine bien y con lo que me puedo sentir cómoda.

—No me dijiste nada del de ojos azules.

— ¿Drake? —pregunto con una mueca de disgusto, cosa que mi mamá no ve, ya que le estoy dando la espalda a la puerta en donde ella se encuentra.

—Sí, el vecino.

—Mamá, créeme, Drake sería el último en aceptar salir conmigo, él y yo no nos llevamos muy bien, creo que podríamos sacarnos los ojos si nos quedamos solos.

—Eso es demasiado exagerado, Rossy —dice con diversión.

—Pero no fuera de la realidad. Listo, creo que ya me voy —me miro al espejo por unos segundos.

—Recuerda llegar temprano que mañana tienes que trabajar.

—Sí, mamá —beso su mejilla y bajo corriendo las escaleras —. ¡Adiós abuela!

Tomo un respiro afuera de mi casa y comienzo a cruzar la calle. La puerta de la casa de Drake no está abierta, pero no creo que deba tocar ya que la música suena muy fuerte, así que decido tomar el picaporte y girarlo. Cuando estoy dentro me recibe una escalera con algunos chicos ebrios, otros dándose el lote y así. Ni siquiera es muy tarde y ya van muy bebidos.

— ¡Rossy! —un brazo me rodea los hombros — ¡Ya llegaste! ¿Quieres jugar a la botella borracha? Estoy segura que podrías llegar a besarte con mi primo.

—Alguien ha estado tomando de más, no le hagas caso —me dice Morris llegando a su lado —, vengo cuidándola desde hace una hora.

— ¿Cuánto ha tomado?

—Comenzó antes de que todos llegaran.

— ¡Tú necesitas un trago! —grita y sale corriendo.

Una hora después, logré saludar a lo lejos a Yannis que estaba con su novio, a un Vincent más alegre que andaba con Drake, y estuve con Morris siguiendo a Jackie para que no haga algo malo. Cosa que no nos salió bien.

— ¡Morris! Ayúdame, es el tercer chico que besa —digo señalando la puerta cerca al baño.

—Maldición —veo cómo va y aparta al tipo de Jackie, la pobre casi ya no puede pararse bien de lo mareada que está —. La llevaré arriba para que duerma, ¿nos acompañas?

—No, yo estaré un rato, dentro de poco me voy.

—Me mandas un mensaje de texto cuando te vayas.

—Vivo al frente, no me voy a perder —rodé los ojos.

—Eso sólo precaución.

El castaño apoya a nuestra amiga en su propio cuerpo y comienzan a subir las escaleras. Por mientras yo me dirijo al patio de la casa, encontrándome con una Yannis histérica gritándole a un Vincent todo mojado, ambos están en la orilla de una piscina.

Yo también quisiera una piscina así en mi casa.

— ¿Qué pasa?

— ¡Él! ¡Él es... ah! ¡Se lanzó del balcón hasta la piscina! —Le da una mirada furiosa — ¡Eres un tonto, pusiste golpearte!

— ¿Qué? ¿Saltaste desde allí? —pregunto señalando hacía arriba.

—Solo fue una pequeña caída —dice con diversión, así que Jackie no es la única que bebió de más hoy —, y no me hice nada. Ahora deberían de ver el gran salto que hará Drake, será como un clavado.

— ¡¿Que Drake qué?! —grito.

En entonces que subo la mirada encontrándome con el rubio en el balcón listo para saltar, lo siguiente que noto es como suelta un grito y salta. Él malditamente salta. Cuando cae dentro hace que salpique mucha agua quedando muchos de los que estábamos cerca mojados. Y eso poco me importó porque corrí a ver si Drake estaba bien.

— ¿Estás loco? —pregunto a penas saca su cabeza del agua.




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