Besos de una Historia

Capítulo veintiséis: Un beso de final.

Estamos graduados. Ha sido algo difícil considerando todos los sucesos, los exámenes estuvieron complicados, los trabajos finales casi imposibles pero lo logramos. Todos acabamos por fin la escuela, listos para entrar a la universidad.

Y eso me tiene nerviosa.

Porque no estoy preparada para salir de aquí, tengo miedo de la vida adulta, del mundo exterior, luego recuerdo que mi familia siempre estará allí para apoyarme. Que de hecho ya me apoyan.

— ¡Lejos de esta cárcel al fin! —Jackie grita por todo lo alto en el pasillo —No sabes cuánta felicidad siento.

—Lo noto, hasta parece que vas a llorar.

— ¡Las amo! ¡Las amo! ¡Las amo! —Llega Yannis corriendo y gritando — ¡Vincent y yo ingresamos a la universidad! ¡A la universidad que queríamos!

— ¡Felicidades! —Gritamos ambas y la abrazamos —Es bueno que Vincent vaya contigo, así podrán salir en citas dobles —bromea la rubia descabellada.

— ¿En dobles... citas?

—Claro, tú con algún chico y él con una chica, que probablemente sea de las que amén los poemas y...

Dejo de escuchar en el momento en que Drake aparece en el pasillo despidiéndose de sus amigos del equipo. Me siento una tonta, cada vez que mis ojos lo captan simplemente no puedo dejar de mirarlo, hasta que se dé cuenta, claro, entonces me hago la desentendida y me distraigo con otra cosa.

Me siento tan patética por no superar a mi ex.

Sé que Drake y yo terminamos mal, que la pelea fue fuerte y que terminé llorando muchos después de eso. Realmente no estoy segura de cuantas semanas han pasado de eso. A veces todo era incómodo, no malo ya que compartíamos el mismo grupo de amigos, pero parecía que ya no teníamos nada de qué hablar. Excepto que no siempre necesitábamos hablar para entendernos, como aquella vez que hablé con papá.

—Iré a ver mi skate, al fin Noelia me lo va a devolver —Jackie comparte una mirada con Yannis cuando vuelvo a enfocarme en su conversación.

—Y yo tengo que hablar con Vincent, ya saben, la misma universidad y eso... —mira un punto fijo detrás de mí sale corriendo. La otra rubia solo me da una sonrisa y se va.

Suelto un suspiro y miro el muro de noticias de la escuela, estaban las listas de las universidades a las que podías acudir en caso no hayas recibido tu carta de aceptación de otras, junto a una tabla de puestos. Mérito a por los estudios. Vincent y Yannis encabezaban la lista.

— ¿Buscando universidad? —Doy un brinco en mi lugar.

—Drake... —exhalo todo el aire que tengo acumulado —Me asustaste.

—Perdón, no quería... —parece nervioso, así como todas las veces en las que intentábamos hablar.

—No importa. ¿Supiste que Yannis y Vincent irán a la misma universidad?

—Acabo de enterarme. ¿Ya tienes un lugar escogido?

Entrelazo mis dedos, no quiero hablar mucho sobre eso. Sé perfectamente que no soy fanática de estudiar, así que la universidad no es mi primera opción, aunque sigue sin ser una opción para mí. Tengo un plan para el lugar al que quiero asistir.

—No, yo... Bueno, escogí estudiar actuación, más como un desenvolvimiento, no lo sé. Mamá y la abuela me apoyan, así que no es tan malo.

— ¿Actuación? —no es una pregunta en modo de burla, más como sorpresa.

—La misma cara hizo papá.

Desde que descubrí que podía ir a visitarlo, he intentado verlo lo más que podía, papá es el mismo hombre que fue hace años. Y aunque al principio era duro, ahora hablar con él se me hace más fácil.

—Voy a extrañarlo cuando me vaya.

— ¿Ya decidiste todo?

—Ujhum. La abuela tiene una prima en Mendis, encontré una buena academia allí.

— ¿Mendis? Eso es... Algo lejos.

— ¿A dónde irás tú? —decido preguntar.

—A Jersey, con Morris y Jackie. Me decidí por periodismo deportivo —una sonrisa sale de sus labios.

—Te gusta. Después de todo los deportes no fueron tan malos, ¿eh?

—Bueno sí, investigué, además, ya sabes, sería un "sucesor" de Jack Jason —bromea.

Suspiro.

—Todos irán acompañados a la universidad, parece que estaré sola. Al menos hasta las fiestas, ¿todos vendrán, no? —Él asiente —Jersey también es lejos.

—No tanto como Mendis —me mira a los ojos —. Yo solo estaré a cuatro horas pero tú...

—Hasta la otra punta —me balanceo sobre mis pies —. Cambiar de aires me hará bien —miro la hora en mi teléfono —. Ya debo irme —le sonrío y doy media vuelta caminando hacia la salida.

Pero unos metro antes de salir, detengo mi paso.

Mierda.

—Mierda —escucho que dice detrás de mí. Volteo pero no me está mirando, sólo pasa la mano por su cabello con molestia.

Es el último maldito día en la escuela, luego sólo me quedaban la Navidad y Año Nuevo. Mis clases comenzaban en febrero así que a mediados de enero debería de ya estar instalándome en Mendis. Así que mando todo al carajo, y con paso decidido me planto frente al él.




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